tanto como yo; uno.

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Lee Dongmin.

Mi dulce e iluso Dongmin.

Nunca he sido del tipo cursi que ama escribir notitas románticas o cartas con confesiones de amor. Tampoco del tipo que escribe tontas palabras de amor.

Pero por ti lo haré.

Te seré sincero. Ahora mismo, mientras te escribo, está saliendo de una fluida y capaz habilidad de improvisación. No tenía idea de como iniciar esta carta ¿de amor, supongo? No sabía si iniciarla con el clásico "Querido" y no sé si terminarla con un cursi "Siempre tuyo, Moon".

Soy nuevo y aprendo sobre la marcha. Sólo sé que estoy enamorado de ti y que por el amor que te tengo, no debo, tengo que escribirte estas cartas de la manera más sensata posible y entregartelas discretamente.

¿Cómo continuar luego de esta introducción tan larga y redundante?

Empecemos planteando un hecho que aunque seguro es feo de escuchar, es terriblemente cierto.

Estás marchitandote lentamente, Dongmin. Como aquella rosa roja que cortaron para entregar felicidad al projimo, y que sólo lograron acabar con la vida de aquel ser vivo hermoso y etéreo.

Tal como a esa rosa, te han cortado y sólo te mantienen vivo en un florero para presumirte y admirarte, en lugar de dejarte libre.

Pero a diferencia de aquella rosa, tú puedes volver a la vida. Hazlo por todas aquellaa rosas a quienes les arrebataron la vida sólo por su belleza.

Tu brillo y aroma se están extinguiendo, y como una persona que te ama, me preocupa que si no te desencadenas a ti mismo más tarde sea demasiado tarde. Me asusta verte totalmente marchitado.

Por favor, no dejes que tu brillo se extinga más de lo que ya lo ha hecho.

Y en caso de que tengas la duda, ¿te estoy diciendo indirectamente que termines con Park Minhyk y corras a estos brazos que cálidos y listos te esperan para amarte mucho? Claro que no.

Que más quisiera, por supuesto. Pensé mucho antes de sentarme a escribir, no planee qué escribir, pero sí pensé en si rogarte quererme. Sin embargo, no sería muy sensato de mi parte. Porque aun si no me crees, la verdad es que aunque te amo como amigo y como interés romántico, te amo lo suficiente como para saber que lo que menos necesitas luego de terminar tu relación (porque la terminarás, yo lo sé) ed iniciar otra.

Lo que quiero pedirte en esta carta, con lágrimas a punto de derramarse y palpitaciones exageradas, es que lo dejes.

Tal vez lo ames, y quizás él te ame de vuelta. Pero, desde mi objetiva perspectiva, esa no es la forma de hacerlo.

Quizás Minhyuk te ame con toda su alma, pero también puede ser que no sepa hacerlo, puede ser que él no conozca el amor en ninguna de sus formas y es por eso que no ha podido amarte debidamente.

Y claramente tú tampoco sabes amar. Ni a él, ni a ti mismo.

Porque si lo hicieras, si te amaras, sabrías que la forma en que te sostiene posesivamente frente a cualquiera que represente un oponente latente, la manera en la que te habla (algunas veces) alzando la voz y sosteniendote hasta hacerte lagrimear, la manera en que te restriega sus aventuras de una noche y la manera en la que te monopoliza todo el tiempo, sabrías que no es amor.

Déjame terminar esta primera carta, concluyendo que, sí, él te ama tanto como yo, pero yo lo hago de una mejor manera.

De la misma manera que espero llegues amarte a ti mismo.

También te amo | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora