Capítulo 34: Es tu hijo

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Renzo- Ya Andy estoy aqui-la abrazó mientras ella se calmaba, acarició su cabellera negra tan parecida como a la de su hermano- Fue una pesadilla todo estará bien-dijo dándole un beso en la frente.

Andrea- Una pesadilla que no quiero volver a soñar-dijo aún asustada, Su tío se quedó un rato con ella como cuando era niña hasta que se quedó dormida entre palabras que él le susurraba.

UNA SEMANA DESPUÉS..

Había pasado una semana y no había sabido más de ella aunque doña Mariana le haya asegurado que estaba bien,  sabía perfectamente que se había ido de viaje pero no sabía en donde buscarla quería estar con ella.

Fue a la Oficina a arreglar unos pendientes,  buscaría a su amor.

Mandy-Veo que tiene mucha prisa Gabriel - dijo con una sonrisa él sonrió ella era su confidente.

Gabriel-Asi es que crees?, voy a buscar a la mujer que amo-dijo y ella celebró quería verlo feliz.

Cecilia- Una maldita semana y nada que aparece - dijo frustrada había regresado ayer a Chicago.

Bárbara la vio en el jardín y se acercó a ella- Muy frustrada hoy suegrita? -dijo en tono burlón- Perdón ex suegra ya salió el divorcio y seguramente su hijo debe estar revolcándose con Andrea San Román-dijo y Cecilia abrió los ojos como plato jamás permitiría que su hijo estuviera con ella, por eso se había encargado hace años de acabar con esa Relación.

Cecilia- ¿Que estas diciendo? -dijo aún sin creerlo- Mi hijo jamás debe estar con esa muchachita jamás-dijo enojada.

Bárbara la miro sorprendida hablaba de andrea como si la odiara- Y usted porque No quiere que Esa zorra este con su hijo se supone que es millonaria - Cecilia la fulminó con la mirada.

Cecilia- Ni aunque tuviera las mil millones de Maravilla permitiré que mi hijo éste con esa -dijo sentenciando.

Andrea desayunaba anoche había ido con Samuel a Ver lo del hotel que estaba avanzando, Él no dejaba de visitarla a la mansión o llamarla la cosa iba en serio,  al igual que ella no podía apartar su mirada, su cabello, su sonrisa y la manera en la que la hacia suya.  Había ido a su ginecóloga la cual le recetó una inyecciones anticonceptivas que debía aplicarselas cada cierto tiempo quería evitar un accidente embarazarse de nuevo de Samuel no estaba en sus planes no quería volver a sufrir. Había ido a Seattle hace dos días para una juntas y habló con Miguel como nunca notó en él como la miraba de otro modo y eso le alegraba quería verlo felíz con  alguién más.

Paula había regresado a trabajar y para su sorpresa la habían recibido con Globos y pancartas y un Rico desayuno nutritivo se había ganado el cariño de unos empleados al igual que Fabián, La invitaba a tomar un café o a comer no podía negarse se sentía bien con él, la hacía reír cosa que necesitaba y sobretodo adoraba a su hijo a quién le cayó muy bien.

Hoy justo se le había hecho tarde no le daba tiempo de llevar a arturito a su guardería y su mamá ya se había ido a su trabajo últimamente la había visto muy felíz, creía saber porque pero prefería esperar que su mamá le contará con quien estaba saliendo. Alistó a su hijo a pesar del tiempo y tomó sus cosas hoy le tocaba pagar un Taxi para no tardar más esperando el autobús y sabía cómo era Miguel se enojaba.

Llegó corrió con su hijo en brazos mientras varios empleados la miraban iba retardada 30 minutos, llegó a su piso con prisa fue a dejar sus cosas en su escritorio, y bajó con su hijo a la cafetería para conseguirle el café a Miguel seguro le esperaba una discusión con él.

Con el café en mano y su hijo en brazos entró algo agitada por la agilidad de sus Pasos y allí estaba él en su computadora concentrado hasta que la vio y sonrió al verla, no se espero aquello.

Entre el amor y el OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora