Obligada al casamiento (En edición)

Capítulo 34

Cuando llegue a la empresa de mi padre, Baje furiosa del coche y como baje del coche así mismo entre a la empresa.

Subí por el ascensor hasta llegar al último piso en donde se encontraba la oficina de mi padre, Cuando llegue hasta la oficina abrí la puerta sin tocar como toda una diva furiosa.

  — Hija, Porque no tocaste la puerta, Acaso yo no te eduque para eso — Contestó mi padre ante mi repentina entrada

  — ¿Porque cancelaste mis tarjetas? — Pregunte directa

  — Wow, No creí que te dieras cuenta tan pronto — Contestó

  —¿Porque? — Pregunte otra vez

 — Porque ya que ustedes dos serán marido y mujer, Crei que tenian que pagar sus propios gastos juntos— Contesto

Es enserio, No ve que Dante no esta aquí y yo tengo que pagar una enorme compra.

  — Es enserio, Esta apunto de pagar una enorme compra cuando me di cuenta de habias cancelado mis tarjetas — Le conteste bruscamente

  — Pues, Ese es tu problema no mio — Contesto

Yo me enfureci más y salí dando un puerta de esa lugar, O sea se supone que un padre no le hace eso a su hija menor.

Baje hasta la entrada, Entre en mi coche y salí disparada de ese lugar hacia la mansion de Dante.

¿Que?, Se supone que tenemos que compartir gastos y yo tengo que pagar un monto de comida que me llevó horas recolectarla.

 Cuando ya estaba ahí, Iba a entrar pero una llamada entrante me distrajo de mi cometido.

  — Hola — Conteste

  — Beverly, Cariño— Contesto

  — Mama, Aque se debe tu llamada — Pregunte

  — Sean, Quiere que vayas a visitarlo junto a Dante, Para conocerlo— Contesto

  — Pero para qué, Si él va a asistir a la cena de esta noche — Pregunté extrañada

Sean nunca había sido un hermano sobreprotector, Osera que nunca a conocido a ninguno de mis exs.

  — Dijo algo sobre que quería conocerlo antes — Contestó

  — Ok, Dile que lo veo en unos Minutos — Conteste

  —  Nos vemos esta noche, Cariño— Contesto

  — Nos vemos — Conteste para luego corgar

Guarde mi celular y entre a la mansión del terror de Dante.

Cuando entre me lleve una gran sorpresa, Estaban los padres de Dante en el salón hablando animadamente con unos desconocidos a mi vista y Pues Dante está mirando a la nada más aburrido que una ostra.  

Cuando todos se dieron cuenta de mi presencia, La madre de Dante al igual que los demás excluyendo a el padre de Dante y al Mismo Dante quien se le  iluminaron los ojos al verme, Me miraron como si fuera una simple plebeya.

  — Beverly, Que te trae por aquí — Preguntó el padre de Dante

  — Venía a hablar con Dante — Conteste

El mencionado se acercó a mí y me sacó por el brazo de el salon,

  — Que se supone que haces aqui — Pregunto

  — Que no escuchaste lo que dije, Vine a hablar contigo — Conteste

  — ¿Qué quieres?   — Preguntó

  — No sepone que yo era bienvenida cuando quiera — Pregunte

  El me miro unos minutos y Luego relajó su mirada.

 — De que quieres hablar conmigo— Preguntó más calmado

  — Pues, Mi hermano quieres que lo visitemos para que el pueda conocerte — Contestes lo más rápido que puede

Esto me da mucha vergüenza, No creí que fuera tan vergonzoso hablar de mi hermano con Dante.

  — Para qué quiere conocerme, No es para eso la cena de esta noche — Pregunto extrañado

  — Ey, Yo no sé nada, El solo me dijo eso — Conteste Sonrojada

El miró mi rostro ardiente y luego una sonrisa arrogante creció en su rostro.

  — Porque te sonrojas — Preguntó Con su sonrisa arrogante

Lo mire con odio, Porque tiene que hacer una pregunta tan estúpida como esa, está claro que no es por ti que me sonrojo, ¿O si?.

  — También, Tenemos que ir de compras — Cambie el tema

  — De compras y Para que — Pregunto

  — Tu solo, Calla y sígueme — Le conteste

Lo tome de la mano y lo arrastre conmigo hasta el salón.

  — Familia, Lamento la interrupción, Pero me llevare a Dante por un par de Horas— Conteste

  —  Que les vaya bien— Contestó el padre de Dante antes de irnos

Llegamos hasta mi coche y le dije,

  — Sube — Le ordene

  — Desde cuando los papeles cambiaron — Bromeo

Reímos. 

Entramos a mi coche para luego yo arrancar hasta el supermercado.

La sorpresa que te llevaras Dante.