Viernes. Eran ya las once de la mañana cuando se había despertado para prepararse el desayuno. Al llamar a los chicos se dió cuenta de que todo estaba demasiado desierto; sin ningún alma rondando por aquellos lares. Hyojong estaba demasiado nervioso, hoy iba a tener una cita con el chico que le atraía y cuando más necesitaba distrarse sus compañeros de casa no estaban. Efectivamente, lo habían vuelto a dejarlo tirado sin previo aviso. ¡Ninguno de ellos contestaba a los mensajes ni llamadas! ¿Por qué solo eran así con él?
Resopló tomando su celular mientras caminaba hacia el cuarto de baño quitándose la ropa. Se aseguró de que el agua estuviera a una temperatura adecuada y se metió en la bañera, dejando que el agua tibia mojase su cuerpo mientras hacía un resumen de lo que se vestiría y desayunaría. Tenía tantas ideas, tanta hambre, tantas ganas de verle. Pero también se empezó a hacer preguntas. Eran preguntas que probablemente tendrían respuestas buenas y eso le alegraba, aunque en su cabeza lals respuestas serían distinas. Lo que menos quería era cagarla en su primera cita, los nervios le consumían por dentro. Aunque también quería disfrutar a su lado como siempre que estaba a su lado y así poder crear nuevos recuerdos los cuales llevar a su bahúl de la felicidad.
Variadas veces parecía que podía dispersarse de un lugar a otro en minutos. Ya no sorpendía a nadie que era su amigo perderlo de vista o no saber en qué lugar se encontraría. La vida ajetreada que mantenía día a día desaparecía cada fin de semana. No importaba el poco descanso que tenía después de cada hora de la universidad, de cada hora que se pasaba estudiando al día. Todo aquel trabajo duro iba a tener su buena recompensa.
Estaba totalmente limpio, desayunado, perfumado y vestido. Guapísimo como siempre.
- ¿Debería ponerme más guapo aún? Quiero verme bien y llamar la atención de hyung.
Sonrió viéndose al espejo mientras hablaba consigo mismo. ¿Desde cuándo le importaba verse aún más guapo de lo normal? Lo que menos le preocupaba era como se vería, era todo demasiado extraño como para responder esa pregunta, así que valanceó su cabeza de un lado a otro para salir de las nubes y volver al mundo. Era hora de salir a por su mayor que vivía a dos cuadras de su casa, pero... estaba nervioso, su estómago estaba completamente lleno de mariposas que revoloteaban por todo su estómago. 'Rélajate idiota, siempre lo ves' empezó a repetir la frase dicha varias veces para ver si aquello le relajaba un poco. El resultado fue nulo. Triscó sus manos como de costumbre y mandó a la mierda todos los nervios.
- Allá vamos, si la cagas, la cagaste. ¿No la cagas siempre? ¡Pues ya está!
El poco cariño y la poca fe que sentía de si mismo era bastante patética, aunque eso le hacía sentirse mejor. Hyojong era la persona más rara que alguien pudo llegar a traer al mundo, aún así tenía muchos admiradorxs y amigos. ¿Por qué? Porque....no tengo ni idea. ¿Tal vez es algo lindo y su rostro es atractivo? En la sociedad de ahora eso es lo único que importa. Ser guapo.
