19. Tienes que quedarte.

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CAROLINA

Lo estuve esperando, por supuesto que tardó más de cinco minutos, la actitud de Ruggero me preocupa en realidad, se que tiene una amante, todo grita que lo tiene y a la vez nada lo demuestra.

Agustín le pregunta de dónde viene y él no le responde, por miedo a que lo oiga seguro, porque los hombres siempre se cuentan sus trampas, estoy segura, mis amigos lo hacían.

—Emm... ¿Dónde están todos?— obvio esquivó la pregunta.

—Vale y Michael salieron, Carolina esta en su cuarto.

—Ah, estaban solos.— su afirmación me hace arrugar la frente es como si insinuara algo.

—Si, pe-pero no paso nada— Agustín es malísimo mintiendo, ya veo porque Ruggero no le cuenta nada, si yo sé lo preguntaría, él sería muy obvio, Ruggero lo observa y ya tiene cara de risa —¿Qué tienes?

—Derepente te pusiste nervioso, voy a ver a Carolina.

Cuando lo veo venir hacia acá, corro a mi habitación y cierro despacio la puerta para que no me escuche, rápidamente me acuesto en la cama simulando estar dormida. Escucho los pasos de Ruggero, la cama se hunde por lo que se que está sentado a mi lado.

—Carolina— me llama despacio, —¿estás despierta?— me mueve, pero no reacciono, se acerca para besar mi mejilla, quizá en un acto de culpabilidad, mi plan a funcionado y no se si estoy orgullosa o decepcionada.

Se levanta de la cama, escucho sus pasos, un interruptor prenderse y se que Ruggero a entrado al baño, abriendo los ojos lo confirmo.

—No puede ser— maldigo en voz baja.

Todo es como yo pensaba, me esta engañando con otra, en el momento en que se acercó a mi percibí el perfume de esa otra mujer, yo jamás he usado ese perfume pero me resulta muy conocido, tengo el corazón desecho, y estoy muy decepcionada, me siento molesta molesta, no se cómo sentirme porque no entiendo bien la situación, es cierto es el perfume de otra mujer, pero ¿aquí? ¿por qué en Argentina? Apenas acabamos de llegar, él no conoce a nadie aquí, no es posible que se halla enamorado tan rápido, aunque por supuesto no es amor, las infidelidades solo son para pasar el rato, pero yo no pienso permitir esto. No Ruggero, yo no me case para vivir engañada.

Ruggero sale de la ducha y ve que ya estoy "despierta".

—Hola, cariño— intenta besarme pero lo esquivo —¿Qué pasa?

Y tiene el descaro de preguntar.

—Nada, estoy cansada.— trato de responder lo más normal posible.

—Si estas molesta porque no estuve aquí todo el día, no fue mi culpa ¿ok? Solo necesitaba salir, no quiero estresarme aquí.

—Si estás aburrido de mi no preocupes, mañana me voy donde mis padres y te dejare en paz.

—¿Qué? ¿Por qué no me dijiste nada? Soy tu esposo debiste consultarme.

—Tal vez te lo hubiera dicho si estuvieras aquí con tu esposa.

Molesta me enrollo en las sabanas, no quiero ni verlo.

—Joder Carolina, no hagas berrinches.

—Por qué no te callas y mejor te duermes.— grito y me es extraño porque jamás nos hemos peleado a gritos, aunque felizmente estos no son para ofendernos, nunca llegaríamos a ese extremo, pero con lo de la amante... Ag se me revuelve el estómago con solo pensarlo.

—No tengo sueño.

—Entonces vete y déjame sola.

—Bien, me voy.

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⏰ Última actualización: May 28, 2020 ⏰

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