Daltonic- Lauren Juaregui

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Pongo mis piernas como indio y distingo la silueta de un montón flores amontonadas de la peor forma posible.
No hay mucho que decir, el cáncer de Lauren era algo que me agarró totalmente desprevenida.
El sentimiento de vacío sigue ahí, junto el baúl de los recuerdos.
Leinh no sabe que decir, solo se calla y me abraza todo el tiempo posible, solo le digo que todo esta bien, que mamá me va a comprar un perro guía para no sentirme tan sola.
Recibo visitas darías, ya sea de compañeros o hasta profesores, no duran más de seis minutos y todos repiten la misma frase, "Todo pasará", no se donde me ven la cara de estúpida, tendré un trastorno que no me permite diferenciar colores, pero claramente puedo ver cuando las personas mienten y entender las cosas obvias.
Me levanto del sofá y tanteo con los dedos la mesita que se encuentra a mi lado, hasta encontrar el anillo que Lauren siempre llevaba puesto, no recuerdo los detalles que tenía, pero tampoco es como si quisiera recordarlos.
Al final y al cabo, la última imagen que mis ojos azules captaron la noche anterior antes de perder completamente la vista, fue aquella fotografía de Lauren y yo, juntas.
Porque donde una persona veía una triste y trágica historia de amor juvenil, yo, la chica daltónica, veía una historia de diferentes colores, donde un dominante verde esmeralda, estaba por encima de todos ellos.
Los ojos dominantes verde esmeralda más hermosos que había visto en mi vida, esos ojos le pertenecieron a mi novia, mi Lauren, esos ojos le pertenecían a la persona que yo amé, a la persona que estuve encantada de conocer y lo estaré y lo haré por el resto de mi vida.