Capitulo 12

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Su novia, esa chica que parecía una súper modelo había sido su novia, ¡SU NOVIA!
Pase mi vista de ella a Percy y devuelta a él con la boca abierta.
-Creí que el fantástico Percy Jackson nunca había tenido una novia formal- solté con mi voz algo demasiado fuerte.
Percy trago y sus ojos se abrieron mucho mientras sus mejillas se sonrojaban, soltó mi mano y cuando iba a decir algo la Señorita Dientes Perfectos lo interrumpió con una risotada. Maldita sea, hasta su risa era melodiosa.
-¡Lo hubieras visto cuando me lo pidió!-dijo esta.- Fue tan tierno, vino con una bolsa de caramelos azules y unas flores que había arrancado del patio de juegos.
-Oh, seguro que fue tier… espera, ¿Qué?
-Como lo hoyes,- Calipso acomodo su cabeza en el hombro de Percy, lo que me dio ganas de estrangularla.- Percy fue mi novio en Jardín de Niños.
No me di cuenta pero cerré mis ojos y solté un suspiro de alivio, cuando entendí que lo había hecho frente a ellos dos me sonroje.
-Si…- Percy movió su hombro y Calipso lo miro extrañada mientras se apartaba sin decir nada. –Como sea, Calipso, ella es Annabeth, la chica más bonita e inteligente del mundo y con suerte mi futura novia.
Wow, paren el mundo. ¿No estoy alucinando?, ¿Percy de verdad había dicho aquello? La chica pareció ponerse mal ante aquello, pero lo disfrazo rápidamente con una encantadora sonrisa.
-Qué suerte,- me dijo.- Percy es un gran chico y de seguro harían bonita pareja.
No sabía que responder, así que simplemente me senté en el borde de la fuente y tire de Percy a mi lado sonriendo.
-Gracias, pero en realidad todavía no le dije si acepto o no-Respondí.
-Yo no esperaría tanto para responderle nena, si no, alguien te lo podría robar- rio.
“¿Alguien como tú?” “¿Por qué no te vas por donde viniste y nunca más regresas?” quise gritarle; en su lugar, solo reí con ella. Percy aún nos miraba a ambas tenso, como esperando que una matase a la otra
Su celular sonó y se alejó para contestar.
Calipso paso sus ojos de mis pies a mi cabeza, con una mirada de disgusto y asco total. Yo solo fruncí el ceño y alce una ceja. Esta chica no me caía bien.
-Era Thalia, está aquí con Leo, Jason y Piper. Quiere que vaya a ver no sé qué cosa en el auto de Leo, les juro que en un segundo estoy aquí.
Percy salió corriendo y Calipso y yo nos quedamos mirando cómo se alejaba. Luego un gran e incómodo silencio reino entre nosotras.
-Entonces… ¿Por cuánto te quedas en la ciudad?- pregunte.
-Solo el fin de semana, tenía la intención de ver a Percy, salir, ya sabes, cosas que hacen los amigos…
-Oh…
El silencio volvió y de repente encontré un gran interés en los detalles de las tiras de mis sandalias, si, definitivamente eran iguales.
-Annabeth…-Gire para verla y ella estaba totalmente en blanco, sin ninguna expresión fija en su rostro.- De verdad me alegro de que Percy al fin asentara cabeza y eso, pero debes de saber que si le haces algún daño, te matare.
-¿Perdón?, no sería capaz de hacerle nada.- espete poniéndome en pie.
-Tal vez, pero es mi mejor amigo y necesito saber si eres alguien buena como para él o no.
“Estas de broma…”
-Está claro, al parecer, por cómo me mirabas, que no soy buena para Percy. Pero aun así lo quiero, y no me importa lo que me digas ni que estés loca por él. No lo dejare ir.
-¿Loca por él?- pregunto poniéndose de pie para quedar a mi altura.
-Se te nota a lo lejos.
Calipso se sonrojo por primera vez y desvió su mirada de la mía.
-Percy… Percy me gusta desde hace mucho. Pero es algo sumamente platónico, él me platico mucho sobre ti… yo solo quería saber si tú serás capas de amarlo tanto como yo, si lo cuidaras, si lo respetaras…
-Te entiendo, pero debes de saber que de verdad me gusta. Hace un par de semanas no aguantaba estar en el mismo salón con él ni por un minuto, ahora si no aparece a tiempo en cada clase que compartimos me preocupo.
Calipso me sonrió y jugueteo con un mechón de su largo cabello.
-Sabes, él me salvo.
La mire sorprendida.
-¿De verdad?
-Sí, mi padre me tenía encerrada en casa y siempre andaba ebrio y me pegaba, un día Percy lo vio, teníamos trece. Entonces él y su familia me alejaron de ese monstruo. Luego de montones de procesos legales quede al cargo del estado. Hace dos años una pareja muy amable me adopto y soy muy feliz. Sin Percy nada de esto hubiese pasado.
Sus ojos brillaban y se le veían algo llorosos, me di cuenta de que tenía la boca abierta y la miraba con cara de póker.
-Percy nunca me conto esto…
-Es lo más probable. Tenemos un pacto de que nunca lo mencionaríamos. Supongo que acabo de romperlo.
Su sonrisa era verdadera y tenía la sospecha de lo que decía también.
-¿Por eso te gusta?, ¿Por qué te salvo y es tu príncipe que fue a rescatarte sobre un blanco corcel?- bromee para romper la tensión.
Calipso pareció pensárselo.
-En realidad era un caballo negro, por eso y porque la genética lo ayudo. Tremendo dios griego termino siendo. Lo hubieras visto a los doce, era un bichito escuálido.
Ambas reímos mucho, tal vez si podíamos ser algo como “amigas” al fin de cuentas.
-¿Cuál es el chiste?- pregunto Thalia acercándose a nosotras.
Su yeso estaba ahora todo rayado por todos lados con frases de canciones y mensajes como “Piper es lo máximo” por parte de Piper y “Team Leo” por parte de Leo.
-Nada,- respondí- solo aquí Calipso contándome detalles de cuando Percy era niño.
-¡No le contaste lo de la isla!, ¿Verdad?- Percy parecía sumamente nervioso y loco.
Calipso me guiño un ojo disimuladamente.
-¿Cuándo te desmayaste luego de que ese pato te persiguiera por todo el lugar? No, no se lo dije.
Leo soltó una risotada y palmeo la espalda de Percy.
-Viejo, debí haber estado allí para ver eso.
Calipso adquirió una gran sonrisa tímida cuando vio a Leo. Leo por su parte se mordió el labio al verla y sonrió también.
-Soy Leo- murmuro.
-Calipso…
Piper tomo mi brazo y me acerco a ella y a Thalia mientras en modo privado nos decía:
-¿Ellos están teniendo un momento?
-Creo que si- sonreí mientras los veía.
-¿Un momento?, ¿Qué momento?, ¿De qué hablan?, ¡no entiendo! ¡Y el brazo me pica y no llego a rascarlo por el yeso!
Piper y yo la miramos raro y nos reímos, luego las deje y me acerque a Percy que estaba caminando por el borde de la fuente.
-¿Qué paso entre tú y Calipso?, cuando se vieron por primera vez juraría que a ambas les salían rayos laser por los ojos.
Se puso en cuclillas para quedar a mi altura, tomando mis dos manos y entrelazo sus dedos con los míos, era tan lindo cuando hacia eso.
-Solo diré que puede que ella acaba de romper un pacto, pero valió la pena.
Percy me dedico una de esas irresistibles sonrisas de lado que tan bien le salían y acerco su boca a mi oído.
-¿Ya te has pensado la respuesta?
Negué con la cabeza y gire, ambos quedamos cara a cara, demasiado, muy, muchísimo muy cerca.
-Te daré una respuesta el lunes, sin falta. Lo prometo.
-Genial, así el miércoles podremos pasar tú cumpleaños juntos.- dijo él tomándome por sorpresa, ni siquiera Thalia se acordaba de mi cumpleaños, pero Percy si…
-¿Cómo lo sabes?- inquirí. Mis labios se encontraban a solo un milímetro de distancia de los suyos ahora.
-Lo dijiste una vez cuando un profesor preguntaba los cumpleaños de todos, en primer año de la secundaria. Aun lo recuerdo perfectamente.
Me dio un suave, lento y cariñoso beso. Sin importar que los demás estuviesen ahí, sin importar. Puso su mano en mi nuca y yo agarre su camisa atrayéndolo aún más cerca.
-¡Annabeth!- grito Leo dándome el susto de mi vida.- ¡Había oído los rumores pero nunca pensé que sería capaz de ver las pruebas por mí mismo!
Del susto Percy y yo nos alejamos, Percy perdió el equilibrio y cayó a la fuente.
Se escuchó como Piper le pegaba algo fuerte a Leo a modo de castigo por interrumpir.
Mire a la fuente y mi caballero estaba todo empapado con agua estancada y algo de moho en la cabeza. Tome su mano y lo saque de ahí, su camisa blanca ahora estaba hecha un desastre y algo transparente, dejando a la vista su bien marcado abdomen.
Vi que todos nos miraban y simplemente sonreí y murmure un “él está bien”
Sentí como Percy me tomaba por detrás, entrelazando sus manos sobre mi barriga, dándome un fuerte abrazo.
-¡Percy!, ¡No!- chille.
Él coloco su cabeza en mi hombro y me dio un sonoro beso en la mejilla.
-¿Me acompañas a cambiarme a mi casa, listilla?
-Okay.
Les dijimos a los demás que volveríamos en unos minutos y fuimos caminando a casa de Percy, la cual no quedaba demasiado lejos de ahí.
Nos pasamos el camino hablando y riendo en libertad, sin precio alguno. Al legar Percy saco sus llaves pero antes de poder girar el picaporte su madre abrió la puerta.
-¡Percy!, Que bueno que llegaste, papá y Tyson volvieron hace unos segundos, pasa, pasa…
Entonces pareció verme y luego se dio cuenta de que su hijo estaba todo mojado.
-Cielo, ¿Quién es tu amiga? ¿Y por qué estas mojado?
-Mamá, ella es Annabeth, tu futura nuera, Annabeth, ella es mi madre, tu futura suegra.


Déjame demostrarte que puedo ser un caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora