II

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Yuuri caminaba hacia su departamento, recordando lo que había sucedido hace tan solo una semana, cuando terminó su larga relación de tres años con Viktor.

-Hace mucho frío-se quejó desde sus adentros-. Ahora que recuerdo, Pichit vendrá mañana y todavía no e comprado la despensa-y así se desvió de su camino y se dirigió hacia el supermercado.

Yuuri se había rentado un departamento amueblado unos días antes de terminar con Viktor. Era uno de tan solo dos piezas y no muy costoso.

Para ser cinseros, Yuuri se sentía mejor de lo que esperaba. Quizás suena feo, pero, al terminar esa relación dónde no sentía amor, era más relajante. Sí quería a Viktor, pero no de la misma manera.

No se arrepentía de terminar esa relación, porque si uno de los dos no tenía amor que entregar ¿De qué serviría tener una relación?

Intentó volverse a enamorar de Viktor, no quería perder su amor hacia él, puesto que es una de las personas más importantes que hayan estado en su vida, pero, todo fué en vano. Dijera lo que dijera, abrazara lo que abrazara o hicieran el amor como locos, no tenía ningún resultado.

Al asimilarlo y pensarlo varios días, aparte de hablar con Pichit, dió como respuesta a que, su amor hacia Viktor ya no seguiría por más que lo quisiera.

-Yuuri, lo que importa aquí no es mi punto de vista, sino el tuyo, ¿Qué esperas de tu relación con Viktor si no lo amas? te has esforzado pero no puedes volver a amarlo, mejor piénsalo bien Yuu-había dicho Pichit cuando Yuuri se lo contó.

-Lo sé Pichit, lo sé...


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Después una larga tarde de compras, Yuuri se dirigió hacia su departamento con muchas bolsas.

-Uff! están pesadas-dijo después de dejarlas en la mesa, para luego ponerlas en su debido lugar.

-¡No Otabek! ¡Tú eres el culpable! Eres tan serio que me pones de los nervios! Y ni qué decir cuando te doy algún detalle de mi parte-se escuchó una voz femenina, aparentemente alterada.

-Por favor Mila, cálmate, los vecinos se molestarán-habló una voz masculina.

-Me importa un bledo que ellos se molesten!, ¿sabes qué? ¡Me largo! De tí no puedo esperar nada mas que una cara seria!-dijo la voz femenina para luego escucharse un portazo.

Después de eso no se escuchó nada. Yuuri ya sabía del problema de sus vecinos, ya que todas las noches escuchaba gritos de parte de la tal Mila, quejándose de todo lo que tenía que ver con su relación.

Había veces que se topaba con uno de ellos por las mañanas y una que otra vez por las tardes.

-Bueno, no era de esperar que se fuera-susurró, para luego dirigirse a su baño y bañarse.

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¿Por qué siempre lo mismo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora