Capítulo 22: ¿Mal día? ¿Mala mañana?

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- Buenos días solecito - me saluda una pelirroja saliendo del baño

- Buenos días - respondo con pereza

Hago un gesto con mi mano para saludar a mis demás compañeras antes de entrar al baño. Tomó una corta ducha ya que voy tarde, me cepillo los dientes y me peino. Salgo con casi todo mi uniforme ya puesto, mientras me pongo mi saco y me acomodo la corbata alguien toca la puerta. Todas nos miramos extrañadas, los únicos que vienen aquí son Jack y Logan, los cuales no tocan.

- ¿Qué? - pregunta Nina de mala gana abriendo la puerta

No puedo ver quien está en la puerta desde mi lugar pero supongo que es algún chico buscando a alguna de mis compañeras, las cuales odian las visitas de... cualquiera.

- ¿Qué mierda haces tu aquí? - pregunta Annabell enojada

No puedo evitarlo y me asomo un poco para poder ver quien es. Grave error. Mi mirada choca con los ojos azules de Ryu.

- Mira la perra está aquí. Lo había olvidado - dice divertida Lily

- Te pregunte algo - la pelirroja se cruza de brazos

- ¿Porque eres tan cruel conmigo osita? Se que ya no me quieres pero no es mutuo - dice el Cooper acariciando el rostro de la chica enojada

- Quíta tus asquerosas manos de mi amiga - ordena Nina molesta separando a Ryu de Annabell

- ¡Oye! ¡No digas esas cosas frente a mi! - le reclama la morena a lo que el chico suelta una pequeña risita

- Tu eres mi novia y te quiero mucho Lily pero tu, ella y yo sabemos a quien prefiero - dice sin quitar la mirada de la pelirroja

- ¿Qué es todo este espectáculo? - pregunta Sakura saliendo del baño ya lista

- Vengo a ver a mi hermana ¿no puedo? - pregunta con inocencia

La rubia suspira cansada para tomar su bolso y jalar a su hermano fuera de aquí.

- ¿Nos vamos juntos? - pregunta Lily con "amabilidad" a Annabell

- Que te den - toma sus cosas y se va

- Que mal. - dice con falso dolor la morena - Bye

Suspiro aliviada recién la chica ya no se encuentra en mi campo visual.

- Que bien empezamos la mañana ¿no? - pregunta la castaña con sarcasmo

- Ni que lo digas. Precisó hoy una amiga iba a acompañarme a clase, quería que la conocieran

- Había olvidado que tienes una nueva amiga. - la veo extrañada - Jack me lo contó

- Oh...

No puedo evitar repetir la escena de ayer en mi mente por lo que automáticamente desvió mi mirada.

- Me alegra mucho que te acompañe hoy ya que tengo cosas que hacer y no te puedo acompañar

- No hay problema - digo con una sonrisa mientras sirvo el cereal con chocolate para mi desayuno

- Tengo que hacer unas cosas con las chicas, enserio lo siento so

- Que va. - le sonrió - Las chicas... - murmuró para mi misma

- Si mis amigas de mi grado. - Nina toma su bolso y abre la puerta - Adiós

- Adiós - me despido con tristeza

Mi mente vaga en los diferentes comentarios de las amigas de Lisbeth y todo lo que a estado pasando estas últimas dos semanas.

Unos golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos, veo mi plato aún lleno. Olvidé comer por estar pensando. Miro el reloj de mi celular el cual me señala que ya voy bastante tarde.

- Mierda

Tomó mi bolso y salgo corriendo a la puerta dónde me encuentro a una chica de cabellos azules.

- Lis - la saludo

- So, vine a buscarte ya que no aparecias, supuse que te retrasaste

- Gracias, vamonos ya no quiero que llegues tarde por mi culpa

- Tranquila - me sonríe

- Lis de verdad eres un ángel

Caminamos al ascensor hablando de todo tipo de temas triviales hasta que las puertas del ascensor se abren en el primer piso.

- Oye, quería agradecerte por prestarme tu Biblia - dice la chica concentrada en el camino - fue de mucha ayuda. De echo hay una regla que llamó la atención

- ¿Así? ¿Cuál fue?

Con una mano arriba giro a la derecha en el pasillo para ingresar a la parte escolar.

- La primera - la veo confundida y está suelta una dulce risa

- Mira al frente

Todas las personas del pasillo me ven con una sonrisa macabra y con algo extraño en las manos que no alcanzó a ver. Primera regla... enfocó mi vista y logró ver las asquerosas cosas del diablo en sus manos.

- Empecemos a divertirnos, perra

Después de la frase de Lily todos empiezan a lanzar los hongos sobre mi. Grito desesperada y salgo corriendo pero la gente me rodea lanzándome cada vez más. Mi respiración es cada vez más pesada y caigo al suelo. No e permitido que ningún hongo me toque pero al no tener más espacio en donde arrastrarme por el suelo me detengo.

- Interesante regla, so

Con una sonrisa macabra la chica de pelo azul lanza un hongo en mi cabeza. Justo en ese momento pierdo la razón.

Recobró poco a poco la conciencia pero no abro mis ojos debido a que los siento bastante pesados. Permanezco en silencio tratando de volver completamente en mi ya que me encuentro un poco adormilada. Mi celular suena en señal de que ha llegado un mensaje, si tuviera los ojos abiertos los hubiera rodado.

Poco a poco abro mis ojos, me encuentro en una habitación blanca, muevo un poco mi cabeza para la izquierda y así poder inspeccionar sin embargo veo unos ojos verdes los cuales están concentrados en su teléfono. Trago en seco, el sonido provoca que esos hermosos ojos choquen con los míos pero rápidamente vuelven al celular.

Después de unos segundos bloquea el celular lo deja sobre una mesita para luego clavar su vista en mi. No e podido quitar mi vista de su cabello negro y sus ojos verdes.

- Al fin despiertas

Su voz no sale con alivio de echo no logró distinguir ninguna emoción en su tono de voz como es lo usual.

- Si así es

- Hola, por cierto - pasa una mano por su cabello negro

- Hola, momo

La religión de los raros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora