♥Coffee♥ YoonMin

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Esta vez no se levantó temprano, pero si pudo desayunar e irse tranquilo a clases pero esta vez si recordó llevar el anillo del niño lindo.

Recostó su mejilla izquierda en el helado vidrio del autobús, olvidando la pequeña herida. Se quedó despierto todo el camino por falta de comodidad.

Cuando llegó, subió al segundo piso, anhelando que esta vez si se pueda encontrar con el niño que le había hechizado. Había mucha gente pero no demasiada.

Hizo los tres pasos para obtener café: Depositar, presionar y esperar, o como el lo llamó: DePE.

—Hyung..., buenos... días —El chico rubio apareció detrás, intentando regular su respiración, parecía haber estado corriendo, y bueno pues eso fue lo que había hecho.

YoonGi volvió a hacer el DePE y le entregó un café al chico rubio.

—Gracias, hyung —le sonrió, de manera que sus ojos se hicieron una medialuna. YoonGi le devolvió la sonrisa.

Cuando el chico observó mejor a su hyung se percató del rasguñito que yacía cerca de su ojo. Dejó el café encima de una mesa que estaba cerca y sacó de su mochila algodón, alcohol y una bandita.

Pasó el algodón con alcohol sobre la herida, a YoonGi no le dolió pues esta ya se había cicatrizado. Después le puso la bandita—Listo, debería tener más cuidado y usted tiene suerte de que yo siempre me ando cayendo y tenga unas banditas.

—Gracias —El chico solo asintió.

Pasaron unos minutos tomando el café sin hablar, el silencio no era incómodo. Tocó la campana y recordó que tenía el anillo.

El castaño ya había comenzado a correr cuando YoonGi gritó: —¡Chico bonito, espera!

Obviamente el castaño se regresó sonrojado. —¿Si, hyung?

—Antes de ayer se te cayó tu anillo —Sacó de su bolsillo un anillo y se lo tendió.

El castaño agradeció y salió corriendo.

Oh, y no olvidemos que cuando intentaba llegar temprano a su salón, YoonGi pisó un escalón invisible y algunas miradas se posaron en él y se rieron debido a su casi caída.