—¿Te gusta Julián? —Catalina, la niña más popular del salón miraba sorprendida a la pequeña. La niña sólo asintió, a pesar de ser la más pila del salón, Catalina la intimidaba casi todo el tiempo y sin querer se había enterado que a la pequeña le gustaba el niño más lindo del salón, según ella, su novio. Hay que entender que a la de edad de seis y siete años, los niños comienzan a experimentar gustos hacía otras personas, y en el caso de Catalina, ella sentía mucha atracción por Julián, al igual que la pequeña.
—Eso es imposible.
—¿En serio? —Sarita, la mejor amiga de Catalina, se acercó porque escuchó el llamado de su amiga, la pequeña estaba sentada en su puesto mirando hacía abajo. Delineaba con sus deditos la línea de color rosado que decoraba su cuaderno y ya sentía ganas de llorar, y es que esa niña siempre era así con ella. La pequeña no hallaba la hora de ver a su pequeño Chim y refugiarse en él ¿debía durar tanto en el baño? —no puede gustarte Julián.
—Me gusta —la pequeña seguía mirando hacía sus manitos.
—¡Le gusta Julián! —la recién llegada gritó y señaló a la pequeña, de inmediato ella sintió algo en sus ojos arder obligándole a llorar, el chico mencionado estaba concentrado en su puesto y giró para ver a la pequeña, quien lo miraba temerosa.
—Yo le gusto a todas las niñas de este salón —y simplemente volvió a su cuaderno ignorando completamente las voces a su alrededor, el pequeño era algo egocéntrico y tenía claro ser el más lindo del salón, un atributo que aumentaba su ego. Mal.
La pequeña, quien era motivo de todas las risas del salón, solo no pudo aguantar sus lagrimas y sus ojitos enrrojecieron, quería desaparecer pero se quedó ahí.
Jimin, el pequeño niño, llegó del baño sacudiendo sus manitos y escuchó risas pensando claramente que comenzaba la recocha del salón, no pudo evitar sonreír porque sabía que podían gritar, saltar, hablar duro, subirse en las sillas, sentirse verdaderamente un niño, sin embargo, su sonrisa se apagó cuando notó a su amiga decaida y con los ojos rojos, no dudó en correr hacía ella y tomarla de los hombros, la pequeña no hablaba ni prestaba atención. Miró a su alrededor y comprendió lo que sucedía, de nuevo el bullying llegaba y afectaba el corazón de su mejor amiga.
—Salgamos —la tomó de la mano y la halo hacía afuera, no sin antes mandarle una mirada cortante a todos los que se reían sin razón. La llevó lejos de ese lugar aprovechando que tenían hora libre. Buscó con la mirada un sitio para hablar y la llevó a su lugar favorito: una mini casa en donde cabían a la perfección.
—Son tan malos —apenas el sollozo fue audible para ambos y Jimin no dudó en rodearla con su bracito y acariciar en esa zona.
—Son unos tontos.
—Pensé que Sarita era mi amiga.
—Me tienes a mi, para que más amigos —hacía todo lo posible por calmarla y tener toda su atención.
—Chim quiero un abrazo —Jimin la enredó entre sus cortos brazos pero lo suficientemente largos para protegerla, la niña respondió y en poco tiempo los sollozos dejaron de escucharse reemplazados por unos leves suspiros, el pequeño sonrió al saber que había logrado calmar la angustia de la niña y desde entonces se prometió cuidarla y no dejar que volviera a llorar. No, nunca más sufriría —te quiero Chim.
Y ese día, en ese preciso momento fue el más valioso para el pequeño Jimin y la esperanza lo llenó de regocijo al saber que quizás si tenía oportunidad de dar su corazón por completo a la única persona que había sido capaz de hablarle cuando nadie más lo hizo.
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𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝑵𝒊ñ𝒐𝒔 𝒕𝒆 𝑸𝒖𝒊𝒔𝒆 [TERMINADA]
FanfictionJimin y tú se conocieron en un jardín de niños. Tú siendo la niña más pila del salón le enseñaste muchas cosas a Jimin. Se separan durante mucho tiempo pero una compra en tu almacén cambia el rumbo de tu vida.