Capítulo 13: Ser santo

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- Yo... yo tampoco quiero abandonarte - dice entre sollozos mientras se aferra más a mi cuerpo

- Entonces dime que no es cierto - le pido con una sonrisa mientras me separó

Logan me dedica una sonrisa triste para luego acariciar mi mejilla con delicadeza. Sus ojos recorren todo mi cuerpo y luego me ve con dulzura.

- Pero tampoco quiero mentirte

- ¡¿Entonces que quieres que haga?! - pregunto desesperada con una mano arriba y con la otra golpeando al castaño - ¡¿Porque me dices esas cosas?! ¡¿Porque juegas así conmigo?! ¡¿Porque me dejaste amarte?! - y con mis lágrimas saliendo al tope bajo mi mano

Empujó a Logan haciendo que salga del camino y caiga en el gran jardín.

- Sophia - su voz sale sería, sin emoción

Dejó que mis rodillas sedán y me tumba en el jardín junto a mi amigo. El castaño me abraza así que automáticamente escondo mi rostro en su pecho y a pesar de todo, de ser... un asesino me siento a salvo. Siento que estar con él me hace feliz.

- Yo... siempre lo tuve todo. Los chicos de mi colegio decían que era un niño mimado, - suelta una risa sarcástica - aunque todos lo eramos, después de todo era una escuela para niños ricos

Sin soltarme del abrazo saco mi cabeza del pecho del chico y lo veo a sus hermosos ojos verdes; su mirada esta pérdida y logró ver su tristeza en ella.

- Yo... me deje afectar por sus comentarios y quise ser otro tipo de persona. - suspira cansado - Gran error. Me uni a unos chicos que... no eran buenos. Hice algunas entregas de droga y golpee a muchos chicos pero un día, ese maldito día decidimos robar una Banco, algo que con todo el dinero de mi madre nunca necesitaría en toda mi jodida vida, pero aún así lo hice. - lo veo con tristeza y lo abrazo aún más fuerza - Todo estaba saliendo bien... un señor... Carlo Lenz, para ser exacto intento escapar. Todos me gritaron que lo detuviera y luego... fue como si el arma en mi mano se disparara sola... el sonido de su cuerpo al caer al suelo aún resuena en mi mente y veo su cuerpo sin vida en el suelo cada vez que cierro los ojos. Un hueco en la cabeza

- Logan... - es lo único que sale de mi garganta

- No encontraron suficientes pruebas como para culpar a alguien así que dejaron el caso... yo iba a confesar, - escucho sus sollozos cada vez más fuerte - pero mamá me convenció de no hacerlo y que si yo quería me enviaría a en el internado y así lo hizo. Me fuí, deje una familia rota y a unos criminales sueltos

Las palabras continúan sin salir de mi boca. Tan rápido como llegó la lluvia para de repente aunque el cielo continua nublado. Me separó lentamente, Logan me dedica una sonrisa triste.

- Mate a alguien... ¿sabes? Al igual que tú soy raro. No puedo ver una pistola sin empezar a temblar como una gelatina y que me de un ataque de pánico - el castaño deja salier una risa amarga - pero eso merezco, eso y más. Así que odiame y vete de aquí - señala la reja

Y después de pensar que no volvería a verla Logan me muestra una linda sonrisa. Se levanta y me ayuda a imitar su acción.

Logan empieza a caminar en dirección a la puerta de su casa, lo sigo por instinto.

Camino trás el chico hacia la puerta de la mansión con la intención de poder decirle algo aunque mi cuerpo no me ayude. Paramos frente a la gran puerta de madera pero justo antes de que Logan la pueda golpear tomó su mano, el chico me ve confundido. Respiro hondo para tomar fuerzas y obligar a mi garganta a funcionar.

- Co-comestiste un error ¿quien no lo a echo? - tomó aire - Annabell robaba, Jack vendía y consumía drogas, Sakura vendía su cuerpo y Nina dejó a alguien en silla de ruedas

- Es diferente - dice con cansancio

- Ninguno es un santo Logan... yo inicié un tiroteo ¿quien sabe si lastime a alguien? ¿Que tal si la próxima una de las balas atraviese la cabeza de alguien? - sus ojos verdes se clavan en los mios con furia - No voy a juzgarte - digo con dulzura

La furia continua en sus ojos, trago en seco al darme cuenta de que mis palabras no fueron de ayuda.

- ¡Oh joder no es lo mismo! ¡Tu eres jodidamente perfecta! ¡Cada parte de ti es tan inocente! Eres rara, eso no está mal y no te convierte en una asesina, es más ¡¿que hace una persona como tú conmigo?! - lo veo confundido y este toma mis hombros - No te merezco y por más que siempre soñe con alguien como tú, que me aceptara como soy es solo una maldita ilusión porque al final te dañare...

No lo soporto más y mi mano se estrella en su cara. Logan me ve fijamente, no logró descubrir que piensa pero supongo que debe estar confundido, después de todo le acabo de dar una cachetada.

- ¡Deja de decir tantas estupideces! - le ordenó - ¡Es mi decisión si quiero estar contigo, si me dañas es mi problema! - suspiro cansada - Se que no lo harás

- No podría perdonarmelo jamás - dice con tristeza

- ¡Eso no pasará así que deja de poner barreras entre los dos de una jodida vez porque nada me va a separar de ti! ¡¿Entendiste Logan Jackson?! ¡No me voy a separar de ti jamás!

Recupero toda la fuerza que había perdido hace poco e impulsando todo mi cuerpo uno mis labios con los del castaño. Después de unos segundos que para mi fueron eternos me responde el beso. Es dulce y lento.

La religión de los raros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora