¡Querida maestra!

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Mujer bella y primorosa como el tacto de una rosa cuyo aroma es la dulzura de un alma tierna y bondadosa.

Escribo con prosas y rimas a la mujer más amorosa que conozca
Cuyo carisma alegra mis días reemplazando lágrimas por sonrisas.

Y como si fuera poco
en ti reside el amor, que
alivia y calma el dolor por la presencia de Dios en tu corazón; haciendo de tu entorno un jardín de bellos recuerdos.

Planetas alineados diría el razonamiento, sin encontrar respuesta ante tal creación perfecta.

Bella musa diría el artista si en ti se basara su pintura.

Bendición le llamo yo, ya que sin merecerlo tuve el privilegio de llamarte seño y hoy en día sigo recibiendo tus buenos consejos.

¡Corazón Abierto, Pensamientos Sueltos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora