-No puede ser- exclamo llevándome malas miradas del resto las personas de allí.
Donde está el final de la historia, alguien a arrancado la página.
-¿Qué ocurre?- llega corriendo Aiden.
Como acaba la historia, justo lo que necesitaba saber es lo que no está.
-Alguien a a roto la página de esta historia-le digo- necesito esa parte.
-Es solo una historia- intenta tranquilizarme Aiden- no le des tanta importancia, lo que hay ahí es mentira.
Le lanzo una mirada para que se callara.
No creo que el libro esté en otro biblioteca de la ciudad, es demasiado viejo, pero y si el autor...
Es imposible estará muerto, el libro parece muy viejo.
Aún así tendría que haber un ejemplar en manos de algún familiar suyo.
Theodore Trillen.
Me levanto haciendo sobresaltar a Aiden.
Me dirijo hacia la sección de los ordenadores y me meto en internet.
Busco Theodore Trillen, obtengo un resultado que me ayuda a saber que ¿¡sigue vivo?!
Eso es imposible.
-Enserio, no entiendo que tiene esa historia es una como cualquiera otra- se sienta Aiden.
-Quiero saber como acaba- le respondo- fue Freya la que me digo la existencia de esa historia, dice que en tu reino se la solían contar a las niñas.
-Es una de esas estúpidas historias de amor- se burla-no deberías creer esas historias, son todo mentiras para hacer creer que van a tener su final feliz.
Le fulmino con la mirada- Es una historia muy bonita, ¿quieres saber de que va?- le pregunto.
-No creo en esas historias, y tú tampoco deberías, te quitan credibilidad- chasquea la lengua.
-Cuando sepa el final de esa historia querrás que te la cuente- contraataco.
Él se encoge de hombros y yo sigo con mi búsqueda.
Según internet vive en Vancouver, ¿eso está en Canadá cierto?
-Aiden, ¿sabes dónde está Vancouver?-le pregunto esperando que lo sepa.
-No, sabes que es una de las pocas veces que he venido a este mundo ¿no?- dice haciendo dar una facepalm mental, no me había acordado de ese detalle- porque no lo buscas ahí- señala el ordenador.
Al final va a servir de ayuda.
-Según pone aquí en tren ahí unas cuatro hora y medias de Seattle a Vancouver-informó.
-Genial ya tienes planes para esta tarde, yo me acabo de acordar que tengo cosas que hacer- dice intentando escabullirse.
-¿No vas a venir conmigo?- le digo poniendo ojos de cachorrito- no voy a poder hacer esto sin ti.
En realidad si podría pero son muchas horas en tren sola me aburriría.
-Sabes que yo he venido aquí para llevarte a mi reino y matarte ¿no?-dice.
-Puedes hacerlo pero después de acompañarme a Vancouver-digo cogiendo mis cosas.
Aiden niega con la cabeza divertido- pues vamos a Vancouver.
-
-Como es posible que nos haya costado los billetes 60 dólares cada uno-digo indignada.-El hombre te digo que dentro dos horas estaría los billetes más baratos, pero tú no has querido esperar- me contesta Aiden.
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Destinados
Fantasy-¿Crees que podrías hablar hoy de lo ocurrido en esos seis meses?- y ahí está, la misma pregunta de siempre la cual todavía no he querido responder. Se produce un silencio en la habitación como siempre y vuelvo a fijar mi vista en ese cuadro. Sient...