Ahora ya te conozco

2. Alexa

Alexa pov

El sueño se apoderaba de mí cuerpo. Ayer me había pasado toda la noche terminando un trabajo para la jodida universidad y ahora estaba que no podía ni con mi alma.

-Toma esto, te refrescara- me recomendó Tim, mi novio, mientras me extendía un Nestea fresquito.

-Gracias, amor- le agradecí con un beso en la mejilla mientras cogía la lata. Tim y yo llevábamos saliendo por 11 meses. Fue mi mejor amigo durante el bachillerato y aunque perdimos un poco el contacto cuando entramos a la universidad, volvimos a encontrarnos por una cena de amigos y esta vez nos convertimos en pareja.

- No deberías estar tanto tiempo estudiando- me dio un beso en la frente mientras acariciaba mi pelo.

- Lo se, pero es que quiero salir de aquí con un trabajo, y para eso necesito ser una de las mejores en mi promoción- estaba estudiando la carrera de Magisterio y Tim la de psicología. Y si no quería continuar en la cafeteria de mi padre por más años al salir de la uni, tenía que sacar buenas notas y hacer las malditas oposiciones. Miré la hora, ya estaba apunto de empezar mi siguiente clase.

- Nos vemos esta tarde, amor- le dí un beso rápido levantandome de la mesa- Pasas a por mi ¿No?

- No lo dudes- me dio otro beso rápido en los labios para después irme corriendo a la siguiente clase. Los días en la universidad solían pasar rápido, especialmente cuando estabas haciendo algo que te gustaba en verdad.

Cuando por fin terminé mi última clase, me dirigí hacia mí trabajo, no sin antes pasar por el baño y asearme un poco el pelo. Odiaba mi pelo, al tenerlo largo me molestaba mucho cuando hacía apuntes y otras cosas así que casi siempre iba con una coleta. El problema era que cuando me quitaba la coleta, parecía un león recién salido de la jaula. Una vez dentro de la cafetería saludé a Jorge con la mano que estaba junto a Esteban, los únicos que trabajaban aquí a tiempo completo.

-Hey Alex, ayer empezó una chica nueva ¿Lo sabías? Se llama Emmy, es super mona y timida- me informó Jorge con una sonrisa algo burlona.

- ¿Ya han encontrado sustituta? Eso ha sido rapido- comenté. La anterior camarera había sido mi mejor amiga, aunque por temas de estudios había tenido que dejarse el trabajo.

En ese momento entró mi padre, aunque aquí solía llamarlo jefe. Ya no vivía con él, tenía mi propio piso, aunque en verdad era la anterior casa de mi difunta abuela, que por no venderla decidí mudarme yo allí.

- Oh, mira la nueva- dijo mi padre de golpe y me giré hacia la puerta para ver a la nueva chica tímida.

Y que chica.

Su cabello castaño caía en ondas en sus hombros y sus ojos negros miraban con curiosidad todo. Su vista se detuvo en mi, y me di cuenta de que sus ojos no eran negros, eran marrones oscuros, tan oscuros que parecían de color negro si no te fijabas.

Mi padre me dio un golpecito para que saludara.

- Hola, tu debes de ser Emmy, yo soy Alexa pero puedes llamarme Alex- no pude evitar sonreír al ver sus ojos mirándome con curiosidad cuando me presenté.

- Hola, yo soy Emmy- me reí interiormente ya que yo acababa de decir su nombre. Si, el apodo de chica tímida le venía como anillo al dedo.

- Lo se, lo acabo de decir- inmediatamente sus mejillas tomaron algo de color- Bueno ponte el uniforme y a trabajar- le dí un toquecito en su hombro y me alejé rápidamente.

Me puse a hacer mi trabajo mientras que la nueva se cambiaba. Mi primera impresión había sido muy buena por no decir perfecta. Habían demasiados adolescentes locos y por suerte mi padre había decidido contratar a alguien con dos dedos de frente. Continúe limpiando las mesas hasta que un grupo de chicos entró por la puerta. Eran los de siempre, los que se la pasaban molestando a los otros clientes.