IX

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La canción no tiene nada que ver, la escuchaba mientras escribía xD

Estaban en el sillón cuando un peso en el hombro de Yuuri apareció.

—¿Ota?—habló en pequeño susurro.

Y ahí estaba, con los ojos cerrados y relajada respiración.

—Estaba muy cansado al parecer—.

Lo miró por unos minutos más, ¿Por qué no le molestaba? Si hubiera sido cualquier persona se hubiera sentido incómodo, pero con el kazajo en su hombro no sentía incomodidad, al contrario, quería acercarlo de alguna manera hacia él, apegarlo más, sentir su respiración más serca y acariciar sus cabellos, negros y cedozos.

—No pasa nada si no te despierto, ¿Verdad?—susurró—, quería darme un tiempo, pero contigo a mi lado es imposible...—.

Yuuri agarró al kazajo de los hombros delicadamente y lo abrazó, para luego acostarlo a un lado de él. Aunque tenía poco espacio, se acomodó entre los brazos de Otabek, juntando su cabeza contra su pecho.

—Buenas noches, Ota—.

Un beso fué su despedida, para entrar al sueño.

💮

A la mañana siguiente, Otabek despertó un poco incómodo, ya que al dormir en un sillón se sentía un poco incómodo, pero no estaba solo.

Al sentir algo removerse entre sus brazos bajó su vista y ahí estaba, Yuu tenía su camisa a la mitad de su espalda, dejando ver su blanquecina piel, sus largas piernas y su tan relajado rostro.

¿Acaso había muerto? Porque un ángel ante sus ojos estaba durmiendo.

—Yu–yuuri—habló el kazajo—, e-es de d-día—movió los hombros del nipón.

—Hu?—bostezó—buenos días Ota—se talló sus ojos mientras hablaba con una voz suave.

Otabek en cualquier momento moriría se tanta ternura.

Yuuri se levantó como si nada de su lugar y se dirigió hacia su baño. Mientras Otabek pensaba si habían terminado así por alguna acción erótica.

—¿Te quedarás a desayunar?—habló Yuuri mientras se estiraba.

—Tengo que ir a mi departamento, mi trabajo empieza en una hora—dijo un poco nervioso, mientras volteaba su mirada hacia su reloj—además no quiero ser una molestia—.

—Oh, que mal—dijo un poco triste.

—Nos vemos luego Yuuri—se levantó, se puso sus tennis y se dirigió hacia la puerta, pero una mano en su hombro lo detuvo.

—Que tengas buen día en el trabajo—dijo y lo besó en la comisura del labio.

Sus miradas chocaron por unos momentos, simplemente se miraban. Otabek analizado el suceso que había pasado, ¿Acaso Yuuri lo había besado? Si fuera un sueño, no quería despertar.

Yuuri por dentro estaba muriendo de los nervios "¿Qué dirá Ota?" "¿Fué muy apresurado?" "¿Talvez me debía de haber esperado más?", un montón de preguntas se le formulaban en la cabeza.

Pero Otabek no se quedaría atrás, y posó sus labios en la frente del contrario.

—Daré lo mejor—y se fué.

El silencio y el color rojo invadieron la cara de ambos, uno detrás de la puerta.

—Lo hice!—festejó uno.

—Es un demonio cuando quiere—susurró el otro.

¿Por qué lo hicieron?

💮💮💮💮

El próximo capítulo es el final 😸

¿Por qué siempre lo mismo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora