Capitulo 1

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¡Primer Capítulo! :D espero les guste

Chapter 1: De rodillas.

Tome asiento en la tercera fila, odiaba no poder estar en frente viendo claramente el pizarrón. Pero ese día había llegado sobre la hora y los lugares delanteros ya estaban tomados.

Largue un suspiro mientras me dejaba caer en la silla y escuchaba el timbre sonar.

El profesor ingreso cargando su maletín como de costumbre y haciendo silenciar a la horda de mocosos ruidosos dentro de la clase.

-Muy bien, como saben hoy experimentaremos con las sustancias...

El pobre hombre no pudo continuar ya que llamaron a la puerta ruidosamente.

-¡Adelante!- grito, haciéndonos sobresaltar a todos.

El chico de cabellos salvajes y oscuros entro al aula. Pude oír a un centenar de chicas suspirar mientras él dedicaba su mejor sonrisa al profesor. Sus ojos verde mar brillando con un toque de humor al ver la cara de enojo del viejo tipo.

-Jackson, tarde como siempre- murmuro el profesor.

-Esta vez traje una nota- le respondió Percy poniendo en alto un pedazo de papel como si fuese algún precioso tesoro.

El profesor puso los ojos en blanco y le hizo señas para que se la entregara, Percy se acercó moviéndose con gracia hasta el escritorio y le entrego el papel. El hombre lo leyó frunciendo el ceño y luego se lo devolvió.

-Ok, todos en pareja. Tu Jackson ve con la señorita Chase, no te vendrá nada mal contagiarte un poco de su inteligencia.

"Oh no" pensé mientras Percy me buscaba entre los demás estudiantes, cuando me visualizo sentí mis orejas arder. De verdad no quería hacer equipo con él. ¡Era insoportable!

Me sonrió y se acercó a la mesa de trabajo.

-Hey Listilla- murmuro dejando un block de hojas y su lapicera sobre la mesa, típico, como era popular era natural que no llevase enzima ni un solo libro o carpeta.

-Sesos de Alga- dije en modo de respuesta. Él pareció querer decirme algo más pero en lugar de eso solo volvió a recostarse en la silla y trato de prestarle atención a la clase, lo que no duro mucho ya que al instante estaba haciendo rayas y dibujos sin forma con su dedo sobre la mesa.

Debo admitir que yo tampoco preste mucha atención, Percy era uno de los chicos más populares y guapos de todo el colegio, siempre metiéndose en líos y haciendo reír a todos. No nos llevábamos muy bien, es decir, yo no le seguía el juego. Siempre trataba de hacer algo para caerme bien, pero yo simplemente lo ignoraba. Si, millones de chicas matarían a su propia familia porque el famoso Percy Jackson les digiera un simple “Hola”, pero yo no era una de esas. No sé porque él siempre trataba de ser mi amigo, éramos dos polos completamente  opuestos.

Pareció darse cuenta de que lo miraba ya que dirigió sus ojos a los míos.

-¿Disfrutando la vista?

Sentí mis mejillas arder y mi lengua volverse de piedra, pero aun así me las arregle para articular un par de palabras mientras miraba más allá de él, hacia la pared, la cual estaba algo despintada por cierto.

-Ya quisieras.

-Si,- murmuro sorprendiéndome.- de verdad eso me encantaría.

Mis ojos volaron a los de él con sus palabras pero antes de que pudiera hablar el profesor apoyo su mano en nuestra mesa.

-Esperaba que el señor Jackson se contagiara de su carácter señorita Chase, no al revés.- dijo.

-Yo… Él no… -estaba balbuceando y sentía mi cara volverse de un leve color carmín. Percy rio atrayendo la atención del viejo maestro.
-Oh, vamos. ¿De verdad cree que yo podría distraerla? Ella solo estaba cumpliendo con el roll que usted debería tener y me estaba diciendo que prestara atención en clases y dejara de molestarla.
El profesor levanto sus gruesas cejas asombrado por las palabras de mi compañero.
-¿Es eso verdad Señorita Chase?
Mire a Percy y él solo me sonrió con confianza, como dándome a entender que le siguiera el juego.
-Si…
A penas se escuchó mi respuesta, pero el viejo pareció alcanzarla a oír.
-Jackson, estas castigado. Te quedaras luego de clase y ordenaras todo el equipamiento. Toda la semana ¿Entendido?
-¡Si señor!- Percy hizo un saludo militar y quedo rígido mirando al frente, haciendo que la clase entera riera.
-¡Silencio! Todos abran sus libros en la página 87 y realicen el experimento del cuadro. El que lo haga perfecto en el primer intento sumara dos puntos a la nota final.
Todos empezaron a trabajar, incluso mi compañero tomo mi libro y busco la página, yo por mi parte todavía no caía en lo que había pasado.
-Te castigaron por mi culpa- susurre.
Él alzo una ceja y me miro intrigado.
-No es el fin del mundo, es solo lo típico. Ya sabes, un simple castigo- respondió restándole importancia.
-Pero tú mentiste por mí.
El sesos de alga me miro como si no entendiera nada.
-¿Y?
-Es que…
-¿Lo está molestando de nuevo el señor Jackson?- pregunto el profesor.
-¡No!- respondí elevando mi voz casi en un grito.- Es decir, solo estábamos viendo que era lo que necesitábamos para el experimento, señor.
El viejo volvió a sus asuntos y Percy comenzó a tomar apuntes de lo que decía en el libro. No volvimos a tocar el tema en toda la clase y solo hablamos unas pocas veces sobre el experimento y la tarea.
Al sonar el timbre todos salieron disparados, como si estuviesen esperando ese momento desde que ingresaron al lugar. Estaba a punto de hacer lo mismo e ir a encontrarme con mis amigas Piper y Thalia cuando de repente sentí que alguien agarraba mi muñeca.
Gire y me encontré al sesos de alga de rodillas ente mí y sosteniendo mi mano.
-¿Qué diabl…?
-Annabeth- me interrumpió mientras aclaraba su garganta y ponía unos increíbles ojos de foca bebé-, ¿me harías el enorme honor de ir conmigo a tomar algo luego de la escuela?
-¿Qué?- quite mi mano de entre las suyas como si ardieran.- ¿Estás loco? Yo no quiero salir contigo.
-¡Por favor!- se levantó pero mantuvo aquella expresión de ternura que hacía a todas las chicas caer de rodillas. Si, incluso a mí me ponía algo loca aquella mirada. –Además me lo debes.
Mis ojos se abrieron en impresión.
-¿Cómo? ¿Qué te lo debo?
-Sip. Por lo de hace rato, si no lo hubiera hecho tu estarías castigada conmigo, lo cual sería grandioso, pero la verdad es que eso también mancharía tu reputación de “niña perfecta” así que, si. Me lo debes.
“¡¿Niña perfecta?!”
-¡No!- le grite algo más brusco de lo que hubiese deseado mientras me soltaba de su agarre.- No voy a aceptar que me chantajees para una cita.
Él se levantó dando un gran suspiro, demasiado grande como para que no fuese teatral.
-Está bien, entonces acompáñame.
-¿A dónde?
-Aquí- dijo señalando con sus dedos el piso.- Tengo que volver todas las tardes y quedarme una hora más o menos, y me voy a aburrir solo, por lo que…
-¿Por qué no le pides a tu novia que se quede contigo?- insinué.
Percy ladeo la cabeza y frunció el entrecejo mientras sonreía, con eso desmayaría a miles de chicas de seguro, pero no a mí.
-¿Novia?
-Rachel- mi afirmación salió más bien como una pregunta, por lo que me asegure de no haber perdido mi pose firme y levante el mentón.
-Ella no es mi novia, para ser sincero no la quiero ni a cinco metros de mí. Entonces, ¿me vas a acompañar mañana?
Quede en silencio por un gran momento, mire a la puerta y vi que Piper cruzaba junto con su mejor amigo Leo. Fruncí mis labios y volví a mirar al sesos de alga.
-Está bien. Si te comportas mañana pasare también los siguientes días media hora contigo, nada más.
-Annabeth, por favor- murmuro mostrándome aún más sus dientes súper blancos- déjame demostrarte que puedo ser un caballero.
Lo mire de arriba abajo sin saber si reírme o no, creo que dije algo como “Aja” y salí corriendo del salón tras mis amigos pero no sin antes escuchar un grito de victoria del chico al que había dejado atrás. Negué con la cabeza mientras reía. No podía creer que estuviera a punto de pasar toda la semana con el chico al que más odiaba en este mundo, bueno, el segundo chico al que más odiaba en este mundo.
 



Déjame demostrarte que puedo ser un caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora