¡A ti maestra de enseñanzas!

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A ti que trabajas día a día sin reservas ya sea en tu casa, donde enseñas
o en algún otra área.

Todo el año y a diario
cumpliendo con los horarios
te levantas con el deseo
de cambiar un corazón con tu buen ejemplo.

El cansancio no te importa y toda injusticia aveces soportas
pero la pasión y entrega por enseñar nadie te la va a quitar.

Trabajas en distintas áreas
sin importar la paga
porque haces lo que amas
incluso fuera del aula.

Tu labor deja dicho ejemplo
tanto en tus hijos como a cualquiera de los niños que están contigo.

Pues cualquiera quedaría asombrado con cada uno de tus esfuerzos
que por cierto no son en vano
porque Dios los tiene en sus manos y su recompenza a su lado.

¡Corazón Abierto, Pensamientos Sueltos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora