'But without my voice, how can I'

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[Yoongi]

Y el día llegó. Finalmente lo hizo, después de tanto tiempo, Jiho enfermó. Solo era un pequeño resfriado con fiebre, pero había sido la primera vez que llegaba a caer malo desde que le había conocido, y sabiendo todos los lugares a los que había ido en las condiciones que había ido, lo extraño era que aún no hubiera pisado el hospital como mínimo quince veces.

La cuestión surgía en que Jiho enfermo era agotador y encima daba pena mirarlo porque resultaba hasta tierno con la cara roja y ligeramente hinchada. Además, se había recogido el pelo con una pequeña coletita y solo quería reírme de él. Mi compañero no paraba de repetirme que era un enfermero pésimo y a mí me daba absolutamente igual.

- Aquí dice que no deberías tomar cerveza –declaré descendiendo por la página de internet que había encontrado. – De hecho no deberías tomar alcohol si te estás medicando.

- ¿En serio un hada me va a dar lecciones de qué hacer si estoy malo?

- Pues sí porque al parecer sé más que tú.

- Pues alomejor no sabes nada y solo eres un pedante.

- Pues cuídate tú solo –le dejé caer sobre la cara el paño que estaba mojando en un pequeño cubo, sin escurrir siquiera, y me dirigí a la cocina a hacerme un café. Incluso dándole la espalda podía sentir sus ojos clavados en mi nuca. –No voy a llevarte una cerveza. Deja de mirarme.

- Quiero mimos –intenté ignorarle y mantener la serenidad, aunque realmente me estaba costando. Y más estos días en los que estaba especialmente descarado. No tenía pudor alguno, y la fiebre no tenía nada que ver con eso.

- Te ha subido la fiebre –respondí intentando evadir el tema. Ya me había acostumbrado a que bromeara en ese aspecto constantemente, pero no podía negar que en ocasiones me resultaba ligeramente incómodo. No terminaba de encajar bien su humor.

- Por eso mismo quiero mimos –le miré de reojo y él se percató, haciéndome un puchero. Yo desistí y terminé dirigiéndome a la nevera para agarrar una lata de cerveza. Seguidamente me serví mi café y fui de nuevo a la cama, tumbándome al lado del rubio por inercia. Posé mi taza en la mesilla de noche y dejé caer la lata en el estómago del humano. Él esbozó un quejido y yo sonreí levemente, apático total a su dolor. – Eres un enfermero pésimo.

- No soy enfermero –me limité a responder sin mirarle. Cogí mi libro e intenté proseguir la lectura.

- Cierto. Eres enfermero –le miré alzando una ceja y él sonrió pícaramente. Estaba realmente ido. Acerqué mi mano a su frente y no pude evitar abrir los ojos de la impresión. Estaba mucho más caliente que hacía unos minutos. – Mío entero.

- Podías tomarte la cerveza de una vez –a pesar de lo que decían mis palabras, mis manos se dirigían a cerrar el libro. – A ver si con suerte te sienta mal con la medicación y te quedas un ratito inconsciente...–di un trago a mi café y seguidamente me incliné para humedecer la toallita de nuevo con agua fría. Él me miraba fijamente sin decir nada. – No te imaginas no raro que es estar haciendo esto.

- ¿Decirme que ojalá me quede inconsciente? –sonrió débilmente y yo lo pasé por alto. Aproveché para agarrar la lata de cerveza y ponérsela sobre la cabeza. – Para no haber cuidado nunca a nadie, lo haces muy bien.

- Tengo sentido común. –lo que estaba haciendo era completamente normal. Le habría respondido que cualquiera podría hacerlo, pero inmediatamente se me vinieron una excepción tras otra, entre las cuales se encontraba el mismo enfermo, por lo que decidí dejarlo.– Y te he dicho que dejes de hablar. Te está subiendo la fiebre.

Beautiful wings ░Ziga░Donde viven las historias. Descúbrelo ahora