𝑂𝑛𝑒 𝑠𝘩𝑜𝑡𝑠 𝑉𝑘𝑜𝑜𝑘/𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉

6.2.

Pese a que los mimos iniciales por parte del mayor provocaron en mí nuevas sensaciones —en su momento— desconocidas, en un principio, no pude evitar tener mucho miedo de que todo sea una farsa o que en algún momento repentino los maltratos regresasen, siendo la hora del sueño mi mayor recordatorio sobre aquellos días de esclavitud que aparecían mediante pesadillas. Aunque las heridas sanasen, las cicatrices jamás desaparecerían.

Aún así, Taehyung siempre se encargó de consolarme cada vez que me levantaba llorando y besaba mis viejas heridas, diciendo que jamás permitiría que yo volviese a esos días, logrando que el pequeño niño asustado y herido, sea calmado y sanado.

"¿Enserio es llamado el hijo rebelde del rey vampiro? ¿Por qué?" Dudas que fueron resueltas a penas pensé aquello.

—Kookie —me llamó —, creo que es momento de conocernos mejor —hizo un ademán con su mano para que me sentara al costado de él.

Los vampiros de alto rango como el rey, normalmente tienen un harem de humanos que utilizaban para alimentarse y de paso saciar su apetito sexual. El padre de Taehyung tuvo su favorita, de quien se enamoró perdidamente. El problema radica cuando la mujer quedó embarazada; los vampiros por alguna razón sólo podían tener hijos con su misma especie, pues ninguna humana pudo quedarse embarazada por uno... hasta ese momento.

El monarca completamente asustado la desterró de su reino, cometiendo su mayor error. La madre de Taehyung tuvo demasiados problemas en el parto, dejando su salud en un estado muy vulnerable al tenerlo. Aún así, la mujer crio del rubio con todo el amor que pudo darle, de ahí ese lado tan humano característico de Taehyung; sin embargo, los años transcurrían y la salud de la pobre mujer se debilitaba cada vez más y más.

Taehyung tenía que trabajar para comprar medicina para su mamá, vendiendo bellas flores que su progenitora y él cultivaban como pasatiempo. En unas de las salidas para buscar gente que quisiese comprar sus ramos, se encontró con un grupo de hombres vestidos elegantemente; él se acercó inocentemente para hacer su trabajo. Los señores lo vieron sorprendido cuando se acercó, eran vampiros sirvientes del monarca y estos seres tenían cierto sentido para identificar a uno de los suyos, y percibieron en él cierta similitud con el aura de su rey.

Aquellas personas se acercaron al pequeño Taehyung preguntado la dirección de su morada, intimidando al menor, quien huyó asustado hacia el único lugar dónde se sentía seguro, su casa o mejor dicho, hacia dónde estaba su progenitora. Gran error, era más que obvio que esos vampiros lo iban a seguir. Cuando llegaron a su hogar se llevaron tanto a su madre como al pequeño Taehyung hacia el castillo del rey vampiro.

El soberano se había arrepentido mucho de haber botado a la única persona que había amado en su vida, por ello mandó a buscar tanto a la mujer como a su hijo —si es que había podido nacer—; sin embargo, fue complicado dar con sus paraderos, pues la mujer antes de caer enferma, solía trabajar como cocinera en un pequeño restaurante que cómo paga le prestaban uno de sus cuartos del segundo piso, nunca salieron del lugar y felizmente el dueño del lugar jamás le cuestionó nada: "Mientras hagas tu trabajo, me da igual si eres un fugitiva o otra cosa, yo no sé nada" había dicho. Todo iba bien hasta que Tae tuvo que comenzar a trabajar por su madre. Siete años pasaron para que accidentalmente se encontraran con el niño y a su vez con la madre de este. 

Mas todo era muy tarde, la mujer estaba en sus últimos momentos de vida y cuando esos vampiros se la llevaron a ella y a su hijo pensó lo peor, llena de miedo, su corazón latió con fuerza y su cuerpo no dio para más, muriendo de un infarto. 

Taehyung había separado de su madre durante el camino hacia el castillo y siempre se lamenta el no haber estado con ella en sus últimos momentos, perdió lo que más quería a causa de su padre.