Esposa por contrato I (ft Liam Payne)

Madres y padres (Cap. 3)

Capítulo 3 

-¿Ves por qué no me gusta que trabajes en esto? Estás poniendo tu vida en peligro a diario... ¿Cuándo trabajarás en un hospital de verdad?

-Cuando tenga una oferta laboral.

-Esperemos que la madre naturaleza te ayude... A la abuela casi le da un jamacuco. Y Sitka no es un buen lugar para encontrar hospitales.

-¿Jamacuco? ¿Qué rábanos significa eso?-Dijo su jefe que escuchaba la conversación a su lado.

-¡Oh! El pequeño Liam ¿Tú también?-La mujer se echó a llorar y abrazó al moreno. Summer sabía que su madre sentía amor platónico por Liam. ¿Por qué? Dios lo sabrá.

-No se preocupe señora Adams. Estoy bien. 

-Me habeis a sustado los dos.-Se volvió a dirigir a su hija.- ¿Vendrás a Sitka este año verdad? Por el 99 cumpleaños de tu abuela.

-Claro que iré mamá.-La madre volvió a sollozar y abrazó a su hija. Liam reconocía que a veces sentía envidia, sus padres no eran muy detallistas con él. Por lo menos su padre no lo era. Su madre en cambio era comprensiva y muy dulce.

-¡Hijo!-Liam giró su cabeza hacia la puerta sorprendido. Y vio a sus padres en esta. Su madre lo abrazó y lo llenó de besos.-Nos vas a matar de un susto.

Liam rió- Tranquila estoy bien mamá ¿No me ves? Estoy entero.

-Además de un rompecorazones eres un suicida-Su padre se acercó y le dio unas palmaditas en la espalda.

-Lo tomaré como un cumplido.

-¿Y bien? Sigo esperando que sientes la cabeza y así poder dejarte la fortuna. Pero te diré que Henry ya tiene prometida. Va por delante tuya.

-¡Greg!-Lo regaño su mujer.-No venimos para hablar de dinero, venimos para hablar de su salud.

-Déjalo mamá, parece no importarle lo más mínimo...

-¡Claro que me importa! Solo le mantengo informado.

-Pues te informaré de que yo también estoy comprometido.-Dijo Liam cruzándose de brazos. Summer y sus compañeros lo miraron raro sin decir nada.

-¿Enserio? ¿Por qué no nos dijiste nada? Me alegro tanto hijo.-Su madre lo abrazó fuertemente.

-Vaya, eso no me esperaba hijo. Buen trabajo. Nos la tendrás que presentar pronto.

-Claro.-Bajò la mirada y la doctora entró por la puerta.

-Por favor, la hora de visitas a terminado. Les daremos el alta, enseguida. Desalojen la sala.-Las madres dieron sus últimos besos.

-Y mamá, papá.-Dijo Liam antes de que salieran de la sala.

-¿Si hijo?

-Iros a casa, no me espereis.

-Lo mismo digo mamá.-Dijo la chica a su lado. Todos asintieron y salieron de la sala.Liam suspiró acostado.- ¿Ya tienes prometida?

Liam abrió un ojo y la miró raro- No. Solo lo dije para que se callara.

-Ya decía yo... ¿Liam? ¿Jurando amor verdadero y eterno a una mujer? No, imposible.-Liam rió.

-Sí, la verdad es improvable.

-Me das asco Payne.

-Pero te he salvado la vida y me quieres por ello.

-Sí, eso también.

A la salida del hospital Summer fue a coger un taxi mientras veía a su jefe en muletas coquetear con todas la chicas de su camino. 

-¿Quién va a querer darme un masaje de aceite en la espalda esta noche?-Gritó Liam provocando que las chicas a su alrededor comenzaran a saltar y a gritar eufòricas suplicándole. La chica rodó sus ojos y se metió en el coche rumbo a su casa.

Abrió la puerta y vio a su madre tumbada en el sofá durmiendo como una borracha duerme en la acera.

Suspiró pesadamente, cogió una manta y la tapó. Ella se fue a su habitación , se puso el pijama y se lavó los dientes. Eran las 2 am hora de dormir para cualquier ser vivo. Se tiró en la cama y se quedó profúndamente dormida.

Quizá fueron 4 horas después pero para ella fueron 4 minutos cuando el teléfono al lado de su almohada la despertó. No abrió los ojos y contestó con voz ronca.

-¿Diga?

-Buenas noches dormilona soy Liam. ¿Te acuerdas de ese favor que me debías por haberte salvado la vida?

-Sí. Dime.

-Necesito que estés en persona ¿Voy a tu casa?

-No. Está mi madre... Pero Liam... Son las.-Miró el reloj.-Las 4 de la mañana...

-Tú me dijiste en cualquier momento. Y yo lo quiero ahora. Así que ven a mi casa ya.

-Vale, ya voy.

Colgó y se levantó como un zombie llegó al baño y se puso la ropa. Cogió la llaves del auto y una Coca Cola con cafeina para dar un poco de vida a sus neuronas.