Frikis, ¡al ataque!

Capítulo 8

Carrie.

Todo parecía perfecto, por una vez en mi vida me sentía como en un verdadero cuento, una melodía lenta sonaba, Dominic tenía sus manos en mis caderas y yo rodeaba su cuello con mis brazos.

Sus ojos jamás dejaban los míos y la melodiosa voz de Adele hacía que todo pareciera mejor con Make you feel my love.

Pero todo acabó en cuestión de segundos, la música cesó, los gritos comenzaron, Dominic me soltó y yo... yo estaba empapada.

El líquido frío bajaba por mi cuerpo, cubriéndome de pies a cabeza.

-Carrie... -me llamo Dom, tratando de tomar mi brazo.

-Vete -susurré. -, solo vete.

El video acabo.

Murmuré una maldición por lo bajo.

Alguien había grabado y ahora estaba dispersado por todo YouTube.

-¿Nuevamente viendo eso? -pregunto Andree, sentándose a mi lado y dándole una mordida a su sándwich.

-Es que... todo pasó tan rápido -respondí, soltando el teléfono y poniendo mis manos sobre mis ojos.

Ella soltó un suspiro, sabía que se sentía culpable por todo lo que estaba pasando.

-Si hubiera pasado en otro momento me hubiera reído, lo sé, me conozco -admito -, pero pasó cuando me sentía en las nubes, me sentía completa.

-¿Que pasó con Dominic? -quiso saber mi amiga latina.

Me encogí de hombros: -Él quiso ayudarme, pero me sentí en medio de un colapso, creí que iba a estallar, ya sabes... tendría uno de mis ataques y no quería terminar desquitándome con él -me descubrí el rostro -. Creo que lo he arruinado.

-Dudo que esté molesto contigo -me animó, le di una sonrisa en respuesta por intentarlo.

-¡Que momento tan emotivo! -gritó Moon a nuestras espaldas, haciéndonos girar a verlo.

Moon, Caden, Wade y Alex se encontraban viendo la escena, Caden golpeó a Moon en respuesta: -¡Estaban a punto de besarse! ¿Tenias que abrir la bocota?

Alcé una ceja.

Caden tenía la extraña idea de que Andree y yo éramos pareja en secreto, por lo cual uno de sus sueños húmedos (sí, él muy asqueroso nos lo había dicho) era vernos a ambas besarnos.

-Jamás pasará -aclaró Andree.

-No enfrente de ustedes, al menos -agregue guiñándoles un ojo.

Caden maldijo por lo bajo, haciéndome soltar una risita.

-Entonces... ¿la perra de nieve está enfadado contigo? -curioseó Wade, jugando con sus manos con fingida inocencia.

-Soy yo quien lo evita -admití -. No estoy lista para afrontarlo.

-Y por eso es que tú y él no son nada -comentó Alex, rodando los ojos.

Iba a responderle que había muchos motivos y no solo ese, pero mi teléfono sonó interrumpiéndome en el proceso.

Mire la pantalla, la palabra "número desconocido" brillaba en ella.

Andree se acercó a mirar: -¿Responderás?

Negué.

-Hazlo tú, seguro es para ti de igual manera.

Ella tomó el teléfono de mis manos y sin dejarlo sonar una vez más, respondió.