🎭⊰【Afnaf】⊱🎭

『✧』Capítulo 3. Un reencuentro inesperado

El terror invadió a Noelia completamente. Intentó abrir la puerta con todas sus fuerzas, pero estaba atrancada. Golden se acercaba, convertido en nightmare, hacia ella. Agarró un mueble y lo lanzó hacia la chica. Ésta se apartó y la puerta se rompió por el impacto, derribando a Nightmare Bonnie, quien intentaba bloquear la puerta para forzar el triste final que tanto temía la chica. Noelia salió corriendo, bajó al piso inferior y, al llegar, todos los animatrónicos, transformados en nightmares, comenzaron a atacarla e intentar agarrarla. Consiguió escapar casi sin ningún rasguño, con mucha suerte y huyó a un parque abandonado, escondiéndose en el interior de un tobogán de tubo.

Al rato, aparecieron los robots. La estaban buscando. De repente, uno de ellos gritó que ésta se encontraba en otro lugar, yéndose todos al mismo tiempo. Todo quedó desierto, respiró hondo.

-Creo que ya todo pasó... - susurró.

Sin previo aviso, una garra atravesó el metal del tobogán, a centímetros de la cara de la chica. Ésta salió de allí y, horrorizada, vio a otro animatrónico, que jamás había visto, un conejo verde. Intentó escapar, pero con un movimiento rápido el hombre la atrapó del brazo, clavándole las garras que tenía por uñas. Sintió un gran dolor mientras la sangre resbalaba por su brazo lentamente, pero no quería gritar para no llamar la atención de los demás y que así la pillaran. De repente, alguien le dio un fuerte golpe al conejo en la cabeza, haciendo que soltara a la chica y se desmayara.

El robot cayó al suelo causando un fuerte golpe. Noelia levantó la mirada y vio a aquel que antes la había acorralado en el instituto frente a ella. Sin decir una palabra, el chico la cogió y salió corriendo. Los dos llegaron a la pizzería de Freddy Fazbear Pizza, entraron en la sala de vigilancia y cerraron las puertas.

-¿William? - preguntó la chica algo asombrada - ¿Qué haces aquí?

El de coleta la miró un instante, serio. Rápidamente, cubrió las ventanas con tela que había en uno de los armarios. Miró a través del cristal, para comprobar si estaban a salvo y se dirigió a ella.

-Perdona por sorprenderte de esta manera... No quería hacerlo... Es por tu bien - le dijo un poco nervioso.

-¡Me salvaste la vida! Te perdonaría un millón de veces si hace falta, pero no serviría de nada.

William se quedó pensando un rato. La veía bastante feliz, le había salvado la vida, se lo iba a agradecer, pero... él no quería solo agradecimientos.

-¿Puedes parar con todos esos agradecimientos, hermosa~? - le dijo con una sonrisa pervertida.

-¿W-William...?

El chico se acercó a ella y la acorraló por segunda vez en la pared. No paraba de mirarla a los ojos con esa sonrisa que la ponía nerviosa.

-¿Me echaba de menos, princesa~? - le preguntó a la chica.

-Absolutamente nada - le respondió molesta - no había pensado en ti ni lo más mínimo.

-Me parece a mí que no, tú eres mi princesa y yo soy tu príncipe morado~.

-¿Eso quién dice que es cierto? Nuestra amistad terminó hace años, ¿entendido? - le contestó Noelia enfadada.

-¿Sólo porque dejé a tu padre metido en ese caso? Yo no asesiné a nadie, solo son cuentos de la poli.

-No hay ninguna prueba que diga que tú no fuiste, le abandonaste, y ahora está muerto. ¡Es tu culpa! - le dijo dolida.

-¡Qué pesados sois! ¡Todos estábais en contra suya! ¡Todos decían que había sido tu padre, seguro fue él, siempre fue un perturbado! - le gritó William a la muñeca.

-¡¿Cómo te sentirías tú si tu mujer te abandonara, asesinen a uno de tus hijos y te culpen de un asesinato del que eres inocente?! - le gritó Noe medio llorando.

-No quiero discutir contigo. Aún hay cosas de las que no eres consciente. Llevaba sin verte casi 8 años, estás muy hermosa~ - intentó cambiar de tema.

-No quiero que me lances cumplidos. No los pienso aceptar de ti - le ordenó apartando la mirada.

-Ni de mí, ni de nadie, ¿me equivoco? - le preguntó el chico sonriéndole.

-Acertaste... Siempre aciertas... - suspiró la chica.

-Si de verdad acierto en todo... ¿qué pensarías si intentara besarte? Te pondrías muy nerviosa, ¿verdad? - se acercó más hacia ella.

Noelia se sorprendió, no se esperó aquello.

-¿Qué? ¿A qué viene eso? - le preguntó mientras empezaba a ponerse nerviosa.

-Hubo una cosa que intenté confesarte hace 8 años, antes del asesinato, pero no lo repetí por tu inocencia. Yo creo que ahora que has crecido te lo tomarás más en serio - le confesó el chico sin parar de mirarle a los ojos.

-¿Qué... cosa...? - le preguntó dudosa Noelia.

-Antes de decírtela... Déjame que haga algo que llevo intentando hacer desde que huiste de mí en el instituto - le pidió William con un tono dulce.

El chico la revisó con la mirada de arriba a abajo relamiéndose y le cogió la barbilla.

-Cuando el jefe decía que tenía un ángel en su casa, seguro se refería a ti. No pareces de este mundo~ - le dijo William con la mirada clavada en sus ojos - Tienes unos ojos celestiales...

Rápidamente, la cogió fuertemente del brazo y lamió la sangre que brotaba de la herida.

-Mm~ Tan deliciosa~ - se relamía.

Noelia se puso muy nerviosa y sintió un gran pinchazo en la cabeza seguido de un susurro: "No te acerques a él. Te intenta engañar". La chica sintió que tenía que hacer caso a esa extraña voz de su cabeza. Le dio otra patada a William apartándola de ella y le empujó tirándole al suelo.

-¡No te acerques! ¡Te odio! - le gritó.

Noelia abrió la puerta y escuchó a William reírse.

-Ja... ja... ¡ja ja ja! - empezó a reír como un loco - No voy a dejar que te vayas así bonita~ No me gusta que me detengan en pleno acto~ - sacó un cuchillo de su bolsillo.

-¡¿Qué piensas hacer?! - le preguntó asustada.

-¡Deja de creérles! ¡Ellos mienten! ¡Te ordenan que huyas de mí! ¡No pienso permitir que te vayas! ¡Si no eres mía no serás de nadie! - empezó a perder el cordura.

Aterrada, Noelia intentó escapar, pero la salida de la pizzería estaba bloqueada. Buscó otro lugar donde esconderse y se encerró en la sala de partes y servicio.

Empezó a escuchar la voz de William caminar por la sala de fiestas.

-Noelia~ Mi hermosa y dulce princesa~ Solo quiero jugar contigo~ No hace falta que huyas~

La chica estaba paralizada. Solo miraba la puerta cerrada mientras le escuchaba. Solo tenía un pensamiento en su cabeza: "Por favor, que no me encuentre".