-Bien chicas, todas tenemos el dinero, las visas, los boletos y principalmente estamos todas.- dijo la "líder" del grupito, Melanie.
-¡Sí!.- respondió Sally con un brinquito, quién era catalogada la tonta de nosotras.
-Sally.- le reprendió Rachel, quien era como nuestra mamá.
En realidad yo era la más callada del grupo ya que ellas eran las más alocadas, la verdad es que yo no sé que es lo que hacía con ellas, ellas son extrovertidas, tienen un cuerpo deseable para nuestra edad, son bastante populares, y yo era exactamente todo lo contrario.
-Ahora veré que todas estemos completas, ya que yo me hago responsable si todas ustedes mueren.- dijo Rachel empezando a contar.- uno.
-Uno, Melanie Robinson.- contestó.
-Dos, Sally Evans.
-Tres, Tracy Seller.
-Cuatro.- esa era yo.- Ayleen Fanning.
-Cinco, Rachel Miller.- finalizó Rachel.
-Bueno, creo que nuestro vuelo está a punto de despegar.- dije cuando oí la voz mencionar nuestro destino.
-¡Ayleen, no eres muda!.-dijo Tracy.
-Ja-ja, que graciosa Seller.- dije sonriendo.
Abordamos el avión y quedamos acomodadas algo así: Melanie y Tracy, Sally y Rachel, y yo con un rotundo desconocido. Lo único en lo que pude pensar en ese momento fue: "¿porque no simplemente me pongo mis audífonos y me duermo hasta llegar al lugar?", y así lo hice, sin embargo no puedes dormir tranquila sabiendo que no estas viajando con algunos de tus familiares o mínimo algún conocido, y menos pensando en todos esos accidentes aéreos.
Fue entonces cuando me mantuve con los audífonos puesto escuchando música y pensando en que era lo que pasaría en aquel lugar por seis horas continuas.
Hasta que después de varias horas, un tanto aburridas llegamos al aeropuerto.
-Dios, fue bastante aburrido ir sentada alado de un extraño todo el viaje.- dije fastidiada.
-¡Por dios, Ayleen!, el chico era guapo.- dijo Sally.
-En ningún momento lo vi, estoy siendo sincera.- dije y todas reímos.
Buscamos nuestros equipajes y salimos del aeropuerto, en busca de alguien que nos llevara al lugar al que iríamos.
-Jamás parado un taxi.- dije.
-Yo tampoco.- dijo Sally.
Ya que en realidad ninguna de nosotras tenía necesidad dé. Desde pequeña mis padres me llevan a todos lados, jamás he entrado a un transporte público, pero como para cualquier cosa, siempre hay una primera vez.
-Ahí.- dijo alegre Rachel.- ¡uno vacío!.
Fuimos todas en dirección al taxi. Efectivamente estaba vacío, y simplemente entramos y el vehículo se puso en marcha.
-¿A dónde la puedo llevar?.-preguntó el conductor.
-Al castillo de los Dunkeld.- dijimos todas a la vez, para después comenzar a reír.
-¿Están seguras? Esa es una zona muy peligrosa para jovencitas como ustedes.- dijo un hombre de no más de cincuenta años, con algunas canas en el cabello.
-¡Usted solo tiene que cumplir con su trabajo de llevarnos al lugar que le decimos!.- dijo Melanie.
-¡Melanie!.- volteó la cabeza Rachel para ver a Melanie, ya que estaba en la parte del copiloto.- Señor, cuanto lo siento.
-No se preocupe señorita, la jovencita tiene razón.- dijo el hombre dándole la razón a Melanie.
El hombre condujo por muchas calles y avenidas de Perth, pequeñas y grandes, angostas y anchas, en fin, después de casi veinte minutos llegamos al lugar, pero fuera del bosque, ya que no se permitía que los vehículos entraran.
-¿Cuánto le debemos?.- preguntó Rachel.
-Solo tres libras.-respondió el hombre.
-Aquí está, muchas gracias.- dijo Rachel entregando el dinero.
-Bien, creo que aquí empieza el recorrido.- habló Tracy señalando el bosque con su pulgar derecho.
-Traigo GPS para saber en dónde estamos si nos llegamos a perder.- dije.
-Hay por dios Ayleen, seríamos bastante tontas si lo hiciéramos.
-Puede suceder, Mel.- respondió Sally.
Así fue como emprendimos nuestro viaje a través de ese enorme bosque.
-¿Cuánto tiempo llevamos caminando?.- preguntó Rachel parando de caminar.
-Dos horas, pero chequé apenas el GPS y solo nos faltan cuatro metros.- respondí.
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Fear, Love, DANGER #Wattys2015
ФанфикMiedo, es lo que Aileen sentía, ese miedo lentamente se convirtió en amor, pero el PELIGRO los persigue.