Seulgi llegó a casa e Irene la recibió con un largo y apasionado beso dejando a la chica sin aliento y con ganas de más.
––Te extrañé.–– Irene hizo un puchero y Seulgi rió besandolo rapidamente y tomando su mano. ––Hice la cena... Pero primero vamos a bañarnos.
––¿Juntas?
––¿Que crees?–– Irene sonrió de lado.
Luego de "solo bañarse", las chicas comieron en la sala mientras veían televisión en sus pijamas y las palabras de Taeyong sonaban en la cabeza de Seulgi. Tenía que hacerlo pero no sabía como. No encontraba el momento perfecto, y eso la fustraba.
Ya estaban acomodandose para dormir cuando Seulgi detuvo a Irene.
––Irene te tengo que decir algo...¿Te puedes sentar?–– Seulgi dijo un poco nerviosa y Irene asintió tomando asiento en la orilla de la cama.
––Te amo. Demasiado.–– Seulgi empezó causando una risita de Irene y que le hiciera un corazón con los dedos. ––Eres lo mejor que me ha pasado en la vida y estoy jodidamente enamorada de tí desde que tenía 15 años y aún estaba tratando de saber quien era yo en realidad.
––Desde que logré hablar contigo y ser tu amiga, me enamoré más. No me imagino una vida sin tí en ella en la que reimos por cualquier estupidez, donde andamos todo el día en pijamas a donde sea sin vergüenza alguna o nos quedamos hasta tarde solo hablando o haciendo el amor.–– Seulgi sacó la cajita del bolsillo de su pantalón corto y se arrodilló frente a Irene quien se tapó la boca en sorpresa. ––¿Me harías la persona aún más feliz del mundo y te casarías conmigo?
––Sí. Lo haría, Kang Seulgi. Es esta vida y en la otra. Te amo.