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Bajo las escaleras de mi casa llevando puestos unos pantalones de chándal verdes y una camiseta de tirantes blanca. Paso por delante de la cocina y me hago ver en la oficina de mi padre.

—Hola, papá.

Sus ojos azules dejan de mirar su trabajo.

—Voy con mamá un rato. —Sonrío.

—Vale, pero no vengas muy tarde. Mañana hay clases —dice y sigue con su papeleo.

Antes de salir me mira una vez más.

—Ana, tu colgante.

Miro hacia abajo para ver mi collar colgando de mi cuello. Me lo quito y se lo doy. Hay ventajas e inconvenientes con este collar, porque tengo que llevarlo siempre, si no lo llevara, podría morir a no ser que encontrara una fuente de agua. Por supuesto, Samantha, la bruja que hizo el colgante, lo hizo especial. Si se me olvida ponerme el collar, podría estar hasta 24 horas sin ninguna fuente de agua.

Cierro la puerta y camino hacia el patio trasero. Deslizo la puerta para abrirla, salgo y el aire fresco me azota. El cielo está oscuro y las estrellas brillan alrededor de la luna llena. Mis pies descalzos tocan la hierba fresca mientras camino hacia la pequeña colina que lleva al lago donde se encuentra Aqua.

Aqua es la ciudad donde vive mi madre, es una ciudad submarina de sirenas y yo crecí ahí hasta que tuve cinco años. Una vez que llego al pequeño lago, dejo una toalla en la hierba y sin pensarlo dos veces me tiro dentro del agua.

Siento un cosquilleo en mis piernas cuando mi cola de color azul aqua me crece. Sonrío al ver los tiernos y coloridos peces nadar a mi alrededor. Después de unos cinco minutos nadando verdaderamente rápido, llego a la entrada principal de Aqua. Hay una puerta de oro delante de mí que tiene escrito en la parte superior AQUA.

Golpeo la puerta con mi cola. Johnny, el principal tritón de seguridad, hablaba por su caracol marino. Una vez que me ve, sonríe con resplandor y cuelga el caracol.

—¡Ana! —Jadea y me abraza con fuerza. Él es alto, rubio, tiene los ojos azules y estaba en sus treinta—. No te he visto en meses. ¿Cómo es el mundo de los humanos?

—Está bien, me gusta. —Sonrío.

Después de hablar un rato, él llama a un carruaje de caballitos de mar para que me lleven al coral de mamá.

La ciudad de Aqua es pequeña y cuando la ves de lejos se ve azul, completamente azul, pero de cerca todo es muy colorido.

En la plaza hay diferentes tritones y sirenas comiendo helados, dando alguna vuelta para comprar o quizá para comer. Hay distintos restaurantes y tiendas en la misma plaza. Detrás de todo eso está mi antigua escuela, que es verde.

El carruaje sigue pasando diferentes corales. Grandes, pequeños, diferentes corales con distintos colores. Al final, llegamos al coral naranja como el sol de mi madre, el cual es la casa 312.

Pago tres conchas de plata, salgo del carruaje y nado hasta la puerta principal. Pico dos veces y mi preciosa madre abre la puerta. Su cabello es marrón y largo y tiene los ojos de color esmeralda. Me abraza y me besa en la frente.

—Parece que hayan pasado décadas desde la última vez que te vi —dice sobre mi pelo.

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Apoyo la cabeza en el regazo de mi madre mientras estamos en su cama y ella juega con mi pelo y yo le cuento cómo me ha ido el primer día de escuela.

—Ana, tienes que ir con cuidado. Sé que ya te he dicho esto unas cien veces, pero el mundo humano es tan peligroso como mágico te parece —advierte.

—Lo sé, mamá. —Suspiro. Lo sé desde que nací prácticamente—. ¿Qué hora es?

—Las 11:37 —dice, mirando el reloj.

—Oh, mierda. —Gimo a la vez que me levanto.

—Ana. —Me regaña.

—Perdona, papá quería que volviera a casa pronto ya que mañana hay clases —digo mientras me dirijo a la puerta.

—Oh, ese padre tan responsable que tienes. —Rueda los ojos y ríe.

Le digo adiós y mamá me da un apretón en los hombros.

—No te olvides de llamarme por tu caracol—dice y me da un último abrazo antes de montarme en el carruaje de los caballitos.

Nado hasta la orilla del lago y arrastro mi cuerpo hasta la hierba. Me envuelvo con la toalla y ese cosquilleo vuelve a aparecer y hace desaparecer mi cola. Cojo mi ropa y me pongo de pie.

Sí, estoy desnuda ahora mismo y por eso llevo la toalla alrededor. Y si te preguntas adónde se ha ido mi ropa al saltar al lago, desapareció de mi cuerpo al aparecer mi cola y mágicamente apareció en la hierba. Ahora debes estarte preguntando: ¿magia? Sí, ¡magia! Si no creías en la magia antes, mejor que creas ahora porque ¡cualquier cosa es posible!

———

¡Hola!

¿Qué tal os está pareciendo la novela? Es interesante ver cómo todo es en Aqua, ¿verdad?

Gracias por leernos. Hasta pronto,

Ana (hundredrew)♥️

Something Fishy → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora