Ni bien llegó el sábado. Mizuzu se alistó volando, y salió corriendo de su cuarto hacia el auto, donde su madre le esperaba, pero grande fue su sorpresa al abrir la puerta de la camioneta y ver a su hermano sentado en el asiento de atrás.
-¡¡No !!.- Gritó Mizuzu.
- ¿Que pasa?- Volteó Misaki al escucharla gritar.
-¡Bajate! ¡Tu estás muy grande para el zoo!.- Dijo ella molesta.
- Ven-gan-za ~- Dijo él sonriendo.
Y en ese momento recordó de aquel golpe con el que tiró a su hermano y que había olvidado pues el nunca se lo devolvió.
- ¡¡Mama!!.-
Misaki veía resignado a sus hijos.
- Tu papa me dio esas entradas para salir en familia.- Dijo volteándose de cuerpo entero
- ¡Pero el está muy grande!.-
- Mizuzu no protestes. Permití que trajeras a ese niño, así que supongo que también tu debes ser permisiva.-
Mizuzu resopló molesta.- Hazte a un lado.- Empujó a su hermano.
-Y bien, ¿porque no estamos avanzando mama?.- Dijo Mizuzu molesta.
- Porque aun falta que llegue alguien.-
-¿Quien? A Hinata lo vamos a recoger en su casa.-
- A Shinta pues hermanita .- Dijo sonriendo orgullosamente Daichi.
Mizuzu empalideció de golpe.
-¡¿Que?!-
- Oh, mira ¡ahí está!.- Dijo Diachi alegre
Mizuzu pedía que la tierra la tragara, Shinta venía a paso ligero, ni bien los vió los saludo y se metió del lado de Daichi. ¿Y porque Shinta va a venir?, pensaba ella.
- Oh, se preguntaran porque Shinta esta aquí, y es porque este tipo tiene un monton de tiempo libre.-
- Lo suponía.- Dijo Misaki.- Bien, en marcha.-
Mizuzu suspiró cansada por séptima vez, a lo que Misaki un poco se fastidió, esta vez Daichi se había recontrapasado fastidiando a su hermana pequeña, Misaki pensaba recompensarla, realmente el tambien pensaba que irian el Mizuzu y el mendigo mocoso de Hinata, pero temprano mientras metía las cosas en el carro Daichi se apareció y el no le podía negar nada a su hijo. Asi que el tambien era el culpable.
Al pasar por la casa de Hinata el ya estaba en la puerta de su casa, Mizuzu abrió la puerta del auto, y el niño subió no sin antes shockearse porque su cita se convirtió en una salida familiar. Pero bien o mal pasaría tiempo con la niña que era su novia, así que decidió ser diplomático y cortés ante todo.
Pero aHinata le resultaba dificil expresarse, pues sentía que el "papa" de Mizuzu le había observado apenas subió al coche, y sostenía una sonrisa tan forzada, que le incomodaba por sobremanera.
- Hinata -kun, buenos días- Rompió el hielo Misaki apenas el chico cerró la puerta y puso el auto en marcha.
- B-buenos días Fushimi-san.-
Todo el ambiente se tensó en el segundo que terminó la frase, lleno de confusión observó a su novia quien lucía enojada.
- Dime Yata - Dijo
- ¿Que tus padres no están casados?- Se atrevió a preguntar a Mizuzu
-Te escuché.- Dijo enfadado "Yata".

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Papa y mamá
FanfictionUna serie de pequeñas historias sobre la vida familiar de Fushimi Saruhiko y Yata Misaki