Parte 19

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Los ojos de Chris se abrieron exageradamente, por un segundo había creído que la excitación le estaba jugando una mala pasada pero cuando contempló el brillo de rabia en las azules pupilas de Dulce supo que la mentira había llegado a su fin.

—Dulce... —intentó decir pero ella le cubrió la boca con una de sus manos.

—No digas nada, Chris, seré yo quien hable, creo que haber sido tu blanco predilecto para hacer daño durante casi cuatro años me da el derecho de hacerlo, ¿no crees?

Chris asintió, no tenía otra opción; ella lo tenía atrapado y encima no podía pronunciar palabra, la dejaría desahogarse y después le contaría su versión de los hechos.

—No puedo creer que cuando te enteraste finalmente quién era yo te hubieras quedado callado. ¿Qué pretendías? ¿Hacer de cuenta que nunca me conociste, que nunca te burlaste de mí de la manera más cruel?

Chris sacudió la cabeza en una contundente negación. ¡Por Dios, que lo dejara hablar!

—¿Sabes lo que pensé cuando reapareciste de nuevo en m ivida?

Chris volvió a negar con un movimiento de cabeza.

—Que el destino se estaba burlando de mí, pero creo que me equivoqué, la vida me está dando la oportunidad de vengarme por lo que me hiciste padecer durante mis años de adolescencia...

Él se movió inquieto debajo de ella y Dulce accedió a darle una tregua. Quitó su mano y le permitió hablar.

—¿Qué vas a decir a tu favor?

Chris respiró hondo, buscó en su mente qué decir y la miró fijamente a los ojos.

—Dulce, cuando te vi por primera vez no te reconocí, jamás me pude imaginar que la muchachita que había conocido en Lookwood...

—Dilo con todas las letras, Chris –interrumpió ella—. La muchachita sosa y mojigata a quien no cesabas de martirizar con tus burlas. Jamás podías imaginar que Dulce Gibson, la modelo estrella de la agencia Impact fuera Dulce, la puritana...

—Lo supe apenas ayer cuando un detective amigo me contó lo que había investigado sobre tu pasado, no te imaginas lo mal que me sentí cuando descubrí quién eras –dijo con sinceridad, esperando suavizar la expresión de rabia en el hermoso rostro de Dulce.

—Estabas tan mal que no pudiste decírmelo. ¿Por qué? ¿Se te caía la cara de vergüenza? ¿O quizá te molestaba que después de diez años la joven tonta de la cual te burlabas se hubiera convertido en una mujer hermosa y deseada por los hombres?

—Dulce, no me siento orgulloso de esa época de mi vida, lastimé a mucha gente, a ti especialmente pero créeme que he cambiado y haberte encontrado ahora me da la oportunidad de subsanar mi error... te pido perdón aunque sé que ni siquiera lo merezco...

Dulce hizo un enorme esfuerzo por no llorar, no sabía si el hecho de que Chris le estuviera pidiendo disculpas era el causante de su repentina debilidad pero no podía odiarlo, ya no.

—Me hiciste mucho daño Chris...

—Lo sé, Dulce y quisiera poder volver el tiempo atrás para enmendar mis errores que fueron muchos –hizo una pausa antes de seguir hablando—. Quizá si mi madre no hubiera muerto hubiera seguido con aquella conducta errática y maliciosa.

—¿Tu madre murió?

—Si, un par de meses después de tu partida –explicó él.

—¿Cómo sabes exactamente cuándo me marché del pueblo? – preguntó extrañada ella.

Tu Admirador Secreto Vondy (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora