Los híbridos conejos femeninos eran muy conocidas por la capacidad de dar a luz a sus hijos en un menor periodo de tiempo que otros híbridos y de los mismos seres humanos. Jeon Jungkook era un híbrido de conejo, quien es el menor de doce hermanos.
Desde pequeño el menor ha estado viviendo en una gran casa junto a sus hermanos y padres; pese a ser muchos miembros en la familia siempre hubo espacio para más personas en el hogar. Si le preguntaran a Jungkook qué era lo que más recordaba de su vivienda sin duda respondería que el lindo vecino humano, quien se volvió su mejor amigo al instante de conocerse, Kim Taehyung.
Para sus pequeños ojitos de niño-híbrido de seis años, Taehyung era la persona más hermosa que había visto, sin ofender a su madre que era el puesto número dos. Cuando se conocieron, Tae tenía ocho años de edad y aún así aquello no evitó que pasaran todos los recreos juntos en su escuela, aunque era algo triste para el menor el no compartir clase con el mayor.
Jungkook solía ser un niño muy introvertido y su actitud pasiva solía ser luz verde para todos aquellos niños que disfrutaban de molestar a otros, por ello Taehyung siempre trató de protegerlo, y en un principio al menor nunca le molestó aquello, se sentía muy bien siendo protegido y mimado por el mayor; sin embargo, todo cambió con aquel suceso en la escuela.
El menor con nueve años de edad era agredido por unos compañeros mayores, quienes al ver lo sumiso que era siempre trataban de fastidiarlo, mas nunca lo lograban a causa de Taehyung; sin embargo, aquel día esos chicos hartos de él, golpearon a su amado hyung cuando vino a defender al híbrido. El menor no paró de llorar y lamentarse cuando aquellos compañeros se fueron corriendo al ver a un profesor acercarse a ellos y aunque al final del día expulsaron a aquellos alumnos, Jungkook no paraba de insultarse a sí mismo al ver al rubio todo herido y con un montón de moretones en su piel. Y mientras era consolado por sus padres que también habían sido llamados ante el suceso, el menor se prometió volverse fuerte para proteger a Taehyung.
Años después, Jungkook había cambiado completamente: su altura, su cuerpo, su forma de ser, en todo, y aunque su cara aún parecía algo infantil, el Jeon menor ya no era el niñito tímido que se dejaba pisotear por otros.
Los papeles se habían intercambiado sin darse cuenta, Jungkook se había muy sobreprotector con Taehyung y un poco —mucho— celoso, pero no lo malinterpreten, Jungkook no era alguien manipulador que controlaba todo lo el rubio hacia, por supuesto que no, simplemente cuando se trataba de gente que este no conocía o que recién se está relacionando, el menor no podía evitar super inseguro de las intenciones de la otra persona y tampoco puede evitar empujar su lengua contra su mejilla interna cuando un tipo intentaba ligar a su pareja en frente de él, lo último siendo el dato que Jungkook era muy feliz de mencionar a aquellas personas: "Soy su novio".
La verdad es que para muchos —y con muchos nos referimos a los familiares de ambos y sus pocos amigos— no fue sorpresa que ambos terminaran siendo pareja, lo veían venir.
Ahora con veintidós y veinticuatro años, Jungkook tenía un nuevo objetivo: regresar a su hermano menor con sus padres sin que el mayor se diera cuenta, porque sí, la mamá Jeon volvió a tener más hijos.
—¡Eres tan lindo! —chillaba Taehyung al ver al hermanito de su novio estirando sus brazos para que lo cargara.
Jungkook, quien tenía una zanahoria en su mano, al escuchar la voz de su pareja volviendo a halagar a su hermanito por quinta vez, no pudo evitar partir a la mitad aquel vegetal.
"Espero y te caigas, hermanito" pensaba el azabache mirando con celos a su hermano.
Desde que sus padres les pidieron que cuidaran del menor por unos días, la atención de Taehyung pasó a ser solamente dada a su hermano menor.
—Kookie, las zanahorias se comen, no se desperdician —le regañaba Taehyung al ver el alimento en el suelo —. La comida no nos cae del cielo.
—Tae~ —hizo un puchero el pelinegro —. Yo también quiero amor —estiro sus brazos hacia él.
—Ya no eres un niño, Jungkook —Tae rió —. Si recoges el desastre que hiciste, lo pensaré —le guiñó el ojo.
Jungkook limpió la zanahoria rápidamente para que Taehyung solo le dé un par de abrazos y besos antes de que su hermano volviera a llamar su atención.
—Mami, ¿Cuánto tiempo dijiste que se iba a quedar aquí? —llamó a su mamá.
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