Narra Marinette Estaba arreglandome para salir con mi amiga Alya, supongo que iríamos al cine.
Narra Adrien Estaba a punto de salir de mi casa cuando Natalie gritó desde la puerta.
-Joven Adrien, tendrá que esperar a su padre, irá con usted. -Gracias Natalie, lo esperaré- Dije y me senté en un escalón de la entrada. -Bien hijo, vamos.
Fuimos al parque y nos sentamos.
-Hijo, vine contigo para decirte algo- Dijo mi padre dando un pequeño suspiro- Adrien, sabes que tú serás el dueño de la empresa Agreste, lamentablemente no puedo ponerla a tu nombre si no estás casado. -Pero padre, apenas tengo 19 años, casi 20, ¿Es necesario casarme para tener la empresa?- Dije algo triste. -Si hijo, créeme que si fuera por mi te la daría sin necesidad de casarte, pero no puedo hacer nada. -¿Y con quien será?-Dije bajando la mirada. -Eso aún no lo sé, tal vez con alguna fan tuya. -De acuerdo padre, lo hago por el bien de la empresa.
Narra Marinette Salí corriendo de casa ya que vería a Alya a las 2:30 y ya eran las 2:50, iba pasando por el parque cuando me tropecé con una piedra.
-Cuidado- Gritó un chico y en ese momento me atrapó.
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-¿Estás bien?-Dijo el chico, con un gesto preocupante. -Si, jaja, lo siento soy algo torpe y no vi esa piedra. -Bueno, nos vemos. -Si adiós, gracias- Me despedí de él y me fui.
Con Adrien
-Bueno, ¿Nos vamos padre? -Espera, ya tengo a la chica perfecta para casarte-Dijo mi padre dando una sonrisa. -¿A quién? -Ella, a esa chica de pelo azul y hermosos ojos, es la indicada. -Pero padre, la conozco apenas. -Eso no importa, quiero que la encuntres y empienzen a hacerse amigos, en una o dos semanas le daremos la noticia. -Bien padre.
Narra Marinette Alya pasó a dejarme en mi casa y se fue, estaba apunto de entrar cuando escuche una voz algo familiar.
-Hola- Dijo el chico -Hola, eress el chico que me atrapó verdad haha. -Si jaja, ¿oye mañana podríamos salir?-Dijo y se veía un poco nerviso- Claro apenas nos conocemos pero podemos hacernos amigos. -Me encantaría, podrías venir mañana a las 4:30, si no tienes ningún problema, claro. -Claro que no, bien mañana 4:30 estaré aquí- Nos despedimos y se fue.
