¡Corazón Abierto, Pensamientos Sueltos!

¡Carta de una docente!

Queridos papis;
Quería agradecerles por el tiempo que invierten para que la educación de sus hijos se fomente, para que ellos tengan el privilegio de crecer en un ambiente de infantes y puedan aprender desde su niñez.

Quería agradecerles por escuchar mis peticiones y las de mis semejantes colaborando cada vez que pueden trayendo lo que las seños les piden, les agradezco por asistir a las reuniones dejando en pausa sus actividades personales  para venir a informarse de lo que sus pequeños hacen.

Sepan comprender que no tengo uno sino varios niños, que cada uno de ellos es distinto, que está el inquieto pero también el sumiso, que está el tímido pero también el participativo.

Sepan comprender que me esfuerzo en atender a cada una de sus necesidades, que creo actividades para que puedan divertirse pero a su vez también aprender.

Eh notado que algunos no pueden acatarse a ciertas consignas por más que sean repetitivas, por eso con todo dolor me tomo el atrevimiento de  sentarlos un momento, no lo tomen como un castigo imponente simplemente intento abrirle  paso a su pensamiento y reflexión para que puedan cambiar su actitud.

Mi trabajo es enseñar pero existe una delgada línea que no puedo atravesar y es la de educar ya que esa tarea usted se la brinda desde el momento que nace.

Por eso quería pedirles que me ayuden desde sus hogares con cuestiones simples como obedecer y con valores básicos como respetar a otros, se que desean lo mejor para sus hijos y se sienten muy orgullosos con cada uno de sus logros.

Por eso los invito a que juntos formemos a esta nueva generación que está creciendo, que tanto los padres como las seños tengamos una misma voz porque muchas veces los niños se encuentran en conflicto cuando la seño encarecidamente les pide algo porque en su hogar ellos viven de otra manera lo que  afecta a que ellos puedan cumplir con la consigna.

Mi deseo tanto como el suyo es que cada niño aprenda desde la temprana edad que acuña la infancia. Y si sumamos los valores y las ordenes que usted le brinda en su casa con la enseñanza que esta institución les brinda estoy completamente segura que ya no tendre que volver a usar el método de la sillita haciendolos sentar a pensar.

Trabajemos juntos para que nuestros niños crezcan escuchando una sola voz y así el día  de mañana ya no se encuentren en ese conflicto de obedecer a la seño o a los padres, eduquemos a nuestros niños para que ellos puedan crean un buen futuro siendo ejemplo de muchos..

Desde ya les agradezco de lo más profundo de mi corazón.