⟪50⟫

7.2K 645 675
                                    


Y lo hizo.

Mientras estaban en puro acto, él la arañaba y le daba cachetadas muy fuertes. La estiraba con odio del pelo y la ató a la cama.

—Para, por favor.—Dijo ella, llorando.

—Ya no hay vuelta atrás.—Contestó él.

—Saeran...—Suspiró.—Si alguna vez me quisiste, no lo hagas.—El chico desapareció por la puerta y volvió con un cuchillo.

Comenzó a hacerle pequeños cortes en las muñecas y muslos; después se dirigió al vientre. Volvió a salir y regresó con un limón. Comenzó a echarlo en las heridas recién causadas.

Cuando estaba a punto de acabar con su vida, alguien entró en casa.

—Joder...Ahora vuelvo, bebé.—Ella lo miró, sollozando.

Era su oportunidad si quería escapar. A pesar del dolor, comenzó a forcejear para liberarse y consiguió liberar una mano; seguidamente liberó la otra y por último los pies.

Se escuchaban gritos abajo, pero ella los ignoró y comenzó a vestirse rápidamente y agarró un jarrón que le serviría de arma. Bajó las escaleras y se encontró con el pelirrojo y el peliblanco discutiendo.

—¿Qué cojones le has hecho?—Preguntó el pelirrojo, enfadado.

—¡Ha sido todo tu puta culpa!—Saeran, tambaleándose, intentaba golpear a su hermano.—¡¡Vete de aquí!!

—Saeyoung...—Murmuró la chica sollozando. Ambos desviaron la mirada hacia la castaña.

—¡_____!¿Qué te ha hecho?—Preguntó el pelirrojo.

—Me ha hecho cosas... Terribles.—Dijo ella con la voz entrecortada.

—¡¡¡No mientas jodida zorra!!!—Gritó Saeran agarrándose a él mismo del pelo.

—Ven aquí, _____.—Ella se acercó lentamente.—Detrás de mí.—Ella hizo caso.

—Saeran, lo siento hermano.—Unos hombres de vestidos de blanco inmovilizaron a Saeran y se lo llevaron.

—¿Dónde lo llevan?—Preguntó la castaña observando como el de ojos aguamarina se alejaba y gritaba.

—A un psiquiátrico.—Suspiró.—No es fácil, pero es lo mejor.

_____ abrazó a Saeyoung repentinamente.

—Gracias.—Dijo, mientras continuaba llorando.

—No las des, tan solo hice lo que debía hacer. Es peligroso, no puede seguir suelto.—Ella asentía lentamente, era duro de aceptar.

—¿Y ahora qué?—Preguntó ella mirando los ojos ámbar del muchacho.

—Supongo que habrá que seguir viviendo sin él.—Dijo él, acariciando el suave cabello de la chica.

—No quiero estar sola...—Dijo ella mirando el suelo.

—Coge tus cosas y ven conmigo. No creo que tu casa sea segura, Saeran puede escapar en cualquier momento.—Ella asintió lentamente.

—Está bien.—Subió a su habitación y metió todo en una bolsa.

¿Fin?

A m e n a z a s [SaeranxReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora