4- De bromas pesadas

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¡Aloha! ¿Cómo estáis hoy?

Yo por fin he terminado el nuevo capítulo y de antemano pido perdón si algún dedazo ha saltado por el escrito, lo cual es muy posible.

Aquí os pongo el nuevo chap, que recordemos, todo quedó cuando Draco acababa de invocar el bikini de Hermione ;)

IV-  De bromas pesadas.

La hora de cenar llegaría dentro de veinte minutos y Severus Snape estaba experimentando el momento más incómodo de su vida.

Esos dos demonios pelirrojos habían aparecido esa tarde en su cabaña y se habían ocupado de dejarle una muestra de “afecto” de su parte:

Cuando el profesor entró, encontró nada más y nada menos que un conjunto hawaiano y sinceramente horrible encima de la cama.
Al principio se había horrorizado ante la siquiera remotamente posibilidad de ponerse ese atentado contra la moda mágica, pero finalmente, y espoleado por el horrible calor que experimentaba con su túnica, se lo había probado para al menos poder sobrevivir a la barbacoa infernal  en la que se había convertido la isla hasta la cena.

¿Cuál fue su sorpresa al darse cuenta de que no podía quitarse esos horribles pantalones rameados y la camisa a juego?

Lo había intentado todo: Todos los hechizos, transformaciones… incluso maldiciones.

Tal vez si Severus hubiera seguido la lógica de los gemelos se habría dado cuenta de que el hechizo al que habían sometido a la ropa era tan sumamente fácil y ridículo que podría haberse resuelto con un sencillo contrahechizo.
Pero Severus Snape no seguía la lógica de los gemelos, en absoluto.

Finalmente decidió sobrellevar con dignidad su nueva condición de isleño caribeño y salió de la cabaña con la cabeza bien alta mientras se dirigía a la playa.

 ***

Hermione ahogó un grito. ¿Qué había pasado? Bajó la mirada por su cuerpo y la subió de pronto, completamente tensa.
Efectivamente, como había sentido, la parte de arriba de su bañador había desaparecido extrañamente.

Tardó un par de segundos en darse cuenta del círculo de alumnos que se acababa de formar en la playa y la señalaban mientras se reían.

Luna a su lado también sonreía disimuladamente y Hermione la miró con reproche.

—¡Luna, mira!

Con una mano se cubrió los pechos desnudos y con la otra los señaló a fin de que su amiga entendiera qué estaban haciendo todos esos alumnos ahí, pero Luna no alteró su expresión.

―No estás mal… ¡Me alegro de que por fin decidas ser libre de ataduras y mostrarte tal y cómo eres!

Para sorpresa de Hermione, Luna comenzó a desabrocharse también el bikini, pero consiguió pararla a tiempo, antes de que el espectáculo a su costa fuera  a más.

—No lo entiendes. ¡No he sido yo!

En la orilla, Draco sonreía socarronamente a todos los chicos que le decían cosas como “Tío eres el puto amo” o “Tío te mereces una estatua”.

Malfoy ya sabía que se merecía una estatua y se alegraba de que alguien lo comprendiera por fin, pero hizo oídos sordos a todos y se adelantó un poco hasta llegar al frente de toda la gente. Quedando a la vista de Hermione. Decidió humillarla aún más y levantó el bikini en su mano derecha.

―Me gusta tu bikini, Granger… Sin duda es sexy. ¿Crees que quedará bien colgado en la bandera junto a la mesa de la cena?

Draco esperaba una reacción muy “a lo Granger”: Escondiéndose en el agua y marchándose nadando hasta Londres… Pero de ninguna forma pensó que la remilgada de Hermione Granger, la listilla de Gryffindor, preferida de los profesores y con serios problemas de muelles en lugar de brazos para las clases, saldría del agua cubriéndose tristemente los senos con una mano y agitando la otra mientras reclamaba venganza, intentando alcanzarle para darle una buena tunda.

Vacaciones Mágicas en Bahikki [Dramione- Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora