II.

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Aunque a veces podía parecerlo, Chanyeol no era tonto. Darse cuenta de las insinuaciones de Baekhyun no era difícil, pero no supo desde cuándo estas se volvieron tan persistentes y, lamentablemente para él, audaces. Él no admitiría que una parte de su lobo interior llamaba a Baekhyun cuando se encontraba cerca. El olor del pequeño era irresistible y no recordaba cuándo no lo había sido.


Sin embargo, Chanyeol no podía cruzar la línea de aprendiz-entrenador que se había creado entre ambos, no solo porque Baekhyun era el hijo de su propio entrenador y alto mando del clan, sino también porque ocho años separaban sus edades y no es fácil si has visto crecer y madurar (no solo mentalmente) a tu propio alumno. Desde un mocoso descuidado y debilucho de doce años hasta un atractivo jovencito de diecinueve que hacía de sus encantos un espectáculo digno de presenciar.


Así que a Chanyeol no se le ocurrió mejor idea que encontrar refugio en la hija de un pequeño clan vecino: Chaeyoung. Tener alianzas era bueno al fin y al cabo, ¿no es así?


―No.


Chanyeol estiró una mano para bloquear el sorpresivo ataque de Baekhyun, que se había estado aproximando desde su izquierda. Podía sentir aquel aroma tan particular a metros de distancia.


―Auch... ―Baekhyun sobre la tierra húmeda, siendo humano nuevamente, se quejaba sobándose la nariz.


―Mal ―dijo Chanyeol―... otra vez.


Baekhyun le dirigió una mirada de enojo infantil, pero aceptó la ayuda para ponerse de pie. Ambos estaban en el bosque que se extendía cerca a la casa de los Byun y que, por territorio, pertenecía al señor Byun y al clan.


―Venceré tus malditos reflejos, ya lo verás.


Suerte con eso, Chanyeol solo rueda los ojos.


―Muy bien, me gusta esa actitud. Hoy entrenaremos en La Arboleda, así que espero que estés muy atento... si no quieres golpearte de nuevo esa bonita nariz.


El índice de Chanyeol tocó la punta de la nariz de Baekhyun, provocando que este intente golpearlo ante la burla. Sin embargo, caminando a espaldas de Chanyeol, Baekhyun podía esconder el ligero rubor que pintó sus mejillas y la sonrisa que apenas se asomaba en sus labios.


―Chanyeol.


Baekhyun corría a la par de él, escabulléndose en los arbustos y sorteando los troncos que aparecían aleatoriamente en su camino.


― ¿Qué sucede?


― ¿Por qué Chaeyoung no tiene una marca tuya?


La Arboleda era una zona del bosque que concentraba muchos más árboles que cualquier otra, estos estaban muy juntos y había que tener mucho cuidado para no estrellarse con ellos. Algo que por poco le sucede a Chanyeol al escuchar tal pregunta.


― ¿A qué viene eso, Baek? No es momento. ¡Concéntrate!


―Estoy muy concentrado.


La voz del menor se escucha muy cerca detrás de él y Chanyeol tiene la rápida reacción de rodar y saltar tras un arbusto, llevándose algunas ramas y hojas en su pelaje.


―Deberías escucharte a ti mismo ―dijo Baekhyun con sorna, concentrando su olfato en lo que lo rodeaba.


Escucha las hojas; pero, al voltear, Chanyeol ya está saltando sobre él y se ve acorralado por el gran tamaño que tenía el lobo negro. No solo eso, sus fosas nasales se inundan con el olor que emana del cuerpo de Chanyeol y siente que puede volverse loco en ese mismo instante.


― ¿Dónde quedó tu concentración, jovencito? Ahora mismo ya estarías muerto.


―Tú no me harías daño.


―Sabes que no, Baek, pero aquello no tiene nada que ver con el entrenamiento. ¿Podrías despejar tu mente?


Chanyeol ha salido de su encima, dejándolo libre para poder empezar de nuevo; Byun Baekhyun es terco.


―No hay nada de malo en que me respondas, Chanyeol.


― ¿Por qué importa tanto una insignificante marca?


Chanyeol está a punto de encarar a su insistente alumno, pero este es quien ahora salta encima de él a manera de juego, muy característico del lobo menor. Baekhyun vuelve a su forma humana, lo que obliga a Chanyeol a hacer lo mismo.


― ¿Es eso? ¿Te parece insignificante una marca? ¿No es porque en realidad Chaeyoung es una loba beta y no puede ser marcada?


El alto parece sorprendido por un segundo, mas el control que tiene sobre sí mismo hace que Baekhyun dude de esa primera impresión. En vez de saciar su curiosidad acerca de cómo el pequeño estaba enterado de ello, decide zanjar el tema lo más pronto posible.


―Baek ―Chanyeol invierte las posiciones, algo que no le cuesta demasiado en aquella forma―, las marcas no son algo indispensable para casarse ahora, así que no hay ningún afán por darle una a Chaeyoung.


Él está diciendo que se casará de cualquier forma...


Park se pone de pie, ayudando a Baekhyun a levantarse también antes de darle la espalda, dispuesto a continuar con el entrenamiento. Baekhyun se siente herido, pero quiere intentarlo una vez más.


―Pero, Chanyeol, ella es de otro clan. Y digas lo que digas, ¡yo no te creo! ―exclama fuertemente, reacio a moverse y seguir al mayor.


― ¡No entiendo qué tienes en contra de mi matrimonio!


Sí lo sabes. Lo sabes, lo has sabido siempre, pero decidiste ignorarlo, Park Chanyeol.


Chanyeol de pronto se da cuenta de que no ha recibido respuesta y, además, no huele a Baekhyun por ningún lado. Cuando gira cae en cuenta de que está solo, y el pequeño de los Byun debió haber corrido muy rápido, pues su olfato, en primera instancia, no alcanza a oler rastro alguno.



Visto con otros ojos (ChanBaek)Where stories live. Discover now