Todo comenzó en la secundaria, era el segundo año. Un jueves por la mañana, al parecer no había nada raro en mi día. Me duche, me puse el uniforme que consta de una camisa blanca, una falda gris y un suéter azul marino. Bajo a desayunar un vaso de jugo verde y mi mamá me da mi lunch, -adiós mami- le dije.
Tomo el transporte escolar y saludo a algunos amigos de los otros grados. Llego a la escuela como de costumbre, pongo mi mochila debajo de mis pies y empiezo a platicar con mis amigas, Claudia y Tania,
-mañana vas a ir al centro comercial con nosotras- me preguntó Claudia,
-¡Obvio que si!, vi unos zapatos lindisimos y me los quiero comprar- contesté.
-Buenos días, todos siéntense por favor- Entró el director junto con el profesor y un chico nuevo.
-El día de hoy se integrara con nosotros un nuevo alumno, pasa a tomar asiento por favor y después el profesor Iván te dará información sobre las clases, OK. Bueno pues me retiro, hasta luego.-
El chico era el típico tímido, usaba lentes, pelo castaño claro y corto , aunque no puedo negar que esta lindo y el uniforme le queda muy bien. Comienza la clase y el no dice ni una palabra en su apartado y silencioso lugar del salón. Comienza el receso y todos salen del salón, el es el último en salir, se queda afuera mientras observa todo a su alrededor. Yo lo comprendo de alguna forma, de un día para otro te cambian de escuela para estar entre extraños, debe ser muy incomodo.
Termina el día y aún no había dicho alguna palabra. Salimos de la escuela y el camina deprisa a unos metros en donde lo espera un auto rojo. Un señor de bigote y gran sonrisa lo espera dentro y el solo entra y cierra la puerta.
Yo solo quiero llegar a mi casa a descansar.
-Hola hija, ¿Cómo te fue?- me pregunta mi mamá que había llegado del trabajo para comer e irse de nuevo.
-Bien mamá, estoy cansada, ahhhh que sueño tengo- le digo. Me pregunta si quiero comer, a lo que respondo que sí, con un sí deseoso, tenia una hambre de perro. Me sirve un poco de crema de champiñón y su famoso pollo al gratín que está de rechupete. Terminamos de comer y ella se va a trabajar,
-Adiós mami, que te vaya bien, nos vemos al rato-
-si mi vida-, me da un beso en la mejilla, toma su bolso y se a. Yo subo a mi cuarto a hacer la tarea, claro como buena niña que soy, trato de terminar rápido y me aviento a la cama como clavadista de los juegos olímpicos. Duermo profundamente, escucho un ruido extraño en la ventana, me levanto repentinamente, no se que es. Es el chico nuevo, entra a mi cuarto, ¿Qué?, ¿Qué es esto?. El responde que quería estar conmigo, no puedo creerlo. Trae un suéter negro, pantalones de mezclilla y tenis converse blancos. Sus lentes ocultaban sus lindos ojos.
-¿Que haces aquí?, ¿cómo sabes donde vivo?- le pregunté,
-pues tus amigas me dijeron donde vives y decidí venir aquí- me contestó rápidamente, -sólo no te espantes-,
le dije en tono sarcástico -¡Claro!, como todos los días el chico nuevo de tu clase va a tu casa no te espantas tan fácilmente-, el solo sonrió y se sentó en mi cama,
-te ves muy linda cuando duermes, ese cabello alborotado y tu sonrisa me encantan, ¿te gustaría salir a caminar por un rato?-
-¿cómo?¿ a esta hora?, son las 2 de la mañana- dije mientras miraba el reloj que estaba en la mesita a un lado de mi cama,
-si, ¿por que no?, dicen que a esta hora la ciudad es tranquila-,
yo solo me reí, tome su mano y nos dirigimos a la ventana, saltaríamos a los arbustos, por que no.
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Te quiero, chico tímido.
Lãng mạnMe enamore del chico tímido de la clase, solo que este decidió cambiar y volverse el más popular del colegio. ¿Será que el también se enamore de mi?