Alexa pov
Dios, comer esta haburgesa era la cosa más parecido a estar en el cielo después de besar a Emmy, pensaba mientras le daba otro mordisco.
Cuando me di cuenta ya había terminado mi haburgesa y Emmy todavía no le había dado bocado. ¿Había comido tan rápido? Miré la hora algo asustada, pero no, ya habían pasado 15 minutos desde que había traído las hamburguesas.
-Emmy ¿No tienes hambre?- pregunté algo preocupada. La pequeña me miró unos segundos antes de negar- ¿Entonces no te gusta?- vuelve a negar.
- De verdad quiero comerla pero es que últimamente no puedo comer. Tengo hambre antes, pero de repente cuando me sirven la comida toda la hambre que tenía se me pasa. Y apenas pruebo un mordisco me lleno- dijo mirando a la hamburguesa.
- Si no tienes ganas de comer no te fuerzes a hacerlo. A ver si no te sienta bien y caes mala- ella asintió- Eso es que estas nerviosa últimamente, seguramente por los exámenes. Ya verás que cuando termines con ellos volveras a comer normal- mis dedos rozaron un poco su mano y Emmy la acercó un poco más a mi, acariciando mi mano con su pulgar.
- Voy a tirarlo, ahora vengo- tomé las bandejas y me levanté de la mesa.
- Lo siento... me sabe mal tirar la comida- se veía bastante apenada y avergonzada y no entendía porque. Si no tenía hambre era preferible tirar la comida antes de que le sentara mal. Sonreí levemente antes de ir a tirar todo.
- ¿Vamos?- pregunté cuando llegó cerca de ella.
- Si, espera, toma mi parte del dinero- dijo sacando un billete de diez euros. Yo rápidamente me negué, no iba a aceptar su dinero- Alex, no quiero que pagues por mi, en serio- Emmy los volvió a extender hacia mí pero yo solo sonreí negando con la cabeza antes de pasar por su lado- Alexa- me gritó mientras me seguía.
- Vamos a dar una vuelta- dije una vez fuera del TGB, viendo como ella guardaba el billete de nuevo en su cartera.
Nos pusimos a caminar, Emmy no decía nada, solo se cruzaba de brazos mientras caminaba a mi lado.
- No te enfades - Me puse delante de ella para que parara. Conseguí mi propósito, Emmy me miró unos segundos antes de mirar otra vez al suelo, evitando sonreír- vamos... Peque- le tomé de las mejillas y le levanté un poco la cabeza para que me mirara.
-A la próxima pagaré yo, entendido?- próxima... Asentí dejandole un pequeño en la punta de la nariz, la mas pequeña inmediatamente rió- vamos a esa tienda- me señaló una tienda de ¿maquillaje? No dije, solo me limité a asentir algo confundida- Alex ¿puedes hacerme un favor?
-Claro, dime.
- ¿Puedes preguntarle a la dependienta sobre la nueva colección de cosméticos? Me da vergüenza - confesó con las mejillas rojizas, y como decirle que no.
-Esperame aquí, voy a ver- ella asintió y se quedó mirando algunas colonias mientras yo me dirigía a la cajera.
- Disculpe- llamé su atención que estaba fija en su teléfono.
- ¿Si? ¿Que desea?- preguntó la chica más o menos de mi edad levantando la vista de su teléfono.
-Bueno... la nueva colección cosméticos- le dije a la chica. Ella se inclinó sobre el mostrador y mis ojos fueron donde no deberían- ¿La tenéis?- ella asintió saliendo e hizo un gesto para que la seguirá. Fui a llamar a Emmy, para avisarle que si que la tenían, pero estaba hablando por teléfono. La chica me llamó diciendo que aquí estaban y rápidamente fui a ver donde era para poder decirle a Emmy.
-Aquí tiene todos los cosméticos nuevos que han sacado- me mostró el mostrador. A decir verdad era enorme y no sabía si Emmy iba a encontrar lo que quería entre tanto maquillaje.
-Gracias- le dije a la chica aún mirando como la más pequeña hablaba por teléfono.
- Puedo recomendarle algunos- dijo la chica acercándose unos centímetros a mi y sin esperar a que le contestara se puso a explicar. La miré extrañada y fui a decirle que no hacía falta, pero cuando me quise dar cuenta ella estaba prácticamente encima mía enseñándome un pintalabios- sin duda este quedará bien con tus ojos- escuché que decía pero no le estaba prestando mucha atención.
- Alex- escuché la suave voz de Emmy detrás de mí. Suspiré aliviada de que estuviese ya aquí- ¿Has encontrado ya eso?- preguntó poniéndose a mi lado. Miró a la dependienta unos segundos, creo que nunca había visto a Emmy mirar a alguien de esa manera, parecía que fuera a arrancarle los ojos en cualquier momento.
- S-si, está aquí todo- contesté bastante nerviosa de que me mirara a mí de la misma manera. Pero para mí suerte sus ojos se calmaron cuando giró la vista hacia mi.
- Gracias. Eres la mejor- sus brazos rodearon mi cuello, acercándome a ella para dejar un pequeño beso en mis labios, rápido e inocente.
Observé como la Peque le lanzaba una mirada asesina a la dependiente quien nerviosamente logro decir un "lo siento, voy a atender la caja" antes de marcharse al cajero aunque no hubiera nadie.
Emmy la siguió con la vista todo el recorrido que hizo la empleada de donde estábamos nosotros a la caja. Chasqueo su lengua antes de ponerse a mirar el maquillaje.
-Creo que me llevaré este... y este- empezó a tomar varios potes. Yo solo la miraba algo confundida, aunque en verdad sabía perfectamente lo que había pasado- Voy a pagar- dijo caminando hacia la caja y dejando las cosas en el mostrador. La chica empezó a pasar todos los productos con rapidez ante la atenta mirada de Emmy, había vuelto esa mirada asesina.
- Seran 25- dijo la mujer con la cabeza baja, sin mirar los ojos a Emmy. Vaya, cuando Emmy se imponía era imparable.
La peque extendió el dinero justo antes de tomar todos los productos y ponerlos en su bolsa de la escuela. Después tomó mi mano y me llevó fuera de la tienda. Si, sin duda esta situación me divertía.
-Vaya, vaya, Emmy celosa- dije mirando a Emmy de reojo quien se limitó a soltar mi mano.
- Cállate- me replicó empezando a caminar delante mía y no pude evitar soltar una risita.
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Seguramente la semana que viene haga un pequeño maratón por las cinco mil visitas.
Muchas gracias por leer y espero que les haya gustado.

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Ahora ya te conozco
RomanceAlexa, la hija del dueño de la cafetería, a los ojos de Emmy, la mujer perfecta. Emmy, la nueva empleada, para Alexa, la pequeña adorable. Ellas quieren estar juntas. La realidad, todo son problemas. Aviso: es la primera historia que hice en 2018. L...