Capitulo 8

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Entramos a la cafetería tomados de la mano y mi primer instinto fue soltar su mano pero él cuando sintió que quería alejar mi mano de la suya apretó  más fuerte la mía, lo cual me hizo sentir una seguridad que no había sentido nunca.
-¿Qué comerás? ¿Tu manzana de siempre?
-¿Por qué tan atento, Jackson?- lo volteé a ver y el tenía su media sonrisa en la cara.
-¿Por qué tan hermosa, Chase? No lo sé, hay cosas que simplemente suceden ¿No? –Tomó una manzana y la puso en mi bandeja.- Tus favoritas son las verdes ¿No?
-No.-el agarró la manzana en ese momento y lo detuve- Sí, las verdes son mis favoritas, Sesos de alga.
El agarró un plato de cereal y una naranja. Soltó mi mano y tomó mi bandeja y la suya, una en cada mano.
-Bueno, creo que serías un buen mesero-le guiñe el ojo y él rió con ganas.

Durante el almuerzo podía sentir las miradas de todos, penetrándonos a cada segundo, pero a pesar de eso no podía desviar mi mirada de él, de su cabello alborotado o de la forma en la que reía. El almuerzo acabó y me llevó de la mano a mi salón, me despidió en la puerta y lo vi alejarse por el pasillo, todas las miradas del salón estaban en mí, lo cual era un poco incomodo pero después de todo, no me importaba.

-Annabeth Chase ¿Cómo rayos fue que pasó eso?-susurró Piper a mi lado mientras se sentaba.
-¿Eso qué?-Volteé haciendo gesto de no saber a qué se refería.

-Eso, entrar de la mano con Percy Jackson a la cafetería, que él lleve tu bandeja, coman juntos… en fin ¡ESO! ¿Qué fue eso? ¿Cómo pasó? ¿Eres novia de Percy Jackson? –Esa última pregunta la formulo con el tono de voz más alto de lo debido y obviamente medio salón volteó a vernos.
Negué con la cabeza y reí.
-No, no soy novia de Percy Jackson.
-¿Ah no? Cualquiera que tuviera la capacidad de ver apostaría los dientes a que sin son novios.
-Pues, entonces viviríamos en un mundo de chimuelos porque no lo somos.
-¡Jovencitas!-Nos dijo la maestra que venía entrado.-van a tener tiempo de platicar cuando termine mi clase.
-Lo sentimos maestra- ambas respondimos al unísono y no volvimos a habla en toda la clase.

Al terminar la clase interrogué a Piper sobre Jason y ella se derretía cada que hablaba de él y logré desviar su atención del tema de Percy.

Saqué mi celular para ver la hora y me di cuenta de que faltaban 15 minutos para el castigo, así que traté de terminar el tema con Piper y salí corriendo  hacia el salón de detención, y ahí en la puerta estaba Rachel para viendo fijamente a Percy que estaba recargado contra la pared y volteó justamente cuando me acercaba y una sonrisa iluminó su rostro y tengo el pequeño presentimiento que también sonreí cuando lo vi.

-Por un momento pensé que no vendrías, con eso de que perdiste la apuesta, ya no era necesario que vinieras.
-Puede ser, pero le he agarrado cariño a los castigos, no son tan malos después de todo.
-No si tú estás conmigo.

Entramos los tres al salón. Me senté en medio, Percy se sentó atrás de mí y Rachel hasta el otro extremo del salón mientras me fulminaba con la mirada. No podía hablar con Percy pero él hacía ronroneos de gato en voz baja y no podía evitar sonreír y tenía que esforzarme mucho para no soltar una carcajada.

-Purrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr-Escuché en mi oreja después de cinco minutos de silencio. El profesor Solace volteó a ver el reloj y aproveché para hacer mi cabeza hacia atrás y gruñirle a Percy.
-¿Qué se supone que eres?
-Soy un lobo.-dije.
-Un lobo muy feo
-Hey.-lo pateé por debajo del pupitre y escuché un “au” y una risa después de eso.
El castigo acabó y Rachel salió pitando del salón mientras escribía con urgencia en su celular.
-Vamos-Dijo Percy cargando mi mochila- Te llevo a casa.
-Vamos.
-Si bueno- dijo mientras abría la puerta del coche.-No te llevaré ahorita, tendrás que pasar tiempo de calidad conmigo antes de que te lleve a casa.

Déjame demostrarte que puedo ser un caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora