¡Mi gran amiga!

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  Cuando me preguntan acerca de nuestra amistad siempre digo que eres una maravillosa persona.

Si tuviera que hablar de vos me quedaría sin palabras por tus buenas obras incluso las malas porque dejan una razón por la cual reflexionar y siempre de una u otra manera la enseñanza te acompaña con cada una de tus palabras.

Hablar de ellas es tan bello como nutrirse de la tranquilidad que brindan los árboles del alba, ese lugar donde uno descansa de lo cotidiano para encontrarse con esas pequeñas pero bonitas y sencillas cosas que otorgan la paz y serenidad que un alma como la tuya puede albergar.

Contigo me hallo escondida en cada vivencia a la que sólo se llega si el camino está iluminado por una estrella polar en un cielo de esperanzas.

No se si seré una gran amiga o si realmente podré dejar una huella en la vida de las personas.

Solo sé que recibí la semilla de la amistad que nunca crece sola y que día a día tus sabias enseñanzas regaban dulcemente mi alma.

Haciendo que poco a poco creciera con el deseo de poder llegar a ser como tu, esa mujer  que con paciencia aconseja.

Y siempre está para abrazar con amor otorgando gratos momentos compartidos.

¡Corazón Abierto, Pensamientos Sueltos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora