𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝑵𝒊ñ𝒐𝒔 𝒕𝒆 𝑸𝒖𝒊𝒔𝒆 [TERMINADA]

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—Niños— la maestra de matemáticas entró con un nuevo alumno al salón de segundo primaria —recibamos a un nuevo compañerito, presentate cielo.

—Hola soy Park Jimin— hizo una pequeña reverencia y la profesora lo dirigió hacía uno de los puestos que estaba en frente de una de las niñas más listas del salón. Toda la clase se mantuvo en concentración, de vez en cuando ella levantaba la mano y despejaba sus dudas, a pesar de lo distraida que podría llegar a ser, de alguna manera entendía los temas. Cuando pasaba a resolver algún ejercicio matemático siempre le quedaba correcto ganándose los aplausos de sus compañeros entre ellos el pequeño Jimin.

—Muy bien pequeña, pasa a tu puesto...— la maestra dió por acabada la clase faltando solo un minuto para salir a recreo, cuando el timbre sonó todos los niños gritaron y salieron corriendo entre ellos incluida la pequeña niña. Jimin sólo se quedó guardando sus libros y sacando su lonchera cuando una vocecita lo asusta.

—¿No vas a salir Ji...?

—Jimin.

—Jimin si, ¿no vas a salir?

—Ya voy— la niña esperó a Jimin en la puerta dandose cuenta de un pequeño detalle
"siendo la representante del salón debe ayudarlo a conocer el colegio"

—Te enseñaré el colegio.— Dijo con una sonrisa la pequeña.

—¿En serio? Gracias.— Jimin salió del salón de clases para encontrarse cara a cara con la pequeña, le detalló los ojos y quedó impresionado de las pestañas de la niña, eran abundantes y largas.

—Sigueme— la pequeña caminaba junto a Jimin guiándolo para al fin llegar al patio de juegos. —Jimin este es el centro del colegio, allá está el comedor y la cafetería.

—Esta bien pero comamos y ahora me enseñas el colegio.

—De acuerdo Chim.

—¿Chim?

—¡Perdón!— carcajeo la pequeña —Jimin.

—No, esta bien si me dices así.

—Bueno y Chim ¿cuántos años tienes?

—Tengo seis años.— Dijo con los cachetitos colorados.

—¿Por que te pones rojo Chim? Pareces un pollito así.

—Todos dicen que soy muy pequeño para mi edad.

—Eres muy tierno Chim y tienes cachetes apretables.

—No, no lo creo— el pequeño dijo poniéndose aún mas sonrojado.

—Claro que sí.

—¿Quieres ser mi amiga?— le miraba con curiosidad.

—Bueno pero debemos prometer siempre guardar nuestros secretos.

—Esta bien.— Los dos pequeños juntaron sus dedos meñiques y la pequeña rió con tan solo ver el tamaño del dedo contrario, prometieron entonces guardar sus secretos como buenos amigos. Luego de haber terminado la lonchera se fueron juntos a mirar el colegio, el pequeño Jimin hizo más amigos y comenzaban a jugar entre todos; escondidas, quemados, rayuela hasta quedar agotados. Jimin era muy tímido pero junto a la pequeña se sentía más seguro, definitivamente sería su amiga preferida durante el último año escolar.

Pasaron los cuatro periodos académicos y los niños de segundo primaria estaban a una semana de salir de vacaciones, se encontraban en el salón realizando la última prueba del año escolar. Todos los pequeños terminaron sus respectivas pruebas, Jimin fue uno de los primeros en salir, se había convertido en un niño muy pilo y juicioso, salió del salón despidiendose de su maestra, bajó las escaleras y en la entrada ya se encontraba el bus que los llevaba cada uno a sus respectivas casas, el pequeño se sentó en una de las bancas a esperar a su amiga favorita, ella llegó.