Capitulo 14

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Todo un día pasamos sin hablarnos, sin mensajes, sin llamadas, sin vernos, sin nada.
Luego de lo que paso con el padre de Percy volvimos adentro y terminamos de cenar sin volver a tocar el tema de que mi madre y su padre se odiaban. Todo transcurrió con calma y al final Percy me llevo a mi casa, lo despedí con un simple beso en la mejilla a pesar de que quería comerle la boca. El domingo mi madre me espero para que desayunáramos, no le conté nada de lo que había pasado, solo le dije que necesitaba descansar un poco y que pasaría el día terminando los deberes de la escuela, los cuales en realidad ya estaban terminados. Percy no me llamo en todo el día, ni yo lo llame a él. Sentía un extraño vacío en mi pecho, mezclado con algo de decepción. Al final me quede todo el día encerrada en mi habitación haciendo nada.
Lunes, tiempo de ir a la escuela y enfrentarlo, ver que era en realidad Percy. Si se tomaba todo lo que había pasado como un simple juego o si se lo tomaba en serio.
Fui sola todo el trecho e ingrese por las enormes puertas del establecimiento mientras contenía mi aliento, un enjambre de adolecentes iban y venían por todos lados en los corredores, avance apartándome de todos, cruce a Piper quien intento hablarme, pero yo solo la ignore y apure el paso, casi parecía que corría cuando alguien me tiro del brazo con fuerza, tirándome contra una esquina oculta entre los casilleros.
-¿Pero qué…?
Sentí ese perfume de hombre tan maravilloso que tan bien conocía.
-¿Por qué no contestaste mis mensajes?, ¿Estas enojada?, Juro que papá nunca más volverá a hablar de ese modo, ni siquiera aunque tu madre este ahí y se estén matando, te juro que hare lo que sea para controlarlo solo por favor perdóname.
-¿Percy?
-Por favor Annabeth.
Percy rogándome se me estaba haciendo costumbre, me gustaba pero me daba pena, acaricie su mejilla y acomode su cabello detrás de su oreja.
-¿De qué mensajes hablas? No me llego nada en todo el fin de semana.
-¿No?- pregunto con una mira de extrañeza.- ¡Te mande al menos veinticuatro!
Reí nerviosa.
-No me llego nada, sesos de alga. ¿Estás seguro de que fueron enviados?
-¡¿Qué si fueron...?! Oh… No sé...
-¡Percy!- lo abrace con fuerza y él me tomo por la cintura, levantándome unos centímetros del suelo.- Creí que tu… no sé, creí que me habías tomado como una más de tus chicas-juguete y que todo había terminado, yo… no se…
Percy me bajo y atrapo mi rostro entre sus manos
-Listilla, te dije que sería un caballero, además te amo y nunca podría alejarme de ti y ese sexy cerebro tuyo, nunca dudes de ello.
Reí y plante un beso en sus labios, él al principio no reacciono pero luego lo sentí sonreír y apretó más sus dedos en mis mejillas, devolviéndome el beso. Pero me congele el momento en que me di cuenta en qué lugar estábamos y de las personas que nos rodeaban.
Me separe contra mi voluntad de Percy mientras me sentía arder por la vergüenza. Note a alguien a unos pasos de nosotros, alguien que nos estaba mirando. Gire para observar mejor y me encontré con una atónita y enojada Rachel.
La parte malvada de mi mente gritaba: “¡Comete esa Dare!”, y mi parte buena decía algo como: “¡Uhhhh su cara, mira su cara!”. Okay, puede que no allá una parte buena en mi mente dirigida a Rachel, pero no era mi culpa.
Ella frunció el ceño y me miro de una manera que juraría que pensaba en mandarme muy al fondo de Tártaro. Percy me rodeo la cintura con un brazo.
-¿Nos vamos, listilla?- pregunto.
-Claro sesos de alga- sonreí y pase mi brazo por su cintura, colocando mi mano en el bolsillo delantero de sus jeans y deje que me guiara mientras nos alejábamos de RED.
Estábamos cerca del aula de Literatura cuando sentí que Percy se tensaba, lo mire y tenía una expresión de “me voy a morir” en todo su rostro.
-¿Percy?- lo llame.- ¿Qué pasa?
-Oh, esto… sabes…- se aclaró la garganta y se alejó un poco de mi.- ¿Pensaste en lo que te pregunte?, digo, no recuerdo la primera canción que escuchamos juntos pero de verdad ya no soporto más la espera.
-¿Si quiero ser tu novia?
Percy asintió frenéticamente.
-Mmm… -estaba volviéndolo loco, pero lo disfrutaba.- No se… tendría que ver los términos y condiciones, y no estoy segura de que si la época es la adecuada y además…
-¡Oh!, pero miren nada más quienes son, el sapo y la listilla.
Octavian estaba ahí con sus coleguitas, la marca en su rostro casi había desaparecido, lo que me puso algo triste, ojala y hubiera sido una marca permanente.
-Prefiero ser un sapo a un Ken mal formado al que nadie quiere- burlo Percy.
Octavian puso mala cara y me miro.
-Te debo una listilla, digo, por nuestro encuentro del sábado ¿no crees?
Lo hizo sonar tan horriblemente asqueroso que me dieron ganas de pegarle yo misma, me estaba tratando como una zorra y estaba manipulando sus palabras para que Percy creyera algo falso.
-¿Te refieres a la paliza que casi te doy?, ¿O a la paliza que casi te da Tyson?-brame.
El rubio oxigenado rio junto con su sequito y murmuro algo como “así que el idiota se llamaba así…” lo cual me enfureció más. Paso su mano por mi mejilla tan rápido que ni siquiera pude reaccionar.
-Hablo del momento en el que te acorrale contra la pared, si no hubiera sido por él lo abrías disfrutado “listilla”, nos vemos.
Paso junto a Percy como si nada pero mi sesos de alga se alejó de mí y le propino un golpe en el estómago y Octavian cayó en lleno de rodillas, luego Percy lo agarro por el cuello de la remera y estaba a punto de volverle a pagar en la cara.
-¡Percy!-grite-¡No! No aquí, no ahora…
Percy me miro por un segundo, asustándome, su rostro estaba lleno de rabia, tal fue el susto que retrocedí un poco. Él pareció darse cuenta de mi estado y bajo el puño, pero no lo soltó.
-Te juro que si le vuelves a hablar o a tratar alguna vez de esa manera no iras al hospital, sino directamente a la morgue.
Luego lo dejo caer, Octavian tenía una expresión de terror total, se paró rápidamente y se alejó de allí seguido por sus admiradores.
Percy agarro su mochila, la cual había quedado en el piso en no sé qué momento, la sacudió un poco.
-Lo siento, no quería que vieras eso.- él estaba evitando mi mirada.
Sonreí y le di un suave beso en su mejilla.
-No importa.- murmure moviendo su mentón para que me mirase a los ojos.- De verdad no importa.
Percy tomo mi mano y me llevo hasta mi clase de economía sin soltarme ni por un segundo.
-Supongo que quieres saber a qué se refería Octavian con lo del sábado ¿no?- tuve que armarme de un gran valor para decir aquellas palabras.
-En realidad no, Tyson me conto.
“Dioses, nunca le confiare ningún secreto a ese tipo”
-Y… ¿estás enojado?
-Mucho.
-Percy…
-¿Por qué no me lo contaste Annabeth?
-Yo… no sé, pensé que si te lo decía solo habría más problemas.
Sonó la campana y Percy reviso la hora en su celular.
-Okay, buscare a Jason e iré a hablar con Octavian para firmar alguna especie de “acuerdo de paz por el bien de su trasero y la tranquilidad de mi novia”
__“Novia” _pensé_ “me encanta como suena viniendo de él”
Aleje eso de mi cabeza y apreté su mano.
-Percy tal vez no sea lo adecuado luego de que acabas de pegarle, no sabes lo que puede hacer.
-Tendré a Jason y de seguro a Leo a mi lado, no te preocupes.
Me estaba poniendo histérica, pise con fuerza y lo enfrente.
-Si te pasa algo Perseo juro por el Estigio que te pegare tan fuerte que no...
-Hey-me freno.- No me pasara nada listilla, no mientras te tenga a ti lejos y a salvo de ese idiota.
-La última vez le pegaste y solo fue para peor, Percy por favor, piénsalo- insistí.
-No, no le pegare. Solo hablaremos- dijo añadiendo por lo bajo:- "Al menos eso intentare"
-¡PERCY!
-¿Quieres apostar a que no le pego esta vez?
-No me cambies de tem..., Espera,- si él no le pegaba y solo hablaban todo estaría bien, además a Percy no le gustaba perder una apuesta.- Si- dije finalmente.
-Si tú pierdes Annabeth, tendrás que llevarme a conocer a mi futura suegra.
-No veo como eso te beneficie...
-Y si tú ganas, te cantare.
-Me cantaras.- dije con ironía
-Te cantare-repitió.
-Vale, en ninguna de las opciones sacas algo a favor, por lo que me gusta esta apuesta.
-¿Entonces aceptas listilla?
-Dalo por hecho.
-Un trato no se cierra sin un buen beso.
-Percy, estamos a la mitad de los corredores
-¿Y?- me acerco a él tomándome por la cintura.- Casi no queda nadie- paso su nariz por mi mejilla enviándome un estremecimiento directo a todo mi cuerpo.
Lo bese de nuevo en la mejilla y me aleje riendo como una niña que hizo una travesura. Él comenzó a correr detrás de mí, doble la esquina pero retrocedí y me escondí tras los casilleros cuando vi algo que creía realmente imposible. Percy me agarro por la cintura.
-Te atrape.
Luego miro lo que yo estaba viendo y se le cayó la mandíbula.
-¿Pero qué diablos crees que haces, Thalia?- grito.
Allí estaba Thalia, y Luke, besándose. 

Déjame demostrarte que puedo ser un caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora