Te quiero, chico tímido.

Capítulo 4: El análisis.

Aveces observo al chico, es torpe en los deportes, pero me parece tierno, aunque me gustaría que mejorara. Cuando juega fútbol no es el más experto, no le pega al balón, choca con los demás y es distraído, aveces me siento en las gradas a mirarlo con la excusa de leer un libro, me escondo detrás de el, pero en verdad estoy viendo a Rafael mientras juega, es gracioso ver lo torpe que es jugando, suena cruel pero es verdad. En dónde si es bueno es en química y biología, se ha convertido en el favorito de la profesora, el es el número 1 de la clase, en química ni se diga, el profesor le pide ayuda aveces para dar sus clases y algunos compañeros le piden que sea su tutor en época de exámenes.

Se ha integrado bien, ya habla más, aunque no demasiado. Se hizo amigo de un chico llamado Aaron, es del tipo de personas que son populares, ha sido novio de las chicas más bonitas de la secundaria  y se lleva bien con los profes, pero es tranquilo, casi no se pelea, bueno, solo cuando es necesario. Rafael y Aaron se hicieron los mejores amigos, sobre todo desde que Rafael le ayuda con las materias que más se le complican a Aaron. El comenzó a presentarlo con los demás  para que no se sintiera solo el pobre, antes se sentaba solo a la hora del receso, pero ahora Aaron y sus otros amigos lo acompañan.

Pasamos al tercer año y ha estado todo tranquilo, ninguno de los dos se ha peleado, aunque Rafael todavía era un poco inseguro. El no me gusta, o tal vez si, pero no quiero darme cuenta. No se, aveces uno confunde las cosas, más si eres un adolescente, además, tal vez me impresiono lo bueno que es en química.

Aveces le hablo, aveces no, no es como mi super amigo pero me llevo bien con el.

Ésta semana pasó algo que me hizo verlo diferente. Era domingo por la tarde, como las 4. Yo caminaba cerca del centro comercial, iba a mi casa después de haber visitado a Tania; pase por el estacionamiento y lo vi, ahí lo vi. Una chica rubia lo llevaba de la mano mientras pasaban entre los autos. Ella va en el colegio con nosotros pero en el salón de a un lado y es una de las más populares. La mirada de Rafa y la mía se cruzaron mientras ella lo jalaba en dirección contraria, parecía que en el momento que nuestros ojos coincidieron se había detenido el tiempo por un instante. Lo vi alejarse lentamente. Comencé a tener una mezcla de sentimientos entre celos, enojo y tristeza, pero ¿por qué?, tal vez no quería admitir que me sentía atraída por aquel chico tímido que había conocido hace poco. En ese momento no sabia que hacer, por que reaccione de esa manera, ni siquiera es mi amigo. Me voy a mi casa con un gran sentimiento de tristeza, pase de estar feliz después de haber visto a Tania y luego veo esto.

Llegue a mi casa enojada, no salude a nadie.

-hija, ¿estas bien?-

-si mamá, todo bien, subiré a mi cuarto a leer-

-enserio hija estas bien, ¿quieres comer?-

-no ma, gracias, estoy bien no te preocupes, estoy algo triste-

-bueno hija, esta bien sube, pero si necesitas algo, yo estoy aquí-

-gracias ma-, la abrasé y me fui.

Subí a mi cuarto, tome el primer libro que vi y me senté en el suelo a un lado de mi cama. No podía concentrarme, aquella imagen de ellos dos no salia de mi mente. Tomo mis audífonos y escucho un poco de música para calmarme. -¿serán novios?-, esa pregunta rondaba por mi cabeza. La imagen de ella sujetándolo del brazo, el detrás, ambos juntos, no podía con eso, sentía algo... ¿celos?, tengo que ser más sincera conmigo misma. Trato de ir a dormir, dejo el libro en su lugar y me pongo mi pijama, tomo mi celular y me acuesto en la cama, estoy escuchando ¨Oh love¨de Green day mientras miro al techo, en mi cabeza tengo la imagen de Rafa viéndome y de ellos dos tomados de la mano. No me doy cuenta en que momento me quedo dormida. Despierto a la una de la mañana, mi lampara sigue prendida y aún tengo puestos los audífonos, me los quito y apago la lámpara, me cobijo entre las sábanas y me hundo en un profundo sueño.