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Aquella mañana como desayuno me había tomado sólo una taza de café y es que la noche anterior había olvidado programar mi alarma que descansaba sobre mi mesita de noche, motivo por el cual me había levantado tarde para la primera hora de clase.

Tomé mi bolso del sofá largo con la mirada de mi madre encima mío.

—Debo irme ahora —Besé su mejilla con rapidez.

—¿Tomaste desayuno?

—Si —Abrí la puerta de entrada y antes de cerrarla al salir, me volteé hacia ella. — después hablamos, te quiero

—Está bien, chao —Me lanzó un beso, ajustando su bata de dormir.

Para cuando llegué al paradero de autobuses, había uno recogiendo pasajeros así que no dude en subir también. Podría haberme ido caminando ya que la universidad no quedaba tan lejos de mi casa, sin embargo debía darme prisa si quería llegar al salón de literatura. Cinco minutos después, el autobús se detuvo al frente de la universidad así que salí de ahí con rápidos pasos hasta llegar a la puerta del salón, la profesora me sonrió cuando entró al mismo tiempo que yo.

Media hora después, la puerta del salón sonó dos veces antes de ser abierta por Jasper Ruiz, quién ingresó al salón después de intercambiar unas cuantas palabras con la profesora y entregarle un papel de autorización para que lo dejarán entrar aún cuando las clases habían empezado varios minutos antes.

— Me encanta como te queda ese short —Murmuró el castaño en mi oído al sentarse aún lado mío, sin importarle que ese asiento estaba reservado para Inna.

Miré de reojo en su dirección, notando la sonrisa de picardia que adornaba su rostro.

— ¿De verdad? —Contesté con sarcasmo y es que aquella prenda de vestir había sido un obsequio que él me había dado durante nuestro noviazgo.

—Sí —Respondió ahora con su mirada al frente nuestro. Acariciando con su mano mi rodilla derecha, levanté la mirada del libro de texto que leía para apartarle la mano de mí pierna, sin embargo volvió a ponerla encima de mí rodilla, esta vez subiendo más arriba de mi piel expuesta. Le di un pequeño manoton cuando tocó el borde de mi Short.

— Señorita Montero —Habló la profesora en un tono elevado. Frunciendo su ceño ligeramente.

—Dígame —Respondí ruborizada, con la mirada del resto del salón encima mío.

—¿Puedes decirme lo que está ocurriendo allá atrás? —Cruzó sus brazos — Me imagino que debe ser algo interesante para que ustedes dos no estén leyendo el texto dado.

—No ocurre nada —Ella levantó una de sus cejas al estar inconforme con mi respuesta dada. — Es que Jasper intentó tocar mi pierna y tuve que apartarlo

—Oye... —Murmuró Jasper como protesta por decir la verdad.

—Señor Ruiz—Dijo la profesora con un suspiro de cansancio. — Si no se comporta tendré que cambiarlo de asiento.

—Pues, tu puedes sentarte conmigo si te apetece —Habló Mariale, una rubia teñida sentada en los asientos de adelante, qué había sido parte de los ligues de mi ex novio. — Ya sabes que yo si dejaría que tu me dieras esas acaricias.

—Lo tomare en cuenta, preciosa

— Muy bien, ya basta con aquél tema y vuelvan a la actividad que les indique —Finalizó la profesora, logrando que todos volvieron a lo suyo.

—¿Qué? —Preguntó Jasper al notar mi mirada entrecerrada encima de él.

"Lo tomare en cuenta" —Hice el intentó de imitar su tono de voz.

Los besos de Jasper Donde viven las historias. Descúbrelo ahora