Mi presente

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En algún momento,
hay personas que aparecen de manera inapropiada,
en tu camino,
en tu vida.

Quizás se presentan a destiempo,
muchas veces contra el tránsito,
ese tránsito cotidiano de los días.

Pero, poseen algo,
tienen algo,
eso que no puedes ver en alguien más.

Y sucede,
decides confiarle literalmente tu vida,
tu historia, tus recuerdos,
tus miedos, tus sueños.

Así como esas personas llegan,
un día desaparecen del camino
y cuando lo hacen,
llega alguien más.

Pero ahora no tienes las ganas,
de compartir de igual manera,
lo que eres,
todo.

Incluso si sólo fueron palabras,
miradas, risas, sonrisas,
caminatas en silencio,
desvelos.

Por muy tonto que parezca,
es simplemente que,
no quieres confiarle a cualquiera esos detalles.

Es entonces cuando comprendes,
cuando entiendes que,
prefieres disfrutar del camino,
solo.

Incluso sin decir palabra,
porque no eres capaz de ir por cualquier lugar,
derrochando risas,
gestos, palabras,
tiempo.

Cosas aparentemente simples,
pero que,
cuando fueron compartidas,
se volvieron infinitas.

ConiM

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