Proyecto colmena

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—Déjame ver si entendí... aparentemente existen estas cosas llamadas "abejas reina" que son algo así como las únicas que pueden poner muchos huevecillos, ¿no? Y son también quienes mandan y todo se mueve en torno a ella porque sin la abeja reina no habría vida, ¿verdad?

Bakugo asintió, eso era en esencia la idea.

—¿Entiendes ahora, Kirishima? —preguntó Bakugo.

—¿Sobre nuestra situación? No del todo... ¿cómo planean que encontremos una abeja reina entre nosotros? Somos humanos, no ponemos huevos, y si bien podemos reproducirnos entre nosotros, somos iguales todos —su rostro enrojeció al decir eso último, por alguna razón.

—Esa es la otra parte del problema —Bakugo observó a Kirishima. ¿Debería decirle? ¿Debería comunicarle sus sospechas completas y explicarle la otra parte del rompecabezas? Si lo hacía, no tendría pruebas para respaldarlo, además de que demasiado imposible.

—¡Pero no pongas esa cara tan seria! —Kirishima posó sus manos en los hombros de Bakugo, le sonrió como siempre—. Estamos juntos en esto y mientras tengamos la mente clara, los espíritus fuertes y una meta, podremos salir de esta.

Bakugo pensó en las mil maneras que tenía para decirle cuan estúpido, ciego, e inocente estaba siendo respecto a todo. Pensó en decirle como los espíritus fuertes son insignificantes ante la realidad, lo poco que importa una meta en la vida y lo fácil que la mente puede ser nublada... pero, ¿por qué hacerle eso a él? ¿Por qué tirar abajo lo que él construía para no caer en el pesimismo? Con eso en mente Bakugo no dijo nada, sencillamente le dio un golpecito en la barbilla.

—Más que vale no olvidar eso, Kirishima.

—Bakugo... —Kirishima se acercó—... Antes de que todo esto pasara... yo... yo quería decirte algo.

—¿Qué querías decirme?

—Yo...

—¡Saludos! ¡Qué bueno encontrarlos, sujetos A002 y A004! Llegó la hora de su chequeo médico.

Kirishima y Bakugo voltearon, esa no fue una voz robótica, fue una voz humana... ¿cómo? ¿No estarían solos en esa jaula elegante?

—¿Qué demonios significa esto? —dijo Bakugo, furioso.

—Mi nombre es Kaminari Denki... por tu respuesta podría asumir que piensas que soy un humano; permíteme informarte. Soy un androide de alta tecnología, de la línea de androides humanoides especializados para medicina y terapias de recuperación, entre otras actividades que requieren de asistencia no-humana. Cuento con un escáner para analizar sus estados anímicos, además de contar con una base de datos diversa para operar y maniobrar según sus necesidades. Estaré a cargo de la salud de todos los sujetos, si algo sucede no duden en llamarme.

—Vaya, había visto androides antes pero nunca uno tan... —Kirishima quiso decir "perfecto" —. Es increíble ver tecnología tan realista, casi da miedo.

—¿Miedo? Espero no sientas miedo, su salud es mi prioridad —respondió Kaminari.

—¿Puedo preguntar algo? —quiso saber Kirishima—. ¿Tienes emociones? ¿Hasta qué punto...?

—Estoy programado para ofrecer respuestas correctas que puedan coordinarse con el grado empático que da confianza y seguridad a los humanos; no poseo emociones ya que no poseo un organismo orgánico que pueda proveerme de todas esas respuestas fisiológicas y viscerales; sin embargo, cuento con protocolos especializados, que responden a ciertos patrones específicos. Mi diseño posee expresiones fáciles, por lo que puedo emular esas emociones como si fueran ciertas, además de modular el tono. La inteligencia artificial con la que me han programado está abierta a expansión que irá "programándose" acorde a ustedes, sus necesidades, etc. ¿He satisfecho tu curiosidad?