Quieréme.

14

 — ¡Al fin! — Grito Haechan al escuchar el timbre de salida. De inmediato recordé la salida con Jeno y la conversación que tuvimos hace un rato. 

  —  Debo irme, Jaemin. Eh, debo hacer un trabajo con Mark. — Antes de poder decirle que eso no era posible porque Mark era un año superior a nosotros, Haechan ya había salido por la puerta. 

Cuando termine de guardar mis cosas, caminé hacia la salida del salón, encontrándome con Jeno fuera de este.

—  Vamos, Nana. Te estaba esperando. —  Al escuchar sus palabras, una automática sonrisa se puso en mi rostro. Comenzamos a caminar juntos hacia la salida. 

  —  No se que podemos hacer, pero hoy quería estar contigo. —  Se escucho la voz de Jeno. —  ¿Te parece si vamos por esos helados que te gustan? 

—  Y luego a ese parque que siempre íbamos juntos cuando comencé a vivir con mamá.

Con Jeno seguimos caminando entre risas, bromas y cualquier tipo de conversaciones. El tiempo a su lado pasa muy rápido, sin darme cuenta ya estábamos frente a la heladería. 
Jeno me pidió que lo esperara afuera mientra el iba a comprar los helados, ya que luego iríamos a un parque que esta cerca de mi casa. 
Comencé a mirar a mi alrededor buscando algo con que entretenerme o algo que llamara mi atención. Y lo logre.

Dos chicos a unos metros de distancia se abrazaban muy cariñosamente, ambos reían y se acariciaban. ¿Sabrán que están en un lugar publico a la vista de cualquier persona? 

Los chicos se dejaron de abrazar y se dieron media vuelta para ir a quién sabe donde.

Mi boca y mis ojos se abrieron de impresión al ver que esos chicos eran Mark y Haechan, no dude en soltar una risa y sacar mi celular para comenzar a tomarles fotos y luego tener con que sobornar a cada uno. Ah, eres un genio, Na Jaemin. 

  —  Pareces un psicópata fotografiando a Mark y a Haechan, Nana.  

  —  Idiota, ¡Me asustaste, Jeno! —  Jeno solo reía mientras me miraba o algo así, ya saben, sus ojos y su sonrisa...

—  Es que al menos debiste apagar el flash, tonto. 

Jeno seguía riéndose de mi mientras yo ponía mi cara más seria. Me di media vuelta comenzando a caminar a nuestro siguiente paradero, pero me tope con la mirada sorprendida de Haechan y Mark.  Quise reír, no se que porque se ocultan tanto, ya es obvio. 

 — Ya es obvio que esos dos tienen algo, no se porque se ocultan. 

Con Jeno seguíamos hablando de cualquier tema de conversación mientras ambos estábamos sentando bajo nuestro árbol. Si, nos adueñamos de un árbol en un parque publico. Cuando llegue por primera vez, Jeno me invito a salir y me trajo a este lugar, así que siempre nos sentamos o nos juntamos aquí. 

  —  Exacto, hasta se han besado en mi casa cuando estábamos todos juntos. 

  —  Un beso... —  Susurro Jeno, lo mire, sin embargo, actué como si no hubiera escuchado nada. 

— Nana. —  Jeno acerco más su cuerpo al mío. Mi corazón ya comenzó a latir fuerte, solo con su presencia y mi imaginación. 

—  ¿Recuerdas lo que hablamos en la escuela hoy? —  Asentí. —  No termine de hacer lo que quería. ¿Puedo hacerlo ahora? 

Jeno jugaba con sus manos en señal de nervios, en cambio las mías sudaban, pero de igual manera solté un audible "Sí"

Jeno sonrío, poco a poco acercaba más su rostro al mío, hasta que la distancia ya era casi inexistente. Su aliento y el mío se mezclaban, podía sentir el calor que sus labios irradiaban. 
Sus ojos ya se encontraban cerrados y nuestras narices se rozaban en una cálida caricia. Trague saliva dejando los nervios y cerré mis ojos. 
Los labios de Jeno chocaron con los míos, su tacto era suave y cálido. Me gusta. Todo de él me gusta. Sus ojos, su sonrisa, sus labios, sus manos. Él.