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҉ Todo lo que pase ҉

Roberto Jiménez Alvarado, cabello negro con corte estilo militar, piel morena y ojos verdes; el policía al que ha recurrido para salvar a Abraham y su hermana se encuentra leyendo el folder dorado de Simio, de Nash, el de Arlyn y el de su difunta madre. Apenas hace una semana había sido el entierro, por extraño que parezca se sintió solo.

Su padre llegó horas después de la hora que inició, le vio a los ojos y abrazó con mucha fuerza, David no está seguro si su padre lloró o no ese día, pero se sintió un poco bien al notar que no era el único sufriendo de sobremanera aquella perdida.

De igual forma, ha sacado una copia a varios reportes del Caso Algodonero, explicando en ellos que todas las mujeres encontradas en el campo se les fue retirado un trozo de carne del muslo, seguramente donde tenían el tatuaje que las marcaba como Ninochka. Necesita ayuda, más de la que ya ha obtenido.

David Alberto se pasa una mano tras la nuca, cierra los ojos y reza porque Roberto acepte la petición de ayuda. Sabe que no se puede negar, como amigos de la preparatoria le conoce bien, pero ¿qué pasa con los altos rangos? ¿Qué tal si varios de ellos estaban dentro del mundo de las Ninochka e Imre?

Jiménez tiene treinta y dos años, se conocieron en preparatoria y se hicieron grandes amigos, con él comprendió unas cosas que su padre jamás se hubiese atrevido a platicar con él, como la menstruación. Roberto creció rodeado de mujeres; su madre y cinco hermanas fueron quienes le educaron con mano ruda, por ello recurre a él. Cinco hermanas creciendo juntas y ninguna se casó de repente después de cumplir veintiún años.

¿No me estás tomando el pelo, verdad? –David Alberto niega con la cabeza, Roberto alza la mirada y frunce el ceño. – ¿Qué más sabes de ellos?

Lo necesario y necesito tu ayuda, no solo son ellos... hay mujeres dentro de esto muy enfermas y tienen a Abraham y a mi hermana.

David, esto es... Es una mierda escalofriante, ¿desde hace cuánto sabes de esto?

Cuando cumplí mis veintiún años.

¡¿Y por qué no viniste antes?! –Roberto se levanta del asiento, camina a la puerta del despacho y la cierra con fuerza. – ¿Qué más sabes de las mujeres?

No mucho, ni sé dónde están. Sé que les llaman las brujas, ellas asesinan a los Imre y se quedan con las Ninochka y con los hijos que se lograron dentro del contrato. –estira su mano para tomar el folder de Simio, para así poderlo cerrar. No puede verlo de nuevo. – Sé que es una locura Roberto y que no me has de creer, pero necesito tu ayuda. Esto es demasiado para mí solo, me chinga admitirlo, pero es así. Mi hermana y mi mejor amigo están en quién sabe dónde y mi madre está muerta, la asesinaron. Fueron esas brujas de mierda.

No hay pruebas.

No me jodas.

Lo siento David, puedo hacer con esto –señala los folder. – porque están los nombres de los antiguos compradores y es una clara prueba de lo que hablas, pero ¿Las brujas? Aquí no están mencionadas y si llegará tu padre o varios acusados a hablar de ellas, sería poco creíble. ¿Entiendes? Necesito de ellas, información que me haga poder tomar el mando de esto y ayudarte.

Pensé que eras Teniente General.

Y lo soy, pero tengo a alguien todavía sobre mí. Por favor, David, haz todo lo que puedas para conseguir información de ellas y yo haré mi parte. No te pienso dejar solo amigo.

David Alberto asiente, se levanta del asiento guardando todo el material que ha dejado y de repente se ve envuelto en los brazos de Roberto, aunque todavía le es extraño las muestras de afecto tan grandes, no puede negar que le viene de maravilla recibir uno.

El Caso Sigue Abierto; El Imre de Arlyn (segunda parte de ECA) (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora