🎭⊰【Afnaf】⊱🎭

『✧』Capítulo 25. El fin de la soledad

Unas semanas más tarde, las clases al fin habían finalizado y los estudiantes ya eran libres del cautiverio de la educación. Ese fue el momento perfecto para que Daniel Blake, el tercer hijo de la dinastía de su familia, comenzara su plan, sus ideas y su objetivo. Esperó a que la noche se cerniera sobre el pueblo y entró en su escondite. Un lugar invisible, oculto al ojo humano en su propia casa. Era uno de los portales que comunicaban Shin-ra con Hurricane. Entró dentro, como solía acostumbrar y preparó un terreno para la reunión que pensaba tener. Aún era demasiado pronto para atacar, debía aguantarse, parecer débil e indefenso y así, engañar a la brillante mente del Diablo. Con los poderes que le quedaban al ser el heredero, consiguió contactar con Scott Cawthon, su mayor rival por el momento, pidiéndole encontrarse en el Círculo Oscuro. Inmediatamente después, se dirigió a aquel lugar. El reino era una enorme isla, oculta en el punto ciego de la luz del Sol, por lo que siempre el cielo era negro, con enormes acantilados donde azotaban las olas del mar embravecido, sobre todo, cerca del palacio. En una de las montañas, en la cima, había una meseta desierta, rodeada por los muchos acantilados y un pequeño camino por el que se podía acceder. Nadie iba por las leyendas que contaban del Círculo. Hace eones los habitantes de Shin-ra coronaban allí al Diablo, y los que se presentaran por allí cuando no era la coronación, se enfrentaban a crueles y sangrientas batallas de las cuales, nunca hubo supervivientes. En el centro de la zona circular, había unas piedras simulando parecer escudos contra ataques enemigos. El pelirrojo se apoyó en una de ellas y decidió esperar. Unos minutos más tarde, las piedras se tornaron de un tono carmín y unas llamas adornaron un círculo que rodeaba todo el terreno. Del suelo, tras una llamarada, apareció el Diablo, con una de sus camaradas con él, su demonio personal.

-Aquí me tienes pequeño ratejo. ¿De qué querías hablar~?

-¿Ese es tu más mayor rival? ¡Pero si los dos le sacamos una cabeza Scotty! ¡¿Es en serio?! - le gritó la chica de cabellos castaños y verdes.

Daniel les lanzó una mirada asesina a ambos. Desde hacía tiempo, aquella demonio le apetecía. Era inteligente, de gran manejo de las armas, pero pudo fijarse que aquellos normalmente acaramelados señores de la oscuridad no lo estaban tanto.

-Por favor señorita Sawyer, respete al heredero del trono del Inframundo, si no, se enfada~ - se bufó el castaño haciendo una reverencia para luego reírse a carcajadas - ¿Vas a pedirme de nuevo por las buenas que te devuelva lo que te pertenece Blake~? Me temo que el trato no es de mi agrado~

El pelirrojo apretó sus puños con ira tratando de pensar entre una nube de ideas macabras que se le venían a la cabeza. Scott seguro tenía un punto débil, y quería averiguar cual era aquel.

-No te iba a proponer nada en un principio - le dijo serio - Quiero una lucha digna. Tú contra mí - le retó.

El castaño empezó a partirse de risa exagerando hasta tal punto que daba impaciencia. Finalmente recobró su postura y se presentó como el gran y majestuoso Diablo que había conseguido ser.

-No peleo con adolescentes enanos y llenos de esperanzas que creen vencer al rey de la oscuridad. Tal vez cuando cumplas los 18~

El pelirrojo gruñó entre dientes, completamente fastidiado.

-Esto ya aburre, me vuelvo con mi pivita - dijo el Diablo - Vámonos putita~

-¡¿Cómo que putita?! ¡¿Por quién me tomas gilipollas?!

-¿Mm? ¿No es lo que eres? Me servías como un alivio sexual y poco más, ojalá pudiera regal-