Extra | 2 (Borrador)

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Cerré la puerta de mi jeep y suspiré.

A veces realmente estaba tan cansado que sentía que todo me iba a consumir, pero entonces, como en aquel instante, solo me bastaba con saber que al otro lado de la puerta me esperaba mi mujer y todo el cansancio y monotonía se iban al carajo.

Con Is cerca todo era mejor, con muchos colores, pero siendo sincero, el rojo era el color que predominaba, amaba su cabello, las pecas de su rostro y todas y cada una de sus imperfecciones que para mi eran hermosas por lo que eran.

A veces no entendía sus celos, no podía evitar preguntarme como ella podía estar celosa ¿Como era eso posible? ¿Acaso no se daba cuenta como yo la mirada?

Mis amigos decían que yo la miraba como si tuviera sed y ella fuera la única fuente de agua existente en el mundo, por qué eso era ella para mi, la única mujer en el mundo, en mi mundo.

Antes de ella nunca había pensado en casarme, no me sentía como si quisiera estar en está vida atado a alguien, pero siendo sincero, yo quería estar toda la vida y muerte atado de la mano de Is; y eso era amor.

La cosa era que los celos de Is habían estado alborotados últimamente ¿Por qué? Bueno, sus celos tienen nombre.

Danill.

La nueva camarera que había contratado estaba diseñada exclusivamente para irritar a Isabella -Cosa que yo no toleraría- Por qué le había dado un ultimátum a la chica en dónde le advertía que si seguía comportándose justo como los estaba haciendo, perdería su trabajo, realmente no me importaría sus deudas y el querer mantener a su hijo.

Is siempre estaba por encima de todos y todo, entonces le dejé claro que si quería seguir con su trabajo debía dejar de tratar de meterse dentro de mis pantalones, porque primero; a mi no me interesaba, y segundo; tenía una hermosa esposa que por nada en el mundo le sería infiel.

Aquella tarde le había dicho a Danill que iba a ser trasladada al nuevo bar que había comprado dentro de uno de los mejores barrios de la ciudad, el bar había sido la idea de Is y por esa razón había querido darle una sorpresa justo cuando lo compré y le dije que era absolutamente suyo para hacer lo que ella quisiera, y podía decir que estaba orgullo de ver cómo lo llevaba y lo madura que era para solucionar todo.

La cosa era que si Danill comenzaba a trabajar para Is exclusivamente, mi chica tomaría más confianza y se daría cuenta que no tenía porque, en absoluto, tener celos.

Si hubiera sido otra clase de jefe, simplemente la hubiera sacado del bar desde el primer momento que significó problemas para mi, pero siendo sincero, nunca había podido ser descortés e inhumano con las personas que necesitaban ayuda alguna, porque yo más que nadie, sabía lo que era vivir en la miseria y comer de ella.

La pobreza era una ingrata amiga que siempre amenaza con volver una vez más.

Volviendo al presente le puse la alarma al Jeep y comencé alejarme suavemente del lugar, pero siendo sincero quería correr dentro del apartamento y poder llegar a mi chica y besarle pausadamente. Hoy no nos habíamos visto justo después de la mañana porque el día de los dos había estado lleno de muchas cosas, pero me arrepentía de no haber sacado aunque sea unos veinte minutos para ir a ver a mi cielo personal.

Había llegado a la deeducion que simplemente no podía vivir sin Is.

Justo cuando llegué al apartamento y abrí la puerta, un delicioso olor a pasta y queso llegaron a mi nariz haciendo gruñir ni estómago, la cuestión ahora era de hambre, estaba por llamar a Is cuando tres felinos se acercaron a mi buscando mi atención, no pude evitar sonreír cuando Dash alejó gruñendo a las otras dos gatas para que toda mi atención fuera exclusiva para él.

-¿Qué tal amigo? -Pregunté acariciando sus pequeñas orejas negras.

Me tomé el tiempo de saludar a las otras dos gatas hasta que por fin pude librarme de los tres felinos.

-¿Tengo que hacer fila para un beso? -Preguntó una suave y hermosa voz que aceleró mi corazón.

Justo ahí estaba ella, viéndose perfecta, como siempre, su hermoso cabello rojo estaba recogido en una cola de caballo larga que solo me hicieron querer tirar de ella y enterrarme en lo más profundo de Is, como cada noche...

-Así de magnífico soy -Bromee justo cuando ella rodaba los ojos y me llamaba imbécil - Ven aquí cielo -La llamé suavemente y ella vino directamente hacia, sus pasos eran lentos y gruñí frustrado - Isabella...

-¿Si? -Preguntó sonriendo y supe que aquella noche la haría pagar por su jueguito de paciencia.

Veríamos cual de los dos podía ser más paciente.

En la cama.

***
Estamos comiendo una deliciosa lasaña que Is había hecho ella misma, estábamos hablando de sus clases virtuales, pero sabía que ella estaba distraída con algo, se veía nerviosa y siempre estaba mirándome de reojo justo cuando creía que no la observaba, quería ser directo y preguntarle qué pasaba, pero sabía que así solo la espantaria, entonces fui paciente y esperé a que ella se abriera a mi cuando creyera que era conveniente.

Y el momento llegó justo cuando yo había terminado mi porción de de lasaña...

-¿Quieres más? -Preguntó ella sonriéndome nerviosamente.

-¿Hmmm? -Cuestioné

-Lasaña Ian... -Dijo mirándome fijamente y asentí sonriendo

Estaba poniendo un trozo de pasta y carne en mi boca cuando de repente ella dijo...

-Está lasaña está deliciosa vas a ser papá- dijo todo tan rápido que me quedé mudo - ¿Ian? - pasaron unos minutos en total silencio, por lo que ella decidió llamarme viéndose ansiosa.

¿Había escuchado mal?
¿Iba a ser papá?
¿Yo?

-¿Qué dijiste Isabella? -Pregunté y ella se estremeció al escuchar su nombre completo, quizás creyendo que yo estaba molesto por su confección -¿Is? -Volví a preguntar cuando ella retiró la mirada.

-Juro que estaba tomando las pastillas, no sé qué pasó, sé que es muy pronto... -Me levanté de la silla deprisa casi cayendo y me arrodille justo frente de ella tomando sus mejillas entre mis manos y guiando su provocativa boca a la mía.

Iba a ser papá.

Debería estar asustado pero la verdadera me encontraba muy eufórico con la noticia.

Is y yo tendríamos un hijo y lo íbamos amar tanto, que nunca en la vida iba a tener que pasar por lo que ambos pasamos, seríamos unos padres ejemplares porqué nosotros sabíamos que era el amor y como darlo.

Dentro de mi emoción, solo pude preguntar algo.

-¿Cuando comenzamos a comprar la cuna y la ropa?- Is solo pudo sonreír antes de besarme.

***

POR FIN EL SEGUNDO EXTRA!!

¿QUE TAL?

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