| t a e h y u n g |

22

MINJEE

—Eres toda una masoquista. Detente ya, Min.

Si, habían pasado varios días, tal vez hasta una semana o dos pero yo no dejaba de mirar esas fotos. Seguía buscando indicios de que Taehyung se veía incómodo ante la presencia de la chica larguirucha y con fachada de egipcia sentada frente a él en las fotos. Buscaba cualquier indicio, lo que fuera. Pero nunca lo encontré.

Y llegué a la conclusión de que, Taehyung era un increíble actor, o que no estaba actuando.

Sentía tantos celos de esa chica.

Inha me miraba desde la cocina con una bolsa de papitas en la mano, veía en su rostro que sentía pena por mi. Yo también sentía pena por mi.

—No es justo que ella pueda salir con él —renegaba yo desde uno de los sillones de la sala y volviendo mi mirada al telefono, a las fotos—. No es justo que lo obliguen a hacer esto.

—No se ve que lo estén obligando mucho...

Le lancé mi mirada de "cierra la boca" y ella solo se encogió de hombros y metió otra papa a su boca.

—Sabes que es cierto, si no, no estarías viendo esas fotos por millonésima veces.

—No lo entiendo.

—Si, yo tampoco no entiendo como es que Namjoon aún no se ha fijado en mi. —aquí íbamos de nuevo, Inha iba a volver a pedirme que hiciera que Taehyung le hablara a Namjoon de ella— Aunque, si tuviera una amiga que podría ayudarme con eso...

Rodé los ojos.

—Namjoon acaba de enterarse de que yo existo, Inha —le recordé—, no es momento de que Taehyung ande de cupido.

En realidad no era momento de mucho; los chicos habían hecho su comeback la semana pasada y se encontraban a la mitad de sus promociones y eso significaba que no sabría de Tae en un tiempo. Y yo comprendía, sabía que tendría prioridades y que yo no era una de ellas por el momento.

Saberlo no lo hacía más fácil o llevadero, seguía extrañándolo con todas mis fuerzas.

Antes de Taehyung, solía creer que nadie en esta vida era indispensable o irremplazable. Llorar por alguien quien no quería ser parte de tu vida o que no iba a volver nunca tuvo sentido para mi... Hasta que me imaginé perdiéndolo a él.

Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos de mi cabeza. Nunca nos separaríamos, seríamos más fuertes que todo, nuestro amor era más fuerte que todo.

Eso pensaba yo.

Miré mi teléfono y me decidí por llamarlo, me arriesgaba a interrumpir algo importante que él estuviese haciendo en esos momentos pero an era temprano en la mañana, seguro estaba desayunando.

Coloqué el teléfono en mi oído bajo la atenta mirada de Inha y esperé a que respondieran del otro lado.

—Vamos, Tae. Te extraño —susurré— Contesta.

Cinco timbrazos, no contestó.

—Seguro está cagando o algo así —dijo Inha, en un intento de... ¿animarme?— O bañándose.

—¿Puedes dejar de imaginarte a mi novio parcial o completamente desnudo y en una actividad desfavorable? —Inha escupió las frituras de su boca— Gracias.

—No lo decía por que me lo estaba imagi...

Mi teléfono vibró en mis manos y su nombre apareció en la pantalla. Inha automáticamente quedó en segundo plano. Contesté con demasiada felicidad.