El dolor después del dolor

4.3K 511 31
                                    


Verena

Me estiro quitando la tensión de mis hombros.

Me quito las zapatillas y reviso los apósitos de mis dedos. Tengo tantas ampollas que apenas puedo calzarme. En casa estoy descalza todo el tiempo y aun así me duelen.

_ para sanar más rápido usa el DG6 _ dice una voz a mi costado. Es Dalton, uno de mis compañeros de baile

_ nunca oí hablar de eso ¿es una crema? _ pregunto poniéndome las medias

_ es una solución, de venta libre en la farmacia, la usan en el ejército y los hospitales para ayudar a cicatrizar heridas más rápido. Puedes ponerlo en el agua o empapar unas gasas y envolverte los pies cuando duermes, es mágico, me lo recomendó mi novio que es enfermero_ dice mientras toma su bolso

_ ¿dormir? No sé lo que eso la coda  me tiene enloquecida _

Digo mientras caminamos hacia afuera

_ Verena te he visto bailar y practicar, eres increible_ dice y sonrío

_ lo probare esta noche_ digo mientras pasamos por el pasillo y vemos a todos reunidos enfrente de la pizarra de anuncios.

Nos mriamos con Dalton y caminamos hacia la pizarra.

"queridos alumnos, colegas y bailarines del cuerpo estable

La dirección de esta prestigiosa institución tiene un anuncio importante para hacerles mañana a las 9 de la mañana en el auditorio.

Por favor sean puntuales, tenemos excelentes noticias.

La dirección"

_ como siempre muchas palabras sin decir nada_ dice Dalton y asiento

_ bien nos vemos mañana_

Cinco años en Nueva York. Cinco años viviendo, respirando, y bailando. ¿ me siento viva? No... no me siento viva. Solo cuando estoy en puntas puedo sentir mi corazón latir, pero el resto del tiempo... estoy muerta por dentro. No salgo, no tengo relaciones. Mis compañeras de apartamento son casi unas desconocidas con las que me saludo de pasada.

Vivo para bailar y para olvidar... para olvidar a... ni si quiera puedo nombrarlo sin que mi garganta se llene de nuevo de lágrimas. Sigue siendo tan duro como hace cinco años... y es que no hay forma de olvidar al amor de tu vida, al hombre que te hizo sentir mujer por primera vez, al hombre que te hacia respirar, reír, cantar y bailar solo porque sabias que estaba en este mundo...

Incluso ahora que digo que bailar es mi escape siempre bailo para el... como si sus ojos estuvieran todo el tiempo observándome... él es mi punto fijo cuando debo dar giros, es mi luna, es mi aire... aún lo es todo... y esta tan lejos...

Cumplió con lo que le pedí a rajatabla. Él no me llamo, no me escribió, no me siguió... las primeras semanas creía que en cualquier momento entraría por alguna puerta y me tomaría en brazos... me diría que yo no iba a dejarlo y que haría todo por sanarse y estar conmigo... no fue así.

Casi dos meses después de que vine a Nueva York las noticias sobre el eran que su obra era una magnifica puesta en escena, con una coreografía impecable y osada, con una música nueva y a la vez pronta a convertirse en clásica y que The Shadow era considerada una de las obras maestras del clásico del último siglo. No pude bajar la nota de la página web para ver su fotografía... no tuve el coraje de verlo... o tomaría el primer avión a Londres y dejaría todo por él.

Entonces me concentre en seguir. Baile, llore, baile más... llore más... nunca mire atrás porque él había seguido adelante y yo tenia que vivir con eso. Después de todo, había sido mi decisión.

Pase por la farmacia y compre el líquido que me recomendó mi compañero. Por la noche después de cenar y bañarme empapé unas gasas en él y las puse alrededor de mis pies sosteniéndolas con las medias.

Dalton tenía razón. El líquido hizo maravillas con mis ampollas. Al otro día casi no tenía nada. Usé unas gasas pequeñas para cubrir las que me faltaban sanar y me fui temprano al auditorio.

Todos estaban algo alterados. Pero en el mundo del ballet todos se alteraban mucho. Poca comida, poco descanso mucho baile, cuerpos permanentemente con dolor. Era fácil que la gente se alterara.

Dalton me hace una seña y me siento junto a el

_ ¿se sabe algo? _ pregunto y niega

_ nada, están más herméticos que de costumbre_

_ por cierto gracias por el consejo, mis pies  lo agradecen_ digo disfrutando de no estar tan adolorida como siempre

_ pon un poco en una tina caliente y hará magia por tu piel_ dice sonriendo y niego.

La comitiva del consejo de maestros entra junto con algunos directivos y se acomodan en sus sillas en el escenario. Por supuesto que la elite no se sienta con los pobres mortales.

_ esto debe ser grande si salieron de sus cuevas_ dice Dalton y tengo que esconder mi risa.

El director del ballet entra. No es que sea director artístico. Es el director de finanzas podríamos decir. El director artístico era el temperamental y genial Almut Stromberg, un ucraniano con una visión para el ballet que rivalizaba con la del innombrable y que había traído innumerables éxitos a la escuela. Sin embargo, la genialidad de Almut estaba atada a su vida personal. Vivía de amores en amores y siempre que terminaba con alguien sufría horrendas depresiones. Todos sus amores eran normalmente modelos de moda y él era un enamorado de la belleza. Y siempre terminaba con el corazón roto... y es que nunca puedes esperar que nada bueno salga cuando te enamoras de las apariencias.

Tuvieron mucha paciencia con él, sin embargo, hace tres meses en su última y muy publica ruptura amorosa dejo colgado a todo el cuerpo estable para revolcarse en la autocompasión dejando una obra sin director artístico a dos días del estreno.

Los directivos no lo perdonaron. Podías ser un romántico, pero no podías ser poco profesional. La obra siguió adelante gracias a los asistentes y el cuerpo de baile, pero él fue despedido. Durante los últimos tres meses estuvieron buscando un nuevo director creativo.

No me preocupé por eso. Esta gente era extremadamente exigente cuando se trataba de quien ponía sus obras en el escenario así que seguramente habían elegido a alguien bueno.

Yo había logrado despegarme del coro y ser muchas veces partener de algunos de los bailarines. Mi dedicación y mi técnica me habían logrado muchos elogios y esperaba paciente que alguna vez tuviera la oportunidad de ser solista.

Esa oportunidad llego cuando, un año antes de ser despedido Almut decidió montar El lago de los cisnes. Ser la reina cisne era el sueño de todas las bailarinas. Si bien todas podíamos interpretar de manera más suave o más delicada a Odette, el verdadero desafío era ser Odile. Representar ambos personajes era un desafío y muy pocas prima ballerinas habían aceptado.

Maya Plisetskaya antes y Svetlana Zakharova en tiempos de ahora habían logrado interpretar los dos papeles a la perfección. Lo cierto que es se necesitaba un temple y una técnica impecables para poder lograr no enloquecer por lograr esa perfección. Creeme que Natalie Portman en Swan Lake es un reflejo no muy alejado de la vida de las bailarinas contemporáneas. La locura podía tener muchas formas... yo lo sabia...

Después de un emotivo discurso sobre el esfuerzo por encontrar al perfecto director artístico para nuestro honorable establecimiento finalmente el director se digno a terminar su discurso

_ cuando hicimos la propuesta nos asombramos que este prestigioso director aceptara. Después de todo él no ha estado en ningún ballet estable en su extensa y exitosa carrera_ sus palabras hicieron que mi corazón empezara a latir desbocado en mi pecho... no ... no podía ser..._ señores y señoritas..._ no..._ cuerpo educativo..._ no..._ señores del cuerpo de maestros..._no... por favor... no..._ les presento al nuevo director del cuerpo estable de baile, el señor Marcus Brent ..._ siento que mi corazón deja de latir... siento que el tiempo se detiene y el aire se congela... mientras él entra por el costado del escenario... 

The dance of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora